El Banco Central intervino este martes en el mercado de futuros y reactivó los pases pasivos para contener la presión sobre el dólar, que había alcanzado máximos históricos durante la mañana. La estrategia oficial logró revertir la tendencia alcista de la divisa estadounidense y generó bajas en todos los segmentos del mercado cambiario.
El dólar minorista en el Banco Nación retrocedió $15 pesos hasta cerrar en $1.280 para la venta, luego de haber tocado los $1.300 en la primera parte de la jornada. En el mercado mayorista, la divisa cedió $20 pesos o 1,6% y terminó en $1.260, tras haber marcado un máximo histórico de $1.290 por la mañana.
El volumen operado en el segmento de contado alcanzó los USD 668,7 millones, cifra elevada que se relaciona con las últimas ruedas de fuerte liquidación del sector agroindustrial. El martes 22 de julio concluye el período de ingreso de divisas declaradas hasta el 30 de junio, último día de la rebaja temporal de retenciones.
La intervención oficial se extendió al mercado de futuros, donde se operaron USD 2.942,7 millones. Los contratos pasaron de leves alzas del 0,2% a caídas de hasta 1% en las posiciones más cortas. Las posturas para fin de julio se pactaron a $1.275 con una baja de $14 pesos o 1,1%, mientras que al cierre de agosto alcanzaron los $1.306,50.
El problema del desarme de las LEFI
La situación se originó por el desarme de las Letras Fiscales de Liquidez (LEFIs) en poder del Banco Central, que fueron canjeadas por Lecap (Letras del Tesoro Nacional Capitalizables en Pesos). Esta operatoria, que forma parte del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, inyectó al mercado liquidez por aproximadamente $10 billones.
De los $15,5 billones en circulación bajo el formato LEFI, unos $5,5 billones se canjearon por Lecap en la última licitación. Otro tercio fue utilizado para recomponer el efectivo mínimo de los bancos, cumpliendo con regulaciones del BCRA, mientras que el tercio restante se volcó al mercado.
El ministro de Economía Luis Caputo había pensado captar el dinero de estas letras a través de letras y bonos del Tesoro, pero los bancos no se volcaron masivamente a la deuda oficial. Por el contrario, decidieron quedarse líquidos para no complicar su operatoria, lo que generó $10 billones emitidos de golpe.
Esta decisión se enmarca en el cambio de política monetaria derivado del acuerdo con el FMI. A partir de entonces, el Gobierno busca controlar la cantidad de dinero de la economía, algo que con la existencia de las LEFIs dependía mucho de las decisiones de los bancos.
Gabriel Caamaño, director de la consultora Outlier, explicó que "el tipo de cambio ya se había afianzado por encima del centro de la banda de flotación antes de la caída en las tasas". Sin embargo, remarcó que "el Gobierno no puede estar fijando el dólar y la tasa al mismo tiempo, más cuando ahora está bajo un régimen de control de cantidades y no de precios".
La respuesta oficial: pases pasivos y licitación extraordinaria
Ante el derrumbe de las tasas de interés que provocó el desarme de las LEFIs, el BCRA reactivó los pases pasivos a un día para los bancos, un instrumento que no utilizaba desde la salida del cepo. La autoridad monetaria impulsó las tasas llevándolas a un nivel de 35% a 36% de tasa nominal anual.
La maniobra fue complementada con intervenciones del BCRA en el mercado secundario de Lecaps, cuyas tasas volvieron al rango de 2,75% a 3% TEM (el lunes oscilaban en 2,4% a 2,5% TEM), de Boncaps (finalizaron con 2,7% a 2,8% de TEM) y de Bontams (2,4% a 2,5%).
El Tesoro anunció una licitación extraordinaria para el miércoles, fuera del calendario habitual, para absorber pesos y frenar la presión sobre el dólar. Se ofrecerán papeles a tasa fija en pesos para el corto plazo, buscando absorber parte del excedente de liquidez y establecer un nuevo piso para la tasa de interés.
Caamaño profundizó sobre la estrategia oficial: "En mayo y en junio la prioridad del tipo de cambio y a la tasa más bien la dejaban ser lo que tenga que ser. Se ve que, o vinieron números de actividad demasiado malos o algo por el estilo, porque hubo un cambio, y comenzaron a preocuparse por ese nivel de tasa tan alto. Quisieron aflojar con un poco de tipo cambio y la tasa se les fue de las manos".
Los dólares financieros también registraron bajas al cierre de $14 pesos o 1,1%. El contado con liquidación mediante bonos quedó a $1.280,32, mientras que el dólar MEP se pactó a $1.274,62.
El dólar blue tocó un máximo intradiario de $1.350 al mediodía, pero se alineó con las caídas generalizadas y terminó a $1.330 para la venta, con baja de $10 pesos o 0,8%. Así cortó una racha alcista de cinco días operativos.
Las reservas internacionales del Banco Central descontaron USD 81 millones este martes, llegando a USD 39.060 millones, en otra sesión mayorista sin intervención oficial directa en el mercado spot. Incidió en este resultado la depreciación del 0,7% para el oro y del 0,1% para el yuan chino respecto del dólar norteamericano.
La intervención se complementó con una noticia favorable desde el exterior: la Corte de Apelación del Segundo Circuito de Nueva York suspendió la entrega del 51% de las acciones de YPF a los fondos que ganaron USD 16.099 millones en el juicio por la expropiación de la petrolera ocurrida en 2012.
El S&P Merval subió 0,5% y los ADR argentinos ganaron 1,7% en Wall Street, reflejando el alivio del mercado ante la intervención oficial y la resolución favorable en el caso YPF.