Diego Battiste
Sebastián Amaya
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Se emocionó el Hugo: "Esta placa representa a todos mis compañeros"

Se inauguró en Los Céspedes una cancha en homenaje a una de las grandes glorias de Nacional

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11 de septiembre de 2018 a las 14:42

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Como pocas veces se lo vio, emocionado y cerca de las lágrimas a la hora de hablar, Hugo De León fue el protagonista del homenaje que el Club Nacional de Football le realizó ayer al bautizar con su nombre la cancha 2 de Los Céspedes.

El, para muchos, último gran capitán que defendió la camiseta alba, el último en levantar la Libertadores y la Intercontinental, se unió a Luis Suárez, José Emilio Santamaría, Víctor Espárrago , Luis Artime y Schubert Gambetta en el grupo de glorias que tienen su cancha en el predio tricolor.

Acompañado por sus nietos, familiares, excompañeros de los equipos de 1980, con el que ganó la Libertadores y la Intercontinental, y el de 1988, con el que también fue campeón de América y del Mundo, más dirigentes e integrantes del actual equipo y cuerpo técnico, el Hugo dijo sentir “orgullo” por el reconocimiento y en su discurso destacó a todos quienes estuvieron junto a él en sus distintos pasajes por el club.

“Regresé el sábado para el homenaje y un hermano de Nacional y de la vida, me manda un mensaje mientras manejaba: ‘¿vas mañana?’. Si me conocerá él, que sabe que en otra etapa de mi vida, esto no me llegaría. Pero la vida tiene esas cosas y cuando nos volvemos abuelos es como que volvemos a recobrar la debilidad que teníamos en nuestra juventud y que la habíamos perdido con lo que es la dureza de enfrentar la vida”, contó al comenzar su oratoria, refiriéndose a su “amigo” Rodolfo Rodríguez, el exarquero que ayer estuvo presente en el acto y con quien coincidió en 1977, en su llegada a Los Céspedes.

En aquel entonces, según dijo a Referí, lo llamaron para que fuera a entrenar al complejo tricolor con la Primera en un turno, mientras que en el segundo entrenaba con la Reserva en el Parque Central, donde vivía. “Para mí fue una alegría tremenda porque me encontré con los mejores jugadores que estaban en el club, los veteranos como “el Mudo” Montero que fue un padrino para mí, porque me adoptó, como digo yo, dentro de todo el grupo de mayores que había y de los jóvenes como Carrasco, De los Santos, Rodolfo, todo aquel grupo que me apoyó desde el primer momento”.

La directiva tricolor que encabeza José Luis Rodríguez le brindó un homenaje al Hugo, campeón de América y del mundo con Nacional en 1980 y 1988, con Gremio en 1983, campeón uruguayo en 1980 y 1992, campeón de Brasil en 1981 y de Argentina con River Plate en 1989-1990. Campeón sudamericano juvenil con Uruguay en 1977, campeón de campeones mundiales en el Mundialito de 1980 con la celeste mayor, mundialista en Italia 1990. Campeón de la Interamericana y la Recopa 1989. Campeón por antonomasia. Gloria y leyenda. "Este homenaje es ínfimo para todo lo que nos has dado", le dijo Rodríguez en un homenaje que se llevó a cabo en Los Céspedes con la presencia de jugadores del actual plantel, excompañeros del Hugo y dirigentes. 

En el acto del martes, Hernán Navascués, el historiador tricolor, fue el encargado de hacer la semblanza de De León y destacó que el homenajeado, tanto en su época de jugador como técnico, llegó al club en momentos “de sombra”y “lo llevó a la luz”. Su presentación la cerró con una frase de los bolsos: “Si querés saber de fútbol, preguntale a De León”. Si bien no lo citó, la hinchada de Nacional entonaba esa canción refiriéndose a Pablo Bengoechea, protagonista del quinquenio carbonero, el cual fue cortado por el Hugo en 1998, ya como DT tricolor. Y también guió al equipo a ganar los Uruguayos de 2000 y 2001. 

Entre los excompañeros de De León estuvieron Wilmar Cabrera, Víctor Espárrago, Eduardo De la Peña, Juan Carlos Blanco y Rodolfo Rodríguez, del equipo de 1980, y Jorge Seré, Daniel Felipe Revelez y Jorge “Bocha” Cardacio, del de 1988.

Para ellos y los futbolistas que compartieron distintas etapas junto a él, fueron las palabras más sentidas del homenajeado. “Hoy está mi nombre en esa placa, pero nada hubiera sido posible si no hubiera tenido la inteligencia de aprender de mis compañeros desde mi llegada a Nacional. Esta placa representa a todos mis compañeros, sin ellos no hubiera ganado nada, no hubiera sido capitán, no hubiera defendido el club. Por eso estoy emocionado de que puedo reconocerlo en público, porque si no es en un acto de estos, capaz que nunca iban a saber lo que siento por lo que fueron las épocas de haber estado con ellos, haber aprendido y crecido y, por sobre todo, defender estos colores”, dijo el Hugo, el hombre que lo ganó todo con el brazalete de capitán y un estilo único para cortar jugadas desde el centro de la defensa e iniciar ataques con una técnica y visión de campo espectaculares, el capitán emocionado. 

 

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