Los sindicatos del ala combativa de la CGT siguen adelante con la intención de realizar un paro de transporte el próximo 30 de octubre. En ese marco, la mesa que reúne a los sindicatos del sector mantuvo un encuentro durante la mañana del martes en la que ratificó la decisión de concretar una medida de fuerza por 24 horas.
De la reunión participaron Pablo Moyano, secretario general de la CGT y adjunto de Camioneros; Hugo Moyano, secretario general de Camioneros; Juan Carlos Smith, titular del sindicato de Dragado y Balizamiento; Juan Pablo Brey de Aeronavegantes; Omar Maturano de la Fraternidad Omar Maturano; Y Pablo Biró en representación la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas.
En ese marco, y dentro del documento que acompañará la medida de fuerza los sindicatos la darán sustento a su decisión en base al reclamo contra el ajuste impulsado por el gobierno de Javier Milei, el aumento de los boletos tras la quita de subsidios, el intento de privatización de Aerolíneas Argentinas, el ataque a los jubilados y el aumento de la pobreza.
El moyanismo suma apoyos a la espera de la UTA
Más allá de los sindicatos que representan a los trabajadores del transporte, del encuentra en el que se ratificó la protesta también participaron el secretario general de ATE, Rodolfo Aguiar, cuyo gremio se sumará a la protesta con un paro de 36 horas, y el titular de la UTEP, Alejandro Gramajo, que puso sobre la mesa el apoyo de su organización.
Más allá de la ratificación del paro, los dirigentes esperan por la definición que pueda tomar la UTA. El gremio que agrupa a los choferes de colectivo está en medio de una conciliación obligatoria, por lo tanto, se encuentra limitado en su accionar. La medida impuesta por el ministerio de trabajo vence 48 horas del paro. Recién ahí el sindicato de Roberto Fernández podrá sumarse al paro.
Sin embargo, más allá del impedimento legal por ahora los choferes de colectivo no dieron señales respecto a su definición. El impacto de la medida impulsada por el moyanismo depende en buena parte de eso.
El apoyo de los colectiveros al paro convertiría de hecho a la medida en un paro general, que es el verdadero objetivo que persigue Moyano. Si el camionero logra paralizar totalmente la actividad no sólo será una demostración de fuerza frente al Gobierno sino también puertas adentro de la CGT.