5 de septiembre 2024
8 de agosto 2024 - 20:47hs

Un proveedor del café fue quien descubrió la varilla de hierro entre los adoquines por la que se había excavado el túnel. A él se acercaron el personal de la confitería y otros comerciantes, cuya curiosidad fue el primer paso para frustrar lo que pudo haber sido un nuevo Robo del Siglo, un golpe de la modalidad boquetera en una entidad bancaria. En este caso una sucursal del Banco Macro.

Así descubrió el delivery la varilla del túnel

El hallazgo de la varilla de hierro enroscada derivó en un descubrimiento de un túnel de, por lo menos, 150 metros de largo y 4,5 de profundidad, que comenzaba en un depósito situado en Chacabuco 561, donde tiempo atrás funcionó un taller de reparación de autos especializado en inyección, y terminaba debajo del Banco Macro situado en Chacabuco 444.

“El túnel fue encofrado en madera. Parte del trayecto tenía 1,20 metros de altura y se hacía difícil respirar por la falta de oxígeno”, dijo un detective que participa de la investigación.

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Tras el hallazgo y como no pudieron sacar la varilla de entre los adoquines, los comerciantes de la zona decidieron doblarla para que ningún conductor se la llevara por delante. Después le pidieron al personal de seguridad del banco que colocara un cono naranja fluorescente para que quedara señalizado el lugar.

La policía custodia el lugar donde se descubrió un túnel de más de tres metros de profundidad hecho para robar un banco en San Isidro.

Un analista técnico revisó todas las alarmas y los sensores del banco y no encontró ninguna anomalía. Sin embargo, se comunicaron con personal de la comisaría 1a. de San Isidro para “dar aviso de lo sucedido”. A las 20, un patrullero de la policía bonaerense se estacionó en Chacabuco al 400 para vigilar en forma preventiva las proximidades del banco.

Ayer a la mañana, a las 8, hubo una comunicación con la Subsecretaría de Obras Públicas de la Municipalidad de San Isidro y poco después se decidió romper la calle y ver hasta dónde llegaba la varilla que había quedado clavada en los adoquines.

“Al comenzar a sacar la varilla se estableció que estaba conectada por tramos por un largo de aproximadamente tres metros. Entonces, se decidió excavar para ver hasta dónde llegaba el túnel”, sostuvo una fuente de la investigación.

La primera sospecha fue que el túnel podía conectar con una propiedad situada en la vereda de enfrente del banco, pero pronto esa hipótesis se descartó. Después de más de 12 horas de trabajo, se descubrió que el túnel comenzaba en un galpón situado en Chacabuco 561.

En el viejo taller, detectives de la policía bonaerense y personal de la Municipalidad de San Isidro hallaron colchones, que indicarían que la banda dormía en el lugar, y bolsas plásticas y de arpillera similares a las que utilizadas por los corralones para vender arena para obras en construcción, donde cargaban la tierra que sacaban a medida que hacían el pozo.

“Por lo menos, los delincuentes estuvieron un año cavando el túnel. Es algo nunca visto. Es una verdadera ‘obra de ingeniería’. Todo perfectamente calculado. Hasta tenía alfombra y una iluminación extraordinaria”, afirmó una fuente de la investigación en plena inspección del galpón.

“La planificación para hacer el túnel que tenía la intención de llegar hasta la sucursal del Banco Macro fue superior a la que llevaron adelante los delincuentes que protagonizaron el denominado Robo del Siglo [por el golpe ocurrido el 13 de enero de 2006 en la por entonces sucursal Acassuso del Banco Río donde un grupo de ladrones vació 145 cajas de seguridad y se llevó un botín millonario, estimado en 19 millones de dólares]”, dijo una fuente de la investigación.

El túnel que conducía al banco Macro de San Isidro, por dentro

Los delincuentes que estuvieron detrás del Robo del Siglo, mientras la policía bonaerense rodeaba el banco situado en avenida del Libertador y Perú, escaparon en gomones motorizados, a través de un túnel que desembocó en la red del desagüe pluvial.

