En el séptimo día de los Juegos Olímpicos de París 2024, Argentina celebró su primera medalla, gracias a la gran actuación de José Maligno Torres. El atleta se alzó con el oro en la categoría BMX freestyle en La Concorde 2, logrando una puntuación de 94.82 en su primera pasada. Pero, ¿de dónde salió la bicicleta con la que alcanzó estas hazañas?
La bicicleta que llevó a Maligno Torres a la gloria se fabrica en una planta ubicada en la Avenida Circunvalación de Córdoba. Esta fábrica, que emplea a 60 personas, comenzó hace 70 años en un pequeño garaje. Carlos Karabitian padre inició su bicicletería en los años 50, reparando bicicletas. “Reparaba bicis”, recuerda su hijo Carlos, también a cargo de la fábrica. “Nací ahí en 1957 y, desde que me acuerdo, me dedico a esto”. Junto a su hermano, licenciado en Administración de Empresas, dirigen la empresa que en su mejor momento producía 130.000 unidades anuales y espera fabricar alrededor de 70.000 este año.
En Noticiero Doce, Carlos Karabitian explicó: “Acá se desarrolló la tecnología, el diseño, los colores del cuadro, se eligieron los materiales”, aunque aclaró que el cuadro de la bicicleta, el componente principal, se fabrica en el exterior, al igual que otras partes del modelo. Su hermano Diego, también dueño de la firma, detalló que el cuadro es “especial para freestyle”, la disciplina de Maligno. “Está hecho de acero cromoly, con calidades de altas prestaciones para resistir los movimientos y saltos de la disciplina”, señaló.
Además, los ejes de las ruedas están construidos con un acero especial reforzado para soportar los impactos y saltos característicos del BMX freestyle. “La de él la pintaron unos días antes con los colores de la bandera argentina”, revelaron los hermanos dueños de la fábrica.
La bicicleta profesional de Maligno Torres, descrita como “la Fórmula 1 de las bicis de freestyle”, tiene un costo que oscila entre el millón y el millón y medio de pesos, mientras que otras bicicletas para principiantes varían entre los 200 mil y 400 mil pesos. La empresa fabrica bicicletas de media y alta gama, utilizando aluminio y carbono en lugar de acero común, y todos los componentes son importados. En Córdoba se realizan el diseño, la elección de materiales y colores, y el marketing.
La fábrica cuenta con un equipo de competición de 50 ciclistas, incluyendo cinco corredores de mountain bike que forman parte de la Selección Argentina. “Lamentablemente no calificaron para las Olimpíadas”, comentó Carlos Karabitian, quien a sus 67 años disfruta del ciclismo recreativo.
La empresa empezó con la reparación de bicicletas e importaciones hasta que, a principios de este siglo, empezó la producción. Carlos Karabitian describe el mercado de bicicletas como “muy bueno, muy noble”, destacando un crecimiento constante desde 2010, a pesar de algunos altibajos. “La pospandemia implicó un salto muy fuerte. La bicicleta, históricamente en épocas de depresión, se usa, y en los ciclos de expansión también”, agregó.
Los precios de las bicicletas
Las bicicletas fabricadas por esta empresa van desde los $500.000 hasta los $6.000.000. “Llantas, cuadro, caños de asiento, manubrio, todo en fibra de carbono. Pesan entre seis y siete kilos, las hay con doble suspensión e incluso con cambios electrónicos. La sofisticación es creciente”, explicó Carlos.
Carlos Karabitian registró la marca Venzo, reconocida mundialmente por su calidad, primero en Argentina y luego la cedió a una empresa de Taiwán para su uso internacional, con un contrato de 50 años. “En general, todos nuestros corredores aportan sus ideas a los desarrollos”, añadió. La bicicleta de Maligno está hecha de cromoly, un tipo de acero muy liviano y sin costura, diseñado para ser fuerte y liviano, ideal para los saltos del freestyle. “Toda está adaptada al cuerpo del deportista”, explicó, detallando que es una Kech Atlat desarrollada por Venzo para freestyle, con un costo de alrededor de $1.5 millones.
José Maligno Torres se unió al equipo de competición de la empresa a principios de 2022 y fue el piloto de prueba del nuevo desarrollo para freestyle. La bicicleta del ganador del oro se pintó con los colores de la bandera argentina poco antes de su viaje a París. Karabitian la describe como “la Fórmula 1 de las bicis de freestyle, tope de gama”.
