Milagro en el Parque

Y una sola explicación para lo inexplicable: es fútbol. No le busque razones ni argumentos. El fútbol es capaz de generar estos momentos únicos, de modificar el estado de ánimo de la gente en un abrir y cerrar de ojos.

Nacional, que la había pasado realmente mal contra un River que lo tuvo a los saltos, que convirtió a Conde en una de sus figuras encontró en la última pelota el milagro de ganar un partido complicado.

¿Qué le pasó a Nacional para llegar a un cierre con tanta desesperación? A veces no es tanto lo que le pasa a un equipo sino lo que genera el otro. River jugó bien, mereció llevarse algo del Parque.

El darsenero se paró con un 4-1-4-1 y comenzó a sacar provecho de los espacios que dejaba el tricolor en el medio.

Se percató de que a los tricolores le dolían las pelotas metidas entre Rafael García y Otálvaro. Y así fue que generó un par de situaciones en el primer tiempo.

A Nacional le costó encontrarle la vuelta. Recién cuando Romero y el Tata González dieron pie pudo hilvanar algo producto de la movilidad de un Viudez que fue lo más destacado. Jugando suelto, Tabaré fue el más picante del bolso porque Aguirre se apagó en una banda y Seba Fernández fue absorbido por los zagueros.

Nacional encontró el gol en una pelota quieta que conectó Polenta de cabeza para poner al equipo 1 a 0.

Sin embargo, aprovechando los espacios, River se fue al descanso con el empate. Gorriarán encaró por el callejón central, remató y la pelota pegó en Polenta descolocando a Conde.

En el complemento el partido fue a ritmo de vértigo. Una locura de ida y vuelta sin pausas. Salvó Conde y al minuto respondió Viudez estrellando una pelota en el travesaño.

Como Nacional no le encontraba la vuelta para vulnerar a River, Lasarte metió manos en el equipo y viendo que el equipo se repetía en centro mandó a Silveira a la cancha.

Esto provocó que la defensa darsenera no jugara tan cómoda. Sobre el cuarto de hora un error en la salida de River casi provoca el gol de Ligüera. Nacional tomó viento en la camiseta se lo empezó a llevar por delante a su rival.

Parecía que River no aguantaba la presión, el gol de Nacional se palpaba en el ambiente.

Pero lejos de amedrentarse, el darsenero respondió con tres situaciones de gol que paralizaron al Parque.

Primero una contra de Gorriarán que no pudo definir Saavedra, luego lo perdió Ezequiel Peña y minutos más tarde salvó Otálvaro. El equipo de Lasarte caminaba por la cornisa. El medio iba pero no volvía. La defensa cometía errores y Rafael García reiteró errores del pasado que generaron nerviosismo en las tribunas.

Uno de ellos fue sobre la media hora cuando pretendió salir jugando ante Gorriarán que le robó el balón pero no pudó terminar bien la jugada.

A esa altura a nadie podía extrañar si el equipo de Tiscornia marcaba el segundo gol. Había hecho los méritos necesarios para conseguirlo.

Sin embargo, en el primer minuto de los descuentos, el darsenero se endulzó y el dulce le terminó picando los dientes. Fue en banda sobre el arco de Conde y cuando volvió se encontró con una mala noticia. Nacional lo tomó mal parado. El tricolor sacó la contra, Rodrigo Aguirre tomó la pelota recortando de la punta al medio y buscó su perfil. El remate bajó se coló contra un palo que dejó al bolso en lo más alto de la Tabla Anual. Otra vez el milagro en el Parque.l