Un uruguayo entrenador en la Academia Barcelona
Jugó en Rentistas, tiene 36 años y dirige la academia de Barça en Arizona
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23 de julio de 2018 a las 05:00
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Por Felipe Fernández
especial para Referi
Aprender enseñando. Esa podría ser una buena manera de resumir la actividad de Camilo Speranza. Nació en Uruguay donde fue un lateral izquierdo con la dosis justa de talento como para acumular algunos minutos en la primera de Rentistas.
Comenzó su trabajo con el club catalán entrenando en diferentes campus alrededor del mundo hasta que en 2017 lo eligen para dirigir el proyecto de FCB Scola en Río de Janeiro.
El Fútbol Club Barcelona se proyecta como un club global, hoy en día son 44 escuelas de Barça en todo el mundo. La temporada pasada Nike usó como eslogan "la camiseta que nunca duerme", porque durante las 24 horas del día, en algún momento hay en algún lugar del mundo, un chico con la camiseta del Barça. Parafraseando aquella frase con la cual se describió al imperio español del siglo XVI, un imperio donde nunca se pone el sol.
¿Cuál es el espiritu de la FCB Scola?
Los niños muchas veces se convierten en medios para alcanzar fines, eso en la FCB Scola no es así. No compite a nivel federativo. El espíritu es formar chicos con la metodología del Barça, y formar en valores. Este es un proyecto paralelo a La Masía. Durante todo el año van chicos que juegan en clubes federados en Barcelona y que les interesa ser ojeados por el club.
El Barça busca ser el club más querido y admirado en el mundo. Cataluña es un país de 7 millones de habitantes, y la mayoría es hincha del Barça. En Cataluña no va a conseguir más seguidores, hoy en día estamos ante un mercado global. El Barça lo que busca con esto es seguidores, hinchas en diferentes partes del mundo. Acercar el club, ya que esta gente no van a poder ir al Camp Nou. Acercar la experiencia Barça.
En el momento en que cambiás la sensibilidad, cambiás tus prioridades y empezás a ver el juego de forma diferente.
Era algo que subyacía, pero llegó a su radicalidad con el Barça de Guardiola. Por ejemplo si había una situación clarísima donde cualquier otro equipo del mundo contraatacaría, ellos tocaban y se juntaban para viajar juntos hacia el otro arco. Eso eran convicciones fuertes de una manera de entender el juego.
Tiene que ver con cuestiones estéticas, pero también con cuestiones operativas. Al fin y al cabo era un equipo extremadamente ganador. A los equipos que juegan al juego de posición, o al juego de situación como lo llaman en Barcelona se los intenta despreciar utilizando adjetivos como 'románticos'. Yo creo que no es así, al final todos somos pragmáticos, todos queremos ganar. Todas las sensibilidades son legítimas, el fútbol te permite ganar de una forma y con otra totalmente opuesta.
Es una manera de entrenar. Puede ser aplicable a cualquier forma de jugar. Lo que intenta es reducir los grados de incertidumbres inherentes al juego, para que los jugadores se relacionen de una manera más eficiente. He tenido la suerte de conversar con Víctor Frade, el padre de esta metodología, y dice que nadie la aplica al 100% como él la pensó.
Una serie de ideas que te organizan a la hora de actuar en la cancha. Modelo de juego es que vos como entrenador definís qué pretendés de cada jugador en su posición y cómo querés que actúe en diferentes momentos del juego. Yo cuando jugaba hacía lo que me parecía correcto cuando la pelota me llegaba. No tenía idea de qué queríamos priorizar como equipo.
En el fútbol se puede ser muchas cosas menos rígido. Hay que tener la capacidad de adaptarse. Nuestra toma de decisiones tiene que estar en sintonía con una idea general del juego a aplicar.
¿Y lo contrario a periodización táctica qué sería?
Entrenamiento estructurado. El nombre se lo puso (Francisco) Seirul·lo (Vargas) hace 30 años. El entrenador es una parte del ecosistema equipo, pero en un ecosistema ¿quién decide cómo se hacen las cosas? Nadie, las cosas funcionan. El entrenador tiene un papel importante porque determina qué actividades hacer en un entrenamiento y eso es determinante en el tipo de relaciones que surgirán. Es el que reparte los sectores de la cancha, donde va a actuar cada jugador; es muy importante. Pero de ninguna manera puede ser el centro.
Nadie puede enseñar nada a nadie. Los entrenadores no enseñamos nada. Lo que podemos hacer es generar un contexto en el cual el aprendizaje ocurra. El aprendizaje es un proceso, no un acto concreto. Cuando se marca un ejercicio, yo estoy generando un contexto donde van a actuar los jugadores y el aprendizaje se dará a través de la interacción entre los jugadores y la tareas. El aprendizaje significativo es el que surge en la interacción con los pares.
Vos le preguntás a Iniesta por qué hizo tal cosa, te contesta que no tiene idea: 'Yo simplemente lo hice'. Jugar al fútbol es una actividad inminentemente práctica. Los jugadores juegan, interactúan, se relacionan con oponentes, con la cancha. A vos no te dan puntos porque los jugadores rellenen un test, no tienen que demostrar sus conocimientos de una forma declarativa.
Si explico lo que pretendo, el jugador va a ser lo que yo quiera ver, porque todos buscamos agradar. Estoy cortando de raíz la aparición de otros comportamientos que a mí como entrenador ni se me habían ocurrido que podían ocurrir. Otras veces cuando explicamos un ejercicio a realizar, en muchísimas ocasiones les estamos dando la solución del problema antes de empezar la actividad.
Vamos a jugar un juego. No es una tarea, no se trabaja. Al fútbol se juega. Estas son las dimensiones y estas son las normas. Juguemos.
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