En una entrevista televisiva con el periodista Eduardo Feinmann en el canal LN+, el nuevo canciller argentino, Gerardo Werthein, expuso los principales lineamientos de su gestión y reflexionó sobre los desafíos de la política exterior bajo el gobierno de Javier Milei. Werthein, un empresario y diplomático experimentado, compartió su compromiso de modernizar la Cancillería y reducir los gastos, todo en un marco de alineamiento con la visión de Milei. “Al presidente no le puedo decir que no”, declaró al inicio de la entrevista, subrayando su cercanía personal con el mandatario y su voluntad de aportar al país sin intereses ni ambiciones personales. “Mi única ambición es que mis nietos tengan un país mejor”, afirmó, destacando el enfoque desinteresado con el que asume este cargo.
Werthein, al ser consultado sobre los ejes de su gestión, destacó tres puntos clave: modernización de la Cancillería, reducción de gastos y alineamiento con el presidente. “Quiero transformar la Cancillería en una entidad ágil y tecnológica, alineada completamente con las políticas de Milei”, explicó. En ese sentido, Werthein subrayó que la función de un canciller y de los diplomáticos argentinos es ejecutar la política exterior establecida por el presidente, sin excepciones. Para él, es crucial que la Cancillería actúe con coherencia y refleje los valores y directrices de la administración actual.
Otro de los pilares de su gestión será la reducción de gastos en el cuerpo diplomático. Werthein mencionó casos específicos de “duplicidades” que espera eliminar, como la existencia de embajadas que coexisten con representaciones multilaterales en el mismo país. “Hay países donde tenemos una embajada argentina y otra embajada para un organismo internacional. Esto significa dos embajadores, dobles diplomáticos, dobles residencias, choferes, cocineros. Necesitamos simplificar y reducir esos costos”, explicó, señalando que esta medida podría generar un ahorro significativo para el presupuesto estatal.
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Además de optimizar los recursos, Werthein anticipó que su administración trabajará para eliminar ciertos privilegios que hoy reciben algunos diplomáticos y funcionarios en el exterior. “No puede ser que un embajador tenga chofer, cocinero, una casa de lujo, mientras su segundo en mando no tenga acceso a ninguno de esos beneficios”, afirmó. Para el canciller, esta disparidad genera un “desbalance innecesario” en el personal diplomático y no refleja el espíritu de austeridad que él y Milei pretenden implementar. Werthein también mencionó que muchos consulados reciben beneficios similares a los de una embajada completa, lo que implica un gasto que no siempre es justificable. “Si en Buenos Aires vivimos en departamentos de 150 metros, no veo por qué en Nueva York un diplomático debería vivir en uno de 400 metros”, argumentó.
Coherencia en la política exterior: “No hay lugar para la libre interpretación”
En relación con las funciones de los diplomáticos, Werthein aclaró que su gestión buscará asegurar que todos los funcionarios del servicio exterior cumplan con la política exterior sin interferencias ideológicas. “Los diplomáticos están para ejecutar la política exterior que fija el presidente, no sus ideas personales. No se trata de perseguir ideologías, sino de asegurar que representan la visión del 56% de los argentinos que votaron esta administración”, explicó.
La conversación tocó el delicado tema de la reciente votación de Argentina en Naciones Unidas, en la que el país apoyó a un régimen autoritario. Werthein catalogó esta acción como un “error penoso” y “difícil de perdonar”. “¿Quién podría pensar que Argentina votaría a favor de una dictadura que no respeta los derechos humanos ni la democracia?”, se preguntó retóricamente. Esta votación, sostuvo, refleja una falta de alineación con los principios democráticos que Milei busca proyectar en la política exterior argentina. “El presidente Milei ha sido claro en su postura: Argentina debe defender la democracia, la libertad y los derechos humanos. No podemos comprometernos con regímenes autoritarios ni enviar señales contradictorias en este aspecto”, afirmó.
Para Werthein, los errores en las decisiones diplomáticas tienen graves implicancias. “Cada acción diplomática cuenta, cada voto en un organismo internacional envía un mensaje al mundo”, dijo, y añadió que su tarea será evitar este tipo de contradicciones en el futuro. Según él, en la Cancillería se vivía una suerte de “desalineamiento” y confusión respecto a la postura de Argentina en política internacional, un problema que él considera fundamental resolver. “Este trabajo de coherencia puede parecer simple, pero su impacto es enorme”, subrayó.
Relación con Estados Unidos: el rol de Milei y su sintonía con Trump
Werthein destacó la importancia de la relación con Estados Unidos y enfatizó que Milei ha sido siempre claro sobre su alineamiento con Washington y Tel Aviv. “Desde su campaña, Milei expresó que Estados Unidos e Israel serían aliados prioritarios para su gobierno”, recordó el canciller. Para Werthein, la reciente elección de Donald Trump en Estados Unidos refuerza este alineamiento, y anticipa que una relación cercana entre Milei y Trump podría resultar beneficiosa para ambos países. “Con Biden, la relación era más formal; con Trump, la afinidad es mucho mayor, y eso abre oportunidades”, sostuvo.
Además, Werthein expresó que las posturas de Milei y Trump coinciden en puntos clave, como la libertad económica y el equilibrio fiscal, lo que podría crear una base sólida para una cooperación fructífera. “El presidente Trump siempre promovió el equilibrio fiscal y la eficiencia en el gasto público, conceptos que también son pilares de la gestión de Milei”, señaló el canciller. Werthein resaltó que la administración de Milei busca proyectar una imagen de seriedad fiscal que atraiga inversiones y genere confianza en el exterior.
Como ejemplo del interés que Milei ha generado en la comunidad internacional, Werthein mencionó las reuniones del presidente argentino con empresarios influyentes, como Elon Musk, a quien describió como un aliado potencial y un gran innovador. “Milei ha hecho un esfuerzo extraordinario en abrir puertas en el exterior. No he visto nunca una presentación como la que hizo en el extranjero, hablando directamente con los dueños de empresas y generando interés real en Argentina”, comentó el canciller, quien además resaltó que estas reuniones representan una oportunidad para atraer inversiones que respalden el crecimiento económico del país.
Desafíos en la relación con Brasil
Feinmann preguntó a Werthein sobre la relación entre Milei y el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva. Werthein aseguró que, si bien pueden existir diferencias personales entre los mandatarios, la relación con Brasil es una prioridad estratégica para Argentina. “Brasil es nuestro socio comercial más importante. Vamos a continuar trabajando para fortalecer todos los negocios bilaterales en sectores clave como la industria automotriz y metalmecánica”, señaló el canciller, y añadió que, independientemente de las relaciones personales, el objetivo es mantener una cooperación fructífera con el vecino país.
Werthein subrayó que las relaciones internacionales, a su juicio, son como una “película” y no una “foto fija”, lo que significa que pueden tener altibajos, pero siempre deben buscar un beneficio mutuo. “Las relaciones personales entre líderes pueden cambiar, pero la relación entre Argentina y Brasil está sustentada en intereses profundos que trascienden a sus gobernantes”, explicó.
En consonancia con el plan de Milei de fomentar una política de austeridad, Werthein propuso que los diplomáticos argentinos adopten un estilo de vida más sencillo y acorde con la realidad argentina. “Si en Buenos Aires vivimos en un departamento de 150 metros, no hay razón para que en el exterior tengamos lujos innecesarios”, manifestó el canciller, quien también defendió que los diplomáticos deberían limitar sus gastos en eventos sociales. Según Werthein, el uso de servicios externos para ocasiones especiales es más eficiente que mantener un chef a tiempo completo, lo cual refleja una adaptación a los recursos limitados del país.