El consultor en industria aerocomercial Franco Rinaldi habló con Gustavo Noriega en Radio El Observador 107.9 sobre los recientes accidentes aéreos que han sacudido al mundo, brindando un análisis técnico y reflexivo sobre las posibles causas de estos siniestros.
Rinaldi se refirió en primer lugar al accidente del Challenger 300 en San Fernando y señaló que, según el consenso de especialistas, hubo un error humano significativo. “Es inexplicable que los pilotos no hayan hecho un escape”, aseguró. También destacó que el exceso de confianza es un defecto común entre los pilotos argentinos, quienes prefieren volar manualmente en lugar de confiar en los instrumentos. Esto, según el experto, “es menos eficiente y, sobre todo, menos seguro”.
Embed - Accidentes aéreos en el mundo - Franco Rinaldi | #Majul1079
El analista recordó una conversación con un instructor de Boeing en 2016, quien le comentó que los pilotos argentinos tienen un gran nivel técnico pero tienden a subestimar la importancia de los instrumentos de vuelo. Rinaldi subrayó que trabajar en la cultura de vuelo es crucial para minimizar riesgos: “Las compañías deben fomentar una formación que enfatice la importancia de volar por instrumentos”.
Además, mencionó que las condiciones climáticas eran óptimas, lo que refuerza la hipótesis de un error humano. Rinaldi sostuvo que este tipo de errores deben ser abordados desde la capacitación, ya que “el peso del error humano es mayor en vuelos pequeños que en grandes aeronaves”.
El caso del avión coreano y los desafíos técnicos
Sobre el accidente del avión coreano que impactó contra un muro al final de la pista, Rinaldi destacó dos aspectos llamativos: la imposibilidad de desplegar el tren de aterrizaje y el hecho de que el aeropuerto terminaba en un paredón, lo que complicó aún más la situación. “Es extraño que no hayan podido bajar el tren, incluso manualmente, lo cual sugiere problemas técnicos severos”, explicó.
Rinaldi también señaló que los reversores de los motores estaban activados, lo que habitualmente ocurre solo cuando el tren de aterrizaje toca el suelo. Esto podría indicar que el tren se rompió al impactar, aunque aclaró que será necesario esperar más datos, especialmente los registros de la cabina, para entender qué sucedió.
Finalmente, mencionó que una bandada de pájaros habría afectado ambos motores, lo que dejó al avión sin sustentación y en caída libre. Este fenómeno, conocido como “bird strike”, ha sido estudiado durante décadas, pero sigue siendo un desafío crítico en la aviación. “Es un recordatorio de que la aviación sigue enfrentando riesgos que, aunque conocidos, pueden tener consecuencias catastróficas cuando coinciden con otros factores”.
El derribo del avión ruso: “Una operación política calculada”
En cuanto al caso del avión ruso presuntamente derribado, Rinaldi fue tajante: “Sí, lo tiraron abajo, sin dudas”. Atribuyó el hecho a una operación claramente intencionada, vinculada al contexto político y militar del Kremlin. “Es impresionante cómo Putin logra manejar estas situaciones: no se hace cargo públicamente, pero las señales son evidentes”, comentó.
El consultor calificó el episodio como un caso de derribo “intencional y premeditado”, alineado con las tensiones geopolíticas de la región. Destacó que este incidente refleja cómo la aviación puede convertirse en una herramienta estratégica para enviar mensajes de poder. “Es algo que hemos visto en otras ocasiones. Estos hechos son un recordatorio del impacto de la política en la seguridad aérea”, concluyó.