Las autoridades frustraron un presunto golpe bancario a un Banco Macro en San Isidro. Un repartidor avisó sobre un pequeño tubo metálico que emergía entre las baldosas de la vereda, lo que resultó en el hallazgo de un túnel diseñado para acceder a las bóvedas del banco.
El túnel descubierto tiene 150 metros de largo y todas las características de una sofisticada obra de ingeniería civil, en lugar de una improvisada maniobra criminal. Cada detalle refleja un gran nivel de cuidado y precisión. En diálogo con El Observador, Fernando, dueño de un comercio vecino, explicó que la policía revisó los locales lindantes en la noche del miércoles buscando el origen del túnel, que según contó era "una obra de ingeniería": "enchapado en madera, con banquitos para descanso, todo iluminado". Según su versión, los delincuentes erraron en los cálculos, por lo que terminaron saliendo a la calle.
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Casi dos décadas después del famoso "robo del siglo" en el Banco Río de Acassuso en 2006, un intento similar estuvo a punto de ocurrir. Esta vez, el plan fue desbaratado cuando se informó sobre un objeto inusual (una varilla gruesa metálica que emergía de entre los adoquines) frente a la sucursal del Banco Macro en la calle Chacabuco.
Peritos que también analizaron el túnel del robo de 2006 estuvieron examinando la nueva estructura y expresaron que “el nuevo es mucho mejor”.
Un repartidor de materias primas estaba estacionado en su camioneta esperando para hacer una entrega en un restaurante cuando oyó ruidos extraños procedentes del chasis de su vehículo. Intrigado, salió a investigar y descubrió una varilla metálica incrustada debajo de la calle.
El joven avisó a la seguridad del banco sobre la presencia del tubo metálico. En respuesta, el personal alertó a las autoridades llamando al 911, lo que llevó a que un patrullero de la Comisaría 1ª de San Isidro acudiera al lugar para investigar la irregularidad encontrada en la calle.
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Un patrullero de la Comisaría 1ª de San Isidro acudió al lugar para ver qué sucedía en la calle. A través de la Secretaría de Espacio Público, el municipio envió un equipo de inspección para investigar. Por su parte, el personal confirmó que la varilla había sido cortada al nivel del suelo para evitar dañar las ruedas de un camión de caudales al estacionar.
Por eso, se iniciaron excavaciones con maquinaria para investigar su origen. Hacia las 15:00 horas, se llegó a cavar aproximadamente 2,80 metros, permitiendo iniciar el retiro de la varilla, que tenía una longitud de 3,60 metros.
Se verificó el funcionamiento de las alarmas del edificio para que los agentes policiales procedieran a retirar la varilla metálica pero no se esperaban encontrar más enterradas en el mismo lugar.
Aunque en la misma cuadra hay dos bancos, uno del ICBC y otro del Macro, los investigadores creen que los excavadores tenían como objetivo ingresar al banco Macro. Esto se debe a que el túnel continuaba más allá de la entrada del banco ICBC.
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Un portavoz de la Policía Bonaerense explicó, "al comenzar a sacarla se establece que la misma está conectada por tramos por un largo aproximado de tres metros". Posteriormente, se pidió la intervención de las autoridades de la DDI de San Isidro y de la fiscal del área Criminal del Departamento Judicial San Isidro, la doctora Carolina Asprella. Además, se aumentó la seguridad en la zona para prevenir cualquier intento de robo al banco.
Cuando la doctora Asprella llegó al lugar, se llevó a cabo un operativo de excavación en la zona para confirmar si se trataba de un túnel destinado a ingresar en la sucursal.
Tras perforar más de tres metros de profundidad con una excavadora, tuvieron que atravesar una capa de adoquines, seguida por una capa de 60 centímetros de cemento y otro metro de tierra, antes de llegar al área subterránea.
En el interior, encontraron una guarida totalmente organizada. Contaban con material de construcción, paredes encofradas y un sistema eléctrico. Además, hallaron equipos para la extracción de tierra, bolsas con material excavado, y una especie de altillo con dos colchones y un sistema de ventilación con tuberías y un motor.
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Con una extensión de 150 metros, el túnel terminaba a una cuadra del banco. La policía estima que la construcción del túnel tomó entre 6 y 9 meses. Al seguir la ruta del túnel, se descubrió que su origen estaba en un taller mecánico abandonado en la calle Chacabuco al 500. Era un galpón, allí se excavó el suelo, se instaló una escalera de madera y se inició toda la estructura.
Ayer, el pozo excavado con maquinaria llegó a una profundidad de alrededor de tres metros. Sin embargo, las operaciones se detuvieron temporalmente y el trabajo se completará hoy.
La investigación está a cargo de los fiscales Carolina Asprella y Patricio Ferrari, bajo la supervisión del fiscal general John Broyad. Las sospechas de los investigadores se intensificaron, ya que el nivel de organización es inusualmente alto. La considerable inversión de tiempo, dinero y esfuerzo por parte de la banda destaca la magnitud del botín que esperaban obtener.
No se realizaron detenciones ni se identificaron sospechosos en el caso, a diferencia del caso "el robo del siglo". No obstante, se prevé que el hallazgo del origen del túnel podría revelar posibles perfiles de criminales experimentados con habilidades técnicas avanzadas.
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Asprella y Ferrari ya iniciaron la investigación, incluyendo el análisis de cámaras de seguridad públicas y privadas, la recolección de testimonios y la pesquisa del taller donde se comenzó la excavación. Lo que reveló la presencia de los delincuentes fue un despiste en la construcción.
El hallazgo se produjo inicialmente ayer a las 9:30 de la mañana por el repartidor que esperaba en su camioneta
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