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12 de junio de 2015 a las 00:00

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No me avergüenza decir que estoy empezar a hacer hacer power plate (¿qué corno es? ni yo sé qué es. explicáselo a la gente que muchos pueden no saberlo!)

La pregunta que me hago es: ¿está mal reconocerlo? Me explico: creo que hay límites con respecto a lo que está mal y bien en la estética masculina aunque está claro que todo el mundo es libre de hacer lo que se le cante. Ahora bien: no está bueno teñirse el pelo, no está bueno usar caravanas y no está bueno usar una joggineta combinada, pieza de abajo con la de arriba.

Pero verse sin panza, eso sí está bueno. Imagino lo cómodo que podría ser caminar por la vida liviano, cómodo, sintiendo que no te queda apretada una ropa, que nada te pesa. Que no te aprieta el cinturón que se clava en la parte inferior de la misma cuando estás sentado. Que podés mirar para abajo y ver todo el piso, que no hay nada que te interrumpa esa visual. ¡Devuélvanme el piso!

No es tan fácil, y no me refiero al ejercicio: mi esposa no está de acuerdo con que gaste unos $ 5.000 -con descuento incluido, ojo- en hacer power plate. Yo le digo que por bajar de peso yo gastaría $ 50.000. No me importa porque es salud, es sentirse bien y además de todo es volver a ser capaz de ver el piso.

Ella verá los beneficios, lo sé. Me veré más atractivo y activo y todo esto incentivará una nueva revolución sexual en mi pareja. Cuanto más lo pienso, más me gusta empezar mañana mismo a hacer power plate.

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