Tiempo de lectura: -'
26 de octubre de 2017 a las 04:55
Te quedan {{observador.articlesLeft}} notas gratuitas.
Accedé ilimitado desde US$ 3 45 / mes
Galveston es una de las ciudades estadounidenses más antiguas del suroeste del país. Fue fundada en 1837 y está ubicada en el Golfo de México. Es el balneario más cercano a Houston. Ahí la gente va a tomar sol, meterse en las calmas aguas a nadar, y comer pescado fresco.
El 8 de septiembre de 1900 quedó completamente destruida por un huracán que sigue siendo el mayor desastre natural en la historia de ese país. Murieron unas 12 mil personas. Una multitud fue a la playa a esperar la llegada del fenómeno natural, como si este fuera fuente de entretenimiento. Llevaron sombrillas y sillas para pasar una tarde llena de diversión. La tuvieron de la peor forma.
Los vientos de monstruoso poderío se llevaron todo, gente y palmeras. Desde entonces, con tal aura de muerte encima, Galveston mantiene la apariencia de una ciudad fantasmal, en la que siempre puede pasar algo raro. Es un lugar propicio para filmar series televisivas del estilo Twin Peaks. Ahí la realidad pasa a veces por ficción. Desde el viernes pasado, un misterio tiene conmocionados a los casi 100 mil galvestonianos.
Un hombre que caminaba por la playa encontró el cadáver de un niño hispano el cual, según cálculos de la policía, tendría entre 3 y 5 años de edad. ¿Quién es, de dónde vino, por qué nadie hasta ahora ha reclamado su cuerpo? Están son algunas de las inquietantes preguntas que la policía intenta responder. Un detalle complica aún más la investigación: no hay denuncia alguna respecto a la desaparición de un niño en la ciudad o en las inmediaciones.
El cuerpo no presenta marcas de trauma o de haber sufrido violencia física; sin embargo, las autoridades esperan los resultados de la autopsia que determinará las causas de la muerte para presentar posibles conjeturas sobre lo ocurrido.
El agua salada posterga la descomposición de un cuerpo, por lo tanto, a simple vista, es difícil saber el tiempo que pasó desde la muerte. ¿Se ahogó o fue asesinado en algún pueblo costero de México y las aguas lo arrastraron a la costa estadounidense? La historia de este misterio recién comienza y, por la falta absoluta de pistas iniciales, hace pensar que la resolución del rompecabezas llevará tiempo.
Esta nota es exclusiva para suscriptores.
Accedé ahora y sin límites a toda la información.
¿Ya sos suscriptor?
iniciá sesión aquí
Alcanzaste el límite de notas gratuitas.
Accedé ahora y sin límites a toda la información.
Registrate gratis y seguí navegando.
¿Ya estás registrado? iniciá sesión aquí.
Para comentar debe iniciar sesión.