Santiago Urrutia: "Podíamos ganar, la estrategia fue buena"

A 300 kls/h dio pelea los 40 giros de la IndyLights

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28 de mayo de 2018 a las 05:00

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De Indianápolis autódromo a Indianápolis óvalo –al menos en carrera- el Dallara/Mazda de Santiago Urrutia mostró una mejoría en su rendimiento, acaso a la par de los Andretti. No superior, pero al menos, le permitió correr lado a lado e incluso poder superarlos durante 8 de las 40 vueltas que tuvo la séptima carrera del año en el mítico óvalo de Indiana. Las ya famosas 100 Millas de la IndyLights como previa de las clásicas 500 Millas de Indianápolis en el gigantesco óvalo de 4000 metros.

También es cierto que en la clasificación el auto no funcionó bien pero quizás allí la responsabilidad del equipo Belardi se atenúa por el hecho de que los test previos no se pudieron completar por razones ajenas al team.

Pero con el chasis y la estrategia asumida por piloto y equipo, perfectamente Santiago Urrutia pudo ganar y dar el batacazo histórico en óvalo de Indianápolis.

Pero... las carreras son así y no siempre terminan con un resultado justo. Y en ese sentido, que Santiago Urrutia (Belardi) no ocupara un lugar en el podio de esa competencia seguida por miles de aficionados en las gradas, es absolutamente injusto.

Fue el único capaz de plantearle pelea a los siempre favoritos autos de Andretti que para esta séptima carrera del año en el óvalo de Indianápolis, sumaron al grupo de punta a Dalton Kellett. Un piloto que desde hace años ocupa un lugar intrascendente en la IndyLights. Pero apareció como la referencia a batir estableciendo la pole position con una diferencia abismal respecto al resto. A Kellett se sumaron el mexicano Patricio O' Ward y Colton Herta en tanto Santiago Urrutia no podía ir más allá del quinto lugar en la grilla de partida.

Es cierto que para este tipo de carreras en óvalos y más aun en Indianápolis, la posición de partida no es tan relevante.

Iniciada la competencia y tras un par de giros donde se acomodaron todos, los Andretti salieron a marcar el ritmo y paulatinamente Santiago Urrutia empezó a crecer para ponerse en línea, luchar vuelta a vuelta, liderar varias veces y llegar a la última vuelta y media al frente de la carrera. Fue allí que los Andretti de Herta y O' Ward lo superaron pero el uruguayo se mantuvo detrás, soldado a los escapes del mexicano, para intentar en la última vuelta aprovechar la velocidad y superarlos.

Pero no contó con el tercer Andretti conducido por el repentinamente veloz Dalton Kellett uien al entrar en la última vuelta tocó al uruguayo -se salvó de un golpe contra el muro a más de 300 kls/h- y al evitar el golpe no solo lo pasó Kellett sino que perdió toda chance de ir por la victoria ante O' Ward y Herta.

Finalmente cruzó la meta en cuarto lugar detrás del paseo triunfal de los Andretti liderados por Herta con O' Ward y Kellett segundo y tercero.

Poco premio para el único piloto capaz de arruinarles la fiesta y peor aún, en una carrera que otorgó puntaje doble, Santiago Urrutia se va de Indianápolis tercero en la tabla anual pero 21 puntos abajo del nuevo líder Colton Herta.

El automovilismo es así, la mayoría de las veces, ingrato.

Peleó como un titán contra tres que se alternaron para desgastarlo y de no mediar el toque –muy leve- de Kellett, tal vez hasta podía ganarles.

"Podíamos ganar, la estrategia fue buena"

Podría sentirse amargado por perder no solo la carrera en la última vuelta sino siquiera poder subir al podio del Indianápolis cuando fue evidente el gigantesco esfuerzo que hizo para lograrlo. Pero Santiago Urrutia no pierde tiempo en lamentos. Ya está pensando en lo que viene, y especialmente, en poder ganar. Tras la carrera en el óvalo dijo lo siguiente: "No puedo negar que terminada la carrera sentí un sabor amargo porque hasta faltando una vuelta estaba primero y con toda la chance de vencer. Ir adelante ya sabíamos todos que se pierde mucho porque no hay succión y el que viene detrás la aprovecha. Pero podíamos ganar, la estrategia fue buena, la correcta. Pero el hecho de que al entrar en la última vuelta los tres Andretti entraran en la succión no lo esperaba. Ellos tuvieron eso a favor, pudieron succionarse los tres. Me pasaron Herta y O' Ward y yo tenía entonces la chance de hacer lo mismo en el giro final y sabía que podía volver a pasarlos. Ya lo había hecho. Pero Kellett quería lo mismo y cuando me pasó en la succión en el ingreso a la primera curva de la última vuelta, me tocó levemente. Me desacomodé y casi, casi, me doy contra el muro y el perdió también velocidad. Allí se me escaparon Herta y O' Ward y Kellett aprovechó a pasarme. Y aunque logré acercarme nuevamente a los tres ya no quedaba más carrera... pero eso demuestra que la estrategia era la correcta".

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