Los puntos pendientes del proyecto de Tabárez

"Uruguay, ¿nunca más Campeón del Mundo?", era el título del foro de la Fundación Fesur. La selección recién había llegado del Mundial de Italia 90. "Ese título resumía un poco lo que pensaba la gente. Si se preguntaban nunca más Campeón del Mundo se cree que hay posibilidades de serlo", analizó Oscar Tabárez.

"A mí me sirvió para analizar, en primer lugar, el cambio que ha habido por el paso del tiempo, por la evolución de las sociedades y de las organizaciones deportivas entre aquellos tiempos que Uruguay era una potencia, sin lugar a dudas, ganadora totalmente, entonces había que a hacer una cosa diferente".

Doce años han pasado desde que presentó la idea de hacer algo diferente. Tabárez logró una refundación de la selección, profesionalizó la gestión y logró resultados.

Hoy, cuando su contrato venció y existe unanimidad sobre su continuidad, vale preguntarse cuáles son los desafíos que tiene por delante.

Cuando llegó era armar una estructura sólida, consolidar una idea, una forma de hacer las cosas. En el segundo período alcanzó la gloria deportiva con la Copa América 2011. En el tercero encargó la renovación de un plantel que perdía innumerables figuras de peso como Forlán, Lugano, Abreu, Scotti, entre otros. ¿Y ahora?

A nivel de plantel Uruguay cuenta con una base. El plan recambio comenzó por el medio. Se pasó a jugar con futbolistas jóvenes y buen trato de pelota. En el fondo hay señales de que hay nombres: Giménez se perfila como un sucesor de Godín bien apuntalado por Coates. Aparecieron Varela, Laxalt y esperan Lemos y Ricca.

La cuestión que preocupa es en ofensiva. Uruguay depende de Suárez y Cavani. Con 30 años habrá que ir perfilando el recambio. Apareció Maxi Gómez, pero falta gente.

El proceso de selecciones se nutre de la tarea de las juveniles. Un amplio porcentaje de los jugadores son nacidos en el interior del país. A Tabárez le preocupa desde hace mucho tiempo el fútbol juvenil de tierra adentro.

Por distintos motivos, principalmente el económico, no pudo llevar adelante la idea de desarrollar centros regionales entrenamiento para evitar el desarraigo y que se pierdan talentos, al menos antes que sean captados por los clubes de Montevideo.

En una de las últimas conferencias antes de partir a Rusia, Tabárez lanzó un mensaje a los dirigentes "hay que darle importancia a las divisiones juveniles, y paso un aviso (elevando el tono): invertir dinero en las juveniles".

De la mano del tema juvenil, el proyecto original tenía incluida la incorporación de un asistente social que permita conocer más de cerca la realidad de cada uno de los integrantes de las selecciones celestes. El contacto que tienen los técnicos con los jugadores pasa por los tres días a la semana en que se ven con los jóvenes. Pero se quiere afinar el tema para conocer realidades desconocidas que permitan saber si el chiquilín durmió en la cama adecuada, si tiene la alimentación que necesita, si estudia, como se compone su familia. La incorporación del asistente social lo sienten como un debe.

Si bien lo que sucede en la actividad local no les compete, los técnicos no están ajenos a la realidad de los fines de semana. Es que los jugadores llegan con ciertos vicios producto de las canchas en malas condiciones donde entrenan. Repercute en el juego.

El 7 de diciembre de 2017 dijo en el programa Tirando Paredes de 1010AM: "No podemos progresar con las canchas que tenemos. No se puede progresar si nos quedamos en la fiesta del barrio y en mantener ciertas cosas que no pueden ser. Tiene que haber una estrategia de formación de jugador. Acá vienen y todos quieren ser delanteros".