Los caramelos de Halloween bajo el microscopio
El Laboratorio de Bromatología de la Intendencia de Montevideo controla y analiza las golosinas que este mes se venden y consumen más de lo habitual
Tiempo de lectura: -'
31 de octubre de 2013 a las 20:02
Te quedan {{observador.articlesLeft}} notas gratuitas.
Accedé ilimitado desde US$ 3 45 / mes
Según el calendario
Cuando se aproxima octubre, caramelos y golosinas en kioskos y supermercados cobran otro significado. A medida que la festividad estadounidense se instala en nuestro país, también se asienta la costumbre de dar, pedir, intercambiar y comer golosinas. Los caramelos son protagonistas en esta época del año y por eso el Laboratorio de Bromatología de la Intendencia de Montevideo refuerza los controles de estos dulces.
Según explicó el director del laboratorio, el doctor Gustavo Lancibidad, los controles aumentan estas semanas por el simple hecho de que hay más caramelos en plaza. Estos "no son un drama desde el punto de vista microbiológico, de su elaboración química", sostuvo el director, quien aclaró que el verdadero objetivo de estos controles es verificar que el producto esté registrado y, por ende, habilitado para su venta al público.
En ocasiones como Halloween, es más frecuente que aparezcan productos que no están registrados, algo que los funcionarios que acuden a tomar las muestras pueden verificar directamente desde una netbook, sin necesidad de ir al laboratorio. Puede suceder que los registros estén vencidos o los caramelos no cuenten con el número de registro en el envoltorio, "que es lo que se encuentra habitualmente", comentó el doctor.
Si hay alguna irregularidad, los caramelos se "mantienen intervenidos, luego se decomisan y se tiran", contó. Ni siquiera son analizados. Y, por supuesto, nadie los come.
Otra problema asociado a este tipo de alimento puede ser la presencia de alergenos, presentes en ciertas sustancias químicas. No obstante, explicó Lancibidad, las alergias no son específicas sino que dependen de la persona que los consume, entre otros factores. En definitiva, lo que más controlan en las muestras de laboratorio es el tipo y cantidad usada de colorantes y conservantes, algunos de los cuales podrían no estar habilitados.
Un procedimiento similar sucede en la época de Pascuas, Navidad y Fin de Año, los grandes eventos del calendario. En el caso de Pascuas el laboratorio tiene desafíos mayores que con los caramelos, ya que entra en juego la calidad del chocolate y el tipo que se emplea en comparación con el que dice el envoltorio, por lo que el hecho de que haya un problema no significa que sean tóxicos, aclaró el director del laboratorio.
En conclusión, al momento de preguntar "¿Dulce o truco"? este 31 de octubre (y los días que le siguen, hasta liquidar los caramelos que quedan en casa), se puede estar tranquilo de que lo máximo que puede causar un caramelo es alergia en casos concretos. Y caries si tienen azúcar, pero eso ya no concierne a este laboratorio.
Según explicó el director del laboratorio, el doctor Gustavo Lancibidad, los controles aumentan estas semanas por el simple hecho de que hay más caramelos en plaza. Estos "no son un drama desde el punto de vista microbiológico, de su elaboración química", sostuvo el director, quien aclaró que el verdadero objetivo de estos controles es verificar que el producto esté registrado y, por ende, habilitado para su venta al público.
No son un drama desde el punto de vista microbiológico, de su elaboración química", sostuvo el director del laboratorio de Bromatología, Gustavo Lancibidad
En ocasiones como Halloween, es más frecuente que aparezcan productos que no están registrados, algo que los funcionarios que acuden a tomar las muestras pueden verificar directamente desde una netbook, sin necesidad de ir al laboratorio. Puede suceder que los registros estén vencidos o los caramelos no cuenten con el número de registro en el envoltorio, "que es lo que se encuentra habitualmente", comentó el doctor.
Si hay alguna irregularidad, los caramelos se "mantienen intervenidos, luego se decomisan y se tiran", contó. Ni siquiera son analizados. Y, por supuesto, nadie los come.
Otra problema asociado a este tipo de alimento puede ser la presencia de alergenos, presentes en ciertas sustancias químicas. No obstante, explicó Lancibidad, las alergias no son específicas sino que dependen de la persona que los consume, entre otros factores. En definitiva, lo que más controlan en las muestras de laboratorio es el tipo y cantidad usada de colorantes y conservantes, algunos de los cuales podrían no estar habilitados.
Un procedimiento similar sucede en la época de Pascuas, Navidad y Fin de Año, los grandes eventos del calendario. En el caso de Pascuas el laboratorio tiene desafíos mayores que con los caramelos, ya que entra en juego la calidad del chocolate y el tipo que se emplea en comparación con el que dice el envoltorio, por lo que el hecho de que haya un problema no significa que sean tóxicos, aclaró el director del laboratorio.
En conclusión, al momento de preguntar "¿Dulce o truco"? este 31 de octubre (y los días que le siguen, hasta liquidar los caramelos que quedan en casa), se puede estar tranquilo de que lo máximo que puede causar un caramelo es alergia en casos concretos. Y caries si tienen azúcar, pero eso ya no concierne a este laboratorio.
Esta nota es exclusiva para suscriptores.
Accedé ahora y sin límites a toda la información.
¿Ya sos suscriptor?
iniciá sesión aquí
Alcanzaste el límite de notas gratuitas.
Accedé ahora y sin límites a toda la información.
Registrate gratis y seguí navegando.
¿Ya estás registrado? iniciá sesión aquí.
Para comentar debe iniciar sesión.