Nole festejó en el césped

El serbio remató con un ace un partido en el que su rival apenas resisitió en las dos primeras mangas, pero que en la tercera, perdió cinco bolas de set que le hubieran permitido alargar la final.

A los 31 años, Djokovic no había disputado una final de un torneo del Grand Slam desde 2016, temporada en la que ganó el Abierto de Australia y Roland Garros, y su último título se remontaba a Eastbourne, el 1 de julio de 2017.

"No hay mejor sitio en el mundo para volver, este es un lugar sagrado para el tenis", dijo un emocionado Djokovic al recoger la copa. "Estoy muy agradecido a mi equipo y a todos los que me han estado apoyando en estos dos años, que no fueron fáciles", añadió el serbio.

Djokovic que cayó al 22º del ranking el 21 de mayo de 2018, volverá al "top ten".

En Wimbledon, Djokovic solo perdió una de cinco finales que jugó: en 2013 ante el escocés Andy Murray, allí ganó en Wimbledon a Rafael Nadal (2011), las dos ante Roger Federer (2014 y 2015) y ayer a Kevin Anderson.

Djokovic le rompió el servició a Anderson en el primer juego del partido, algo totalmente inesperado dada la fama que precedía al sudafricano, que anotó 49 aces en la maratoniana semifinal ante John Isner. El primer ace del sudafricano llegó mucho más tarde que su primera doble falta, y en la primera manga el serbio le rompió dos veces el servicio para anotárselo 6-2.

En el segundo set, se repitió la historia: Djokovic rompió el servicio a la primera, restó bien, aunque tampoco tuvograndes exigencias.

Anderson salvó la cara en el tercer set, en el que finalmente empezó a asegurar su servicio, suboó a la red y buscó las esquinas, con un balance de 16 golpes ganadores y 7 aces, pero su rival despertó y llevó el partido al juego de desempate, donde no dio opción de reacción a su rival y ganó 7-6 (7/3) para cerrar el juego.

Djokovic acumula 13 títulos de Gran Slam, el serbio es el cuarto tenista con más títulos "grandes", tras Roger Federer (20), Rafael Nadal (17) y Pete Sampras (14),