La victoria de La Libertad Avanza en la Ciudad de Buenos Aires ya tiene sus réplicas en el Congreso de la Nación. Tanto Unión por la Patria como el PRO ven crujir sus estructuras. Las decisiones de la campaña, los armados electorales de cara a las elecciones nacionales de octubre y el malestar que sobrevuela ambos bloques terminaron por armar un combo que dejó a ambos espacios al borde la fractura.
“La semana pasada el bloque ya estaba en llamas y después de los resultados de ayer todo es peor”, confesó un operador del bloque que conduce Germán Martínez.
“Los que hasta ayer fueron albertistas y hoy son kicillofistas, los gobernadores que mandan a votar cualquier cosa, está todo mal”, describieron desde dentro del bloque de Unión por la Patria.
El peronismo no asimila la derrota
Ante ese escenario, en los pasillos del Congreso comienza a hablarse de la ruptura del principal bloque opositor. La interna que se juega cara a cara en la provincia de Buenos Aires, pero que extiende sus tentáculos por todo el país, ya derramó la Cámara de Diputados.
El final por ahora es incierto. Desde la provincia de Buenos Aires, Teresa García, una de las encargadas de expresar la voz de CFK en la arena pública salió esta mañana a intentar calmar las aguas. “Deseamos un foro de Axel con Cristina el 7 de septiembre”, dijo una de las espadas bonaerenses del kirchnerismo y dejó planteado la búsqueda de un acuerdo con el Gobernador.
Un peronismo desordenado, que acumula derrotas y con una conducción que está en disputa, no parece tener hoy la condiciones para mantener un bloque unido.
En ese marco, la utilización del Congreso como caja de resonancia política de la crisis camina rumbo al naufragio. En ese panorama, el primer dato es la imposibilidad por parte de la oposición de convocar una sesión para el próximo miércoles a una sesión para tratar un temario vinculado al sector previsional.
Las dudas del PRO
Pero el peronismo no es el único espacio que no asimila con facilidad el golpe electoral. El PRO, con un bloque de 35 diputados, ve profundizada su crisis. Los encargados de llevar las conversaciones con el PRO en la provincia de Buenos Aires están dispuestos a mantener el espacio como está por lo menos hasta el cierre de listas. Otros legisladores, menos preocupados por la rosca bonaerense, sostienen que mantener el PRO tal cual está en Diputados ya no tiene sentido.
Las discusiones se profundizan con el correr de las horas. Mientras el recinto siga sin trata temas cruciales y pueda evitar la convocatoria a una sesión con proyectos propuestos por la oposición el panorama no cambiará.
Tan sólo cuatro meses faltan para elecciones bonaerenses. Poco más de 60 días para el cierre de listas. La fragilidad es la regla en ambos bloques, tanto en Unión por la Patria como el PRO. Sostener la unidad hasta el recambio legislativo del próximo 10 de diciembre parece una misión imposible para ambos.
Sin embargo, en ninguno de los dos campamentos dan todo por perdido. En el PRO esperan que el silencio de Mauricio Macri ayude a calmar las aguas. En tanto, en UxP desean que la proclamación de las listas de unidad en la provincia de Buenos Aires impida que la sangre llegue al río. Todo está por verse. Por ahora, el único ganador es Javier Milei.