Los despidos en el sector privado se suceden sin solución de continuidad y contrastan con los datos difundidos desde el ministerio de Capital Humano sobre el nivel más bajo de conflictividad de la última década.
Las novedades sobre despidos, cierres y retiros voluntarios ya parecen a formar parte del menú diario en el ámbito laboral. La noticia del día tiene que ver con Archer Daniels Midland, una cerealera multinacional, anunció una reducción global de personal debido a la baja de los precios internacionales. La medida afectará a la Argentina.
La volatilidad global y el ajuste local atentan contra el mercado laboral de forma constante. En poco más de un mes se dieron a conocer despidos y vacaciones anticipadas en por lo menos una decena de grandes empresas que operan en Argentina. La sangría es mayor, pero hay empresas que trabajan denodadamente para que las reducciones de sus plantes no lleguen a los portales.
La decisión de PUMA de comenzar con sus despidos en La Rioja, fue la última de una seguidilla de anuncios de grandes empresas en el mismo sentido. La nómina es larga, comienza con Dánica, sigue con DASS, la textil que fábrica para Adidas, y se ramifica en: Acindar, Toyota, Nissan, SanCor, Nestlé, Granja Tres Arroyos; entre otros.
En ese marco, El Observador dialogó con una de las principales figuras de una multinacional con gran expansión en la Argentina que mantiene una fuerte presencia dentro de los supermercados en varios rubros. “Las consultoras planteaban que la recuperación se iba a ver a fin del año pasado. Eso no sucedió. Ahora dicen que será a partir de abril. Por ahora los números en las ventas no marcan eso. Si hay recuperación, será muy lenta por lo menos en lo que tiene que ver con los números del consumo”, explicó la economista que ocupa un alto cargo dentro de una de los grandes jugadores de la Argentina.
En cuanto a lo que puede suceder con el empleo y el salario aseguró: “En una recesión los salarios siempre van a crecer por debajo de la inflación. Eso es de manual. No hay novedad. En ese marco, el ajuste sobre el mercado laboral es inevitable. Sin embargo, la espiral descendente no es infinita. Tarde o temprano, al igual que los procesos de hiperinflación hay un piso o un techo”.
La mirada de las empresas encaja con los datos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) que marca un declive en el empleo formal que por ahora no parece detenerse.
Los datos marcan que durante el primer año de la gestión de Javier Milei hubo una contracción del empleo formal, con una pérdida de casi 185.000 puestos de trabajo en el período comprendido entre diciembre de 2023 y noviembre de 2024. Este ajuste estuvo impulsado principalmente por la desaparición de la obra pública y la reducción del empleo en el sector privado y estatal.
Según datos oficiales de la Secretaría de Trabajo, el empleo privado asalariado registrado se redujo en 119.000 personas, al pasar de 6.385.000 en diciembre de 2023 a 6.266.000 en noviembre de 2024. La contracción en la obra pública fue uno de los principales factores de esta caída, con la construcción como el sector más afectado.
En paralelo, el empleo público se redujo en 51.000 personas, mientras que el personal de casas particulares registró una baja de 15.000 puestos en el mismo período.