12 de octubre 2024 - 19:34hs

El presidente Javier Milei encabezó este sábado un acto en el que se oficializó el cambio de nombre del Centro Cultural Kirchner (CCK), que ahora se llamará Centro Cultural Palacio Libertad Domingo Faustino Sarmiento, según el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que fue publicado por el Poder Ejecutivo el jueves pasado en el Boletín Oficial. El evento contó con la participación de todo el Gabinete nacional y cerca de 100 invitados especiales, incluyendo funcionarios y personalidades del ámbito cultural.

El acto, que comenzó a las 19 horas, marcó un hito importante en la agenda política y cultural del gobierno de Milei. En su discurso de apertura, el presidente señaló que este cambio de nombre es “uno de los primeros pasos para cambiar la historia”, criticando a quienes, en su opinión, intentaron "prostituir la historia" alterando los nombres de sitios emblemáticos y vinculando estas acciones a lo que considera una manipulación de los símbolos nacionales.

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Milei explicó que eligió el nombre de Domingo Faustino Sarmiento para conmemorar los 156 años de la asunción del prócer como presidente de la Nación, un momento que calificó de "fundamental para la consolidación de nuestra nación". Además, hizo un repaso de los logros de Sarmiento y aprovechó la ocasión para señalar los desafíos actuales en el ámbito educativo, apuntando específicamente a los resultados de las pruebas Aprender de 2023.

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Críticas a la educación y la universidad pública

En un pasaje de su discurso, Milei arremetió contra el sistema universitario público, afirmando que “la universidad pública hoy no le sirve a nadie más que a la clase alta y a los ricos”, en una clara alusión a la desigualdad que, según él, caracteriza el acceso a la educación superior en Argentina. El mandatario añadió que el "mito de la universidad gratuita" se ha convertido en un subsidio de los pobres hacia los ricos, argumentando que "solo los hijos de las clases altas y media-alta pueden aprovechar realmente este sistema".

Milei también criticó lo que considera una falta de transparencia en la gestión de las universidades públicas y anunció la intención de su gobierno de realizar auditorías en estas instituciones. Afirmó que el objetivo no es cerrar las universidades, sino “romper con la corrupción que se beneficiaba de estos recursos”, y remarcó que la verdadera movilidad social no se logrará sin una reforma profunda en el sistema educativo.

Si no quieren ser auditados” debe ser porque “están sucios”, dijo el mandatario y agregó: “Podrían permitir que se los audite, ¿no? Acá no está en discusión la universidad pública y gratuita. La discusión es que los recursos son escasos y robar está mal”. “Queremos terminar con las filtraciones del dinero que llega a la universidad y lo que verdaderamente llega a los alumnos y profesores”, dijo Milei y concluyó: "Principio de revelación: si no quieren ser auditados es porque deben estar sucios. Dejen de engañar a los argentinos y digan la verdad, que no quieren ser auditados para mantener sus curros y utilizan y prostituyen una causa noble para seguir defendiendo el robo de algunas agrupaciones políticas".

El discurso de Milei se enmarca en el contexto de una controversia reciente tras el veto presidencial a la Ley de Financiamiento Universitario, un tema que ha generado intensos debates en la sociedad y en el ámbito político. El presidente señaló que el debate sobre la educación en Argentina “está mal enfocado”, destacando que las prioridades deberían centrarse en la educación inicial, ya que “en un país donde la mayoría de los niños son pobres y no saben leer, escribir ni hacer una operación matemática básica, la universidad pública ha dejado de ser una herramienta de movilidad social”.

Un edificio histórico con nuevo propósito

El Centro Cultural Palacio Libertad Domingo Faustino Sarmiento tiene una rica historia que data de finales del siglo XIX, cuando se aprobó su construcción como sede del Correo Central bajo la presidencia de Miguel Juárez Celman en 1888. El edificio, ubicado en la calle Sarmiento 151 de la Ciudad de Buenos Aires, fue diseñado por el arquitecto francés Norbert Maillart y abrió sus puertas en 1928, luego de una serie de modificaciones impulsadas por el presidente Marcelo T. de Alvear.

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El espacio, que cuenta con 100 mil metros cuadrados de superficie, se destaca por su Auditorio Nacional, con capacidad para 1750 espectadores y un escenario de 250 metros cuadrados. Este centro cultural ha sido escenario de importantes eventos políticos y culturales desde su inauguración. Fue declarado Monumento Histórico Nacional en 1997 y se transformó en Centro Cultural Kirchner en 2015, durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, quien en aquel momento destacó que la refacción del edificio había sido un "sueño" de su esposo, el expresidente Néstor Kirchner.

Con la llegada de Mauricio Macri a la presidencia en 2015, el edificio también fue utilizado como sede de eventos de relevancia internacional, como la cumbre del G-20 en 2018. Durante esa administración, hubo intentos de cambiar la denominación del centro cultural, pero no se concretaron.

El nuevo nombre oficializado ahora por el gobierno de Milei busca, en palabras del propio mandatario, "rescatar el legado de los grandes héroes nacionales" y dar un nuevo impulso a la batalla cultural que su administración ha prometido llevar adelante. Leonardo Cifelli, actual secretario de Cultura, también presente en el evento, destacó que la gestión de Milei tiene como objetivo hacer de la cultura un ámbito sustentable y "libre de cepos". Según el funcionario, la nueva denominación del centro cultural es coherente con el propósito del gobierno de "profundizar la presencia argentina en el mercado internacional".

Finalmente, con la publicación del DNU, el Gobierno resaltó la importancia de una "transformación profunda" en el ámbito cultural, y el acto fue un preludio del traspaso de la Secretaría de Cultura a la órbita de Karina Milei, hermana del presidente, quien será responsable de liderar esta transformación en los próximos días.

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