La Policía Federal desbarató una cueva que actuaba bajo la fachada de una inmobiliaria

En la investigación los agentes usaron filmaciones, seguimientos y vigilancias que lograron poder determinar la forma en que la cueva financiera funcionaba.

Es así que se pudo determinar que la maniobra consistía en ofrecer la compra y venta de divisas extranjeras, tales como dólares, euros, pesos uruguayos y reales brasileros, mediante cita previa y coordinada, como también si el “cliente” era recomendado por gente conocida de los investigados.

Para poder ingresar al reciento tras la cita previa, el cliente debía anunciarse mediante portero eléctrico y al ser reconocido a través de cámaras de seguridad, se le permitía el ingreso a un primer ambiente el cual poseía puertas de máxima seguridad, de apertura interrumpida y circuito cerrado de monitoreo, para luego y una vez cerrada la puerta principal se le franqueaba el segundo acceso hacia la caja aperturándose la segunda puerta de seguridad.

Los uniformados percataron que existían posibilidades de fuga hacia las casas linderas, por los que implantaron preventivamente un dispositivo de seguridad en las inmediaciones del local, lo que permitió efectivamente la detención de uno de los empleados que logró escapar por una ventana tipo escotilla que poseía uno de los ambientes de la inmobiliaria, (al momento que intentaban ingresar los policías y ser vistos por las cámaras de seguridad ) y huir con una bolsa llena de dinero.

Como resultado final del procedimiento se logró la detención de los dos principales investigados, el secuestro de al menos media docena de equipos informáticos, teléfonos celulares, documentación de interés, máquinas de contar dinero y el dinero en efectivo que intentaran retirar del local como también el hallado en varios compartimientos ocultos de la inmobiliaria.