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Se canceló la reunión entre Pablo Moyano y Eduardo Belliboni y los gremios se distancian de piqueteros
En un raro frente unido, las distintas facciones de la CGT acordaron impugnar el megadecreto impulsado por Javier Milei con amparos judiciales. Este decreto busca desregularizar la economía y avanzar hacia una reforma laboral. El sindicalismo peronista tiene planeado movilizarse el miércoles hacia los Tribunales, donde se encuentra la Corte Suprema de Justicia, exigiendo la invalidación de la medida presidencial.
La CGT ha logrado la adhesión de las dos vertientes de la CTA y la participación de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) en la marcha. Inicialmente, estaba programada una reunión entre Pablo Moyano, miembro del triunvirato cegetista, y Eduardo Belliboni, referente del Polo Obrero, para sumar a este último a la protesta del miércoles. Sin embargo, fuentes de la CGT confirmaron la cancelación del encuentro y la decisión de desvincularse de cualquier acción conjunta con el Polo Obrero.
La retirada de la CGT en la coordinación con el Polo Obrero se atribuye a las negociaciones en curso entre la cúpula sindical y el Gobierno sobre los alcances del megadecreto, especialmente en el ámbito laboral y las posibles repercusiones en la recaudación de los gremios.
Belliboni comunicó la reunión con Moyano a través de sus redes sociales, pero la CGT tomó distancia y no confirmó la coordinación con el Polo Obrero. Moyano expresó la necesidad de un plan de lucha y advirtió sobre el ataque a los salarios.
La CGT convoca a la movilización del miércoles a los tribunales para presentar amparos contra el decreto y discutir un posible plan de lucha, incluyendo la contemplación de un paro nacional. Pablo Moyano es una de las voces internas que abogan por medidas más contundentes que la movilización, sugiriendo la posibilidad de un paro general en los primeros días de febrero, según fuentes sindicales.
Los abogados de la CGT planean presentaciones judiciales en distintos fueros, como el Laboral, Contencioso Administrativo y Civil y Comercial. Se anticipa una demanda general por parte de la CGT, seguida de múltiples presentaciones individuales de cada gremio. Aunque la postura mayoritaria aboga por la prudencia, algunos sectores consideran la posibilidad de activar un paro general en el futuro, dependiendo de las reacciones del Congreso y la Justicia.
Qué sucederá con el plan antipiquete
La multitudinaria marcha del miércoles representa un nuevo desafío para los operativos de seguridad de Patricia Bullrich. En palabras del ferroviario Omar Maturano en Zónica +, "Vamos a poner a prueba el plan antipiquete. La CGT no es el Polo Obrero. La CGT que duerma lo que quiera, pero cuando se despierta es un león." Además de los gremios de la CGT, se ha confirmado la participación en la movilización de diversas organizaciones de la CTA, como los estatales de ATE y la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (Utep).
La ministra de Seguridad se refirió al nuevo desafío sindical, expresando que creen que la Plaza Lavalle brinda suficiente espacio para la manifestación y que esperan que las calles estén despejadas, instando a los participantes a cumplir con la convivencia social. Bullrich también apuntó contra los gremios, destacando que en los 16 días desde que asumieron, esta será la tercera manifestación, y señalando la necesidad de cambios profundos para abordar la pobreza y otros problemas estructurales.
Además, la ministra intensificó su ofensiva contra los beneficiarios de planes sociales, recordándoles que "el que corta no cobra" y pidiendo a los trabajadores que comprendan que el gobierno está desmantelando un modelo corporativo que solo beneficia a unos pocos. Bullrich solicitó la colaboración de los trabajadores en este proceso de cambio.
Desde la CGT, ya se han establecido conexiones para coordinar el operativo con Diego Kravetz, secretario de Seguridad y jefe de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires.
