Según el informe más reciente del nowcast de pobreza realizado por Martín González Rozada, codirector de la Maestría en Econometría de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT), la pobreza en Argentina se situaría en el 31,6% para el período de enero a junio de 2025. Esta estimación representa un descenso significativo respecto a los picos alcanzados en 2024, y se presenta como una de las mejores cifras registradas en los últimos años.
El nowcast es una herramienta que permite proyectar la pobreza semestralmente en función de datos económicos clave, como la evolución del mercado laboral y los ingresos familiares, especialmente los correspondientes a los estratos bajos. El análisis se basa principalmente en los microdatos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del INDEC, que en este caso estima la pobreza a partir de la comparación entre los ingresos totales familiares (ITF) y las canastas básicas. En el caso del Gran Buenos Aires (GBA), la Canasta Básica Total (CBT) promedio para el semestre de referencia se estimó en AR$ 352.804 por adulto equivalente, lo que supone un aumento interanual del 41,8%. Por su parte, los ingresos familiares crecieron un 79,7%, lo que generó una diferencia significativa en la distribución de la pobreza y la indigencia en las áreas urbanas del país.
Factores que explican la caída de la pobreza y la indigencia
La estimación de pobreza proyectada para el primer semestre de 2025 refleja una serie de factores macroeconómicos que influyeron en el comportamiento de los ingresos y la inflación. Entre ellos, destaca el desempeño de los salarios reales, que en los primeros meses de 2025 comenzaron a crecer a un ritmo superior al aumento de la inflación. Según datos de la Secretaría de Empleo, el salario medio real del sector privado en mayo de 2025 fue un 10,4% superior al de diciembre de 2023, lo que favoreció a los sectores más vulnerables de la población.
Este incremento salarial se produjo en un contexto de desaceleración de la inflación, que en junio de 2025 registró un 1,6% mensual, lo que representó una sorpresiva desaceleración. Según las proyecciones del nowcast, la canasta básica alimentaria (CBA) en el GBA aumentó solo un 2,05% durante el semestre enero-junio de 2025, mucho menos que los aumentos interanuales que venían registrándose hasta 2024.
La disminución de la pobreza también se puede atribuir al hecho de que, a partir del semestre marzo-agosto de 2024, la variación de las canastas básicas se estabilizó, mientras que los ingresos crecieron por encima del ritmo de las canastas. Este fenómeno se traduce en una mayor capacidad adquisitiva de los hogares, lo que permitió a muchos superar el umbral de pobreza.
Evolución histórica de la pobreza en Argentina
En términos históricos, el descenso proyectado en la pobreza marca un punto de inflexión importante. A lo largo de los últimos años, Argentina atravesó varios picos de pobreza, siendo los más graves los registrados durante las crisis de 1989 y 2001-2002. El informe de la UTDT sugiere que la pobreza alcanzó niveles históricos en la década de los 80 y 90, con picos de hasta el 47,3% en los años 80 y 42,5% en los 90. Durante la crisis de 2001, la pobreza se disparó al 57,5%, una cifra que permaneció en el imaginario colectivo como uno de los peores momentos socioeconómicos del país.
Desde el comienzo de la presidencia de Javier Milei, la pobreza mostró una tendencia a la baja. Con una proyección de 31,6% para el primer semestre de 2025, la pobreza estaría en su nivel más bajo desde 2018, cuando durante el gobierno de Mauricio Macri se registró una tasa de pobreza de 25,7%. Este descenso es un signo de la recuperación económica de Argentina, aunque aún no alcanzó los niveles de pobreza precrisis.
Perspectivas para el segundo semestre de 2025 y los próximos años
La proyección de pobreza para el segundo semestre de 2025 es de 31,2%, lo que muestra una tendencia continua de caída en los niveles de pobreza. Si se confirma esta trayectoria, Argentina podría estar saliendo de una etapa crítica de pobreza extrema que afectó a un alto porcentaje de su población. De acuerdo con el nowcast, alrededor de 9,4 millones de personas vivirían en hogares urbanos pobres en el primer semestre de 2025, en un total de 29,6 millones de personas estimadas en la población urbana.
Aunque la caída de la pobreza es alentadora, aún persisten desafíos importantes. La pobreza extrema, medida por la indigencia, también mostró una mejora significativa, cayendo del 18,2% al 7,4% en el último año, según los datos de la UTDT. No obstante, la baja de la pobreza también está condicionada por el comportamiento de los salarios, la inflación y las políticas públicas que se implementen a partir de la segunda mitad de 2025.
El informe también apunta a que, en el contexto electoral, esta caída de la pobreza podría ser un dato relevante para el oficialismo. Las elecciones legislativas de octubre de 2025 podrían estar influenciadas por los datos económicos positivos que reflejan la mejoría en las condiciones de vida de la población. Sin embargo, la capacidad de sostener estos avances dependerá de las políticas públicas y de la continuidad de la estabilización económica.