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Un piloto, cinco turistas y un viaje en helicóptero que termina mal
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14 de marzo de 2018 a las 05:00
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Pagando una suma que no es tanta como podría suponerse, se puede tener una visión panorámica de la ciudad de Nueva York sobrevolándola encima de un helicóptero. Una vez estuve a punto de hacerlo, pero no, pues le tengo pánico a esos aparatos, los cuales trasmiten una sensación de fragilidad, sobre todo en un sitio como Nueva York donde las rachas fuertes de viento raras veces están ausentes.
El domingo, cinco turistas contrataron los servicios de una de las empresas de tour aéreo más conocidas, con la idea de tomar fotos de la urbe poblada por magníficos edificios. Todo iba bien, hasta que dejó de estarlo. En determinado momento el piloto notó que el motor del aparato perdía poderío y buscó una zona donde bajar de emergencia.
Primero pensó en el Central Park, pero como tenía cada vez menos control de la nave, decidió que un área acuática era lo mejor y la encontró en el East River, sin edificios ni árboles que dificultaran el descenso. Según una filmación lo documenta, el helicóptero amerizó sin problemas, pero pronto comenzó a hundirse y se dio vuelta.
El piloto se salvó, pero los cinco pasajeros fallecieron, no por el impacto, sino al parecer ahogados por no haber podido desabrochar el cinturón de seguridad. Habrá que esperar el peritaje final para saberlo. En tiempos cuando nada se libra de ser registrado por el ojo avizor de un teléfono celular o de una cámara (o de varias), lo ocurrido quedó captado en vivo y en directo, sin dar en primera instancia la impresión de que la muerte iba a tener tanto protagonismo, tal como la tuvo.
Después del llamado "milagro del Hudson", del 15 de enero de 2009, hemos llegado a creer que las aguas que rodean a Nueva York están blindadas contra lo fatídico y propician historias increíbles. Creímos mal.
Además, el desenlace del accidente del domingo pasado tuvo un preámbulo desacorde a las circunstancias posteriores. Uno de los pasajeros publicó en Instagram un video mostrando a los demás sonreír y saludar mientras el helicóptero despegaba. La imagen de la caída, en tanto, fue registrada por alguien que se encontraba cerca de donde ocurrió el siniestro. Uno y otro video contienen a la vida y a la muerte: subiendo y bajando por separado.
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