En medio de un clima de tensión, en el cual el oficialismo se siente cómodo, comienza el último mes de actividad formal en el Congreso. Desde La Libertad Avanza están decididos a avanzar en Diputados con la privatización de Aerolíneas Argentinas en medio del debate por el presupuesto 2025.
La agenda es tumultuosa y compleja. “Siempre sacamos rédito del caos”, explican desde la Casa Rosada mientras aseguran que el humor social sigue acompañando la gestión de Javier Milei.
En el Congreso los plazos son exiguos y perentorios. En menos dos semanas se cumple el plazo que marca el reglamento para poder dictaminar los proyectos de ley. En esa cuenta regresiva entra el presupuesto. Si bien las negociaciones venían encaminadas, la discusión por los fondos asignados para educación produjo un cortocircuito en las negociaciones.
No hay explicación formal. Todo se maneja fuera de micrófono, pero la decisión del gobierno de modificar el presupuesto y recortar recursos a los partidos políticos y a las provincias para enviarlos a Educación desataron una tempestad inesperada.
De hecho, el oficialismo había convocado a una conferencia de prensa en el Salón de los Pasos Perdidos para hacer el anuncio formal y tuvo que suspenderla.
Está claro que, a diferencia de anteriores gobiernos, en LLA no hay apuro por aprobar el presupuesto. En ese marco, son muchos los diputados opositores que aseguran que el oficialismo busca que el Congreso le rechazo el proyecto.
La última semana la Comisión de Presupuesto se reunió, pero no trató la Ley de Leyes, sino que dedicó el encuentro a emitir dictamen sobre la privatización de Aerolíneas Argentinas. Por su parte, José Luis Espert, presidente de la Comisión, ya avisó que no habrá reunión esta semana debido a que muchos legisladores estarán en Estados Unidos para presenciar las elecciones presidenciales que se llevarán a cabo el próximo martes.
Más allá de los datos sobre la falta de convocatoria a la Comisión y el malestar que gira a las modificaciones que se le quieren hacer al proyecto de presupuesto que ingresó a la Cámara baja el último 15 de septiembre, desde el oficialismo aseguran que estarán en condiciones de llevar el texto al recinto el próximo 20 de noviembre. En ese marco, no hay certeza de cómo será el tratamiento en el Senado ni si el Presidente convocará a extraordinarias.
Los votos para la privatización de Aerolíneas Argentinas
Antes de llegar al Presupuesto, desde LLA señalan que el 13 de noviembre puede ser la fecha elegida para llevar el proyecto de ley que promueve la privatización de Aerolíneas Argentinas al recinto.
Serán dos semanas de negociaciones. En el oficialismo entienden que hoy no tienen los votos para avanzar con el proyecto propio. Las cuentas que se manejan dentro de algunos despachos muestran que por estas horas a la iniciativa del gobierno le faltan por lo menos una decena de votos en Diputados.
La alternativa más sencilla del Gobierno para ganar la batalla parlamentaria sería adherir al proyecto que impulsa el bloque que comanda Miguel Ángel Pichetto y que ya tiene el apoyo del bloque radical Democracia para Siempre, que platea la cesión al sector privado del 49% de las acciones.
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Pichetto pidió diálogo con el Congreso y no "contra el Congreso".
EFE
Por ahora, no hay señales de que el oficialismo esté dispuesto a ceder para garantizarse una victoria y avanzar con la privatización de la aerolínea de bandera. Sin embargo, la estrategia se podría terminar de definir en la reunión de articulación parlamentaria que se llevará a cabo en Casa Rosada la próxima semana.
En medio de la agenda que pretende imponer el oficialismo, la oposición buscará que el presidente de la Cámara, Martín Menem, convoque a sesión especial para debatir el proyecto que modifica de forma sustancial la ley de DNU y plantea un fuerte recorte para el uso de la herramienta.
En este caso, la oposición cuenta con los votos, pero le faltará tiempo. Por más que logre aprobar la norma en Diputados antes del 30 de noviembre, no habrá plazo para que sea aprobada por el Senado. Sin embargo, la media sanción dejará en claro que los sectores de la oposición están dispuestos a seguir articulando para construir mayorías en temas puntuales. No es un dato menor de cara al año electoral que viene.