“Tenemos la buena noticia de qué gracias al trabajo en conjunto entre la policía bonaerense, la Fiscalía General de San Isidro y la Municipalidad se pudo desbaratar un intento de boquete para atentar, supuestamente, las cajas de seguridad del Banco Macro en pleno centro de San Isidro”, sostuvo el intendente Ramón Lanús en una publicación subida hoy a las 2 en sus redes sociales.

Desde que se encontró el túnel, los detectives policiales y judiciales analizan las cámaras de seguridad instaladas en las cercanías del galón donde la banda comenzó a hacer el túnel para intentar identificar a los delincuentes y vehículos que entraban y salían del depósito.

También comenzaron a tomarle declaración testimonial a vecinos y comerciantes, quienes comenzaron a contar que en los últimos días escucharon ruidos que no les parecían normales.

Entrada la madrugada, los investigadores policiales y judiciales todavía se preguntaban si el lugar elegido para dar el golpe no era un mensaje subliminal: vaciar cajas de seguridad a tan solo 150 metros del edificio de los Tribunales de San Isidro. No tenían dudas de que el robo iba a ocurrir durante el fin de semana.

Cómo es el túnel que hicieron para intentar robar un banco en San Isidro

“Mejor que el del Chapo Guzmán”, así lo definieron los investigadores de la policía bonaerense que trabaja para intentar identificar a los ladrones que están detrás del plan criminal.

Todos los que bajaron y caminaron por el lugar quedaron sorprendidos. No dudaron en definirla como “una obra de ingeniería”. “Le pusieron hasta alfombra”, repetían asombrados. Se referían al túnel que una banda criminal hizo en una calle de San Isidro con el objetivo de robar las cajas de seguridad de una sucursal del Banco Macro.

El túnel comenzaba en un galpón tipo depósito situado en Chacabuco al 561 y cuando fue descubierto ya estaba a la altura de la puerta de la sucursal bancaria, en Chacabuco 444.

“El túnel descubierto es mejor al que conocemos del Chapo Guzmán”, dijo, con asombro, una calificada fuente de la investigación. La referencia es al túnel utilizado por el temible narco mexicano Joaquín Guzmán Loera, el Chapo, para escapar del penal de máxima seguridad del Altiplano de la localidad de Almoloya de Juárez, a 70 kilómetros al oeste de la Ciudad de México.

La fuga ocurrió la noche del 11 de julio 2015, cuando desapareció después de ingresar al sector de duchas de la prisión, donde habitualmente realizaba su aseo personal. Guzmán salió por un túnel excavado por debajo de la cárcel.

La palabra de un experto: “Llama la atención lo prolijo que es el túnel”

Sebastián García Bolster, uno de los autores del golpe en el Banco Río, en 2006, se mostró sorprendido por el trabajo de quienes, presuntamente, pretendían llegar a la bóveda del banco Macro de San Isidro.

Bolster, uno de los cinco partícipes del llamado “Robo del Siglo”, en el que se lo conoció como “el ingeniero”, porque aportó sus conocimientos técnicos a la ejecución del plan ideado por Fernando Araujo para entrar en la bóveda del banco Río de Acassuso y simular una toma de rehenes para poder escapar a través de los ductos pluviales, el 13 de enero de 2006.

Por las eventuales similitudes, e incluso por la cercanía geográfica entre un caso y otro, por estas horas aparece como una “voz calificada” para hablar del sorprendente hallazgo. Y se mostró sorprendido por el trabajo de quienes realizaron esa obra preparatoria de un hipotético golpe, sospechosos que, por ahora, son fantasmas.

“Llama la atención lo prolijo que es el túnel”, manifestó García Bolster a la agencia Noticias Argentinas luego de que se hiciera público el caso descubierto que es similar al que realizaron hace 18 años.

Al ser consultado sobre el plan que llevaron a cabo en 2006, el ingeniero explicó: “Nosotros no hicimos el túnel para ir por la bóveda como en este caso, sino que era el camino para escapar”.

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