Uno de los testigos, en un gesto revelador, incluso se atrevió a asegurar que Hugo Auradou y Oscar Jegou "son inocentes" y que es imposible que haya sucedido lo que la víctima denunció sin que alguien lo hubiera percibido.
Sin embargo, ambos deportistas aclararon que no tienen una relación de amistad previa con los acusados, y por lo tanto no hay conflicto de intereses que los impulse a defenderlos. Afirmaron que en las tres semanas que compartieron en Mendoza, observaron que Auradou y Jegou eran “buenos chicos, respetuosos, educados, y buenas personas”.
El abogado defensor, Cúneo Libarona, busca dar un giro nuevo a la defensa de Auradou y Jegou. Para refutar la versión de la víctima, Libarona pretende demostrar que los ruidos en el hotel no serían lo suficientemente fuertes como para ser percibidos por los testigos. Para respaldar esta teoría, solicitó una prueba de acústica que analice el material de las paredes que separan las habitaciones, sospechando que sean de durlock, un material conocido por su capacidad para transmitir sonidos con facilidad.
En el marco de la investigación, se planificaron varias medidas para esclarecer los hechos. Una de ellas es una inspección ocular que se realizará a principios de agosto para determinar las divisiones entre las habitaciones y qué tipo de material están hechas.
Mientras tanto, los abogados de la víctima presentaron una queja formal contra el abogado defensor Cúneo Libarona, quien publicó una foto en la que se ve a los jugadores franceses sonriendo ante la cámara en una vivienda particular, donde cumplían con la detención con tobillera. La publicación ha generado críticas y controversia en el ámbito público.
“Nosotros le hicimos saber al Ministerio Público de esta foto que la vio la denunciante y sintió que se le estaba faltando el respeto. No hay que perder de vista que están detenidos e imputados. Creemos que fue una ofensa a la víctima”, retrucó la querella.
Hace dos semanas, la fiscalía dictó una orden de prisión domiciliaria para los dos jugadores franceses, Hugo Auradou y Oscar Jegou, que fueron condenados a cumplir su detención en libertad bajo caución. Los deportistas tuvieron que pagar un total de 10 millones como garantía para su libertad. Además, la Justicia emitió una orden de prohibición de acercamiento a la víctima, lo que implica que los dos jugadores no pueden aproximarse a ella en un radio determinado. Además, se mantiene la orden de captura internacional para garantizar su comparecencia en el proceso judicial.
La denuncia a los rugbiers franceses
De acuerdo con la denuncia, los rugbiers franceses Oscar Jégou y Hugo Araudou abusaron de la joven luego de un encuentro entre la selección francesa -“Les Bleus” y la argentina -“Los Pumas”- que tuvo lugar en la capital mendocina el sábado 6 de julio en el Estado Malvinas Argentinas.
A modo de festejo los deportistas fueron al bar Beerlín donde integrantes del seleccionado bebieron whisky, vodka, gin y cerveza, hasta pasadas las 2 de la madrugada. Un grupo más pequeño fue al boliche Wabi, donde también estaba la denunciante con otra amiga. Allí Auradou comenzó a charlar con ella y le ofreció beber un trago. La quiso convencer de ir al baño del boliche, pero ella se negó, según la declaración de la mujer.
Cerca de las 5 de la madrugada, el rugbier la invitó al hotel Diplomatic a seguir tomando tragos. La mujer de 39 años se habría trasladado junto a Auradou, otro rugbier y una chica mendocina al Diplomatic Hotel, un hotel cinco estrellas donde se alojaba la Selección de Francia, en un Cabify.
El ingreso al hotel fue captado por las cámaras de seguridad, tanto en los pasillos como en el ascensor, donde Auradou y la mujer se besaron y él quiso quitarse la ropa. Subieron al sexto piso, al llegar a la puerta de la habitación 603 el deportista se dio cuenta de que no tenía la tarjeta para abrir, por lo que bajó solo al lobby para pedir una copia. La mujer lo esperó en el pasillo y cuando regresó Auradou, ingresaron a la habitación.
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Lo que sucedió luego es materia de investigación de la Justicia: la mujer sostiene que, ante la negativa de tener sexo sin protección, el joven la golpeó y la abuso en reiteradas oportunidades.
“Abrió la puerta y solamente había botellas de agua, pero no bebidas. Le pedí ir al baño. Sin mediar palabras me tomó de ambos brazos y me tiró a la cama. Le pedí que me dejara ir a mi casa, se lo decía en inglés, pero me decía que no”, declaró la víctima. “Me quitó la ropa, me empezó a ahorcar, me pegó cachetadas en la cara y me abusó sexualmente, sin usar preservativo”, denunció la mujer.
Minutos más tarde habría entrado Jégou a la habitación y también la habría agredido sexualmente. “Un rubiecito (sería Jegou) quien al verme, se desnuda, me arrastra, y empieza a abusarme. Yo les pedía por favor que no lo hicieran y que me dejaran ir”, aseguró.
Horas después, y con los rugbiers ya dormidos, ella pidió un Cabify y se fue a su casa. De acuerdo con la versión de los jugadores, si existió una relación sexual consentida por las partes.
En declaraciones públicas, la abogada de la víctima, Natacha Romano, aseguró que los rugbiers la habrían abusado en al menos seis oportunidades y que la habrían tenido cautiva por varias horas. Además, dijo que la joven sufrió “hechos aberrantes y denigrantes”: “la mordieron, la arañaron y la ahorcaron”. “La herida más visible es un golpe de puño que tiene en uno de los ojos, con un hematoma. También en el cuello, en el mentón, en sus pechos, en las piernas y en la espalda”, sostuvo la abogada.
La mujer realizó la denuncia en la comisaría local y, posteriormente, se inició una rápida investigación que concluyó con la aprehensión de los dos jugadores por parte de la Policía Federal Argentina en la Ciudad de Buenos Aires, antes de que los jóvenes viajaran a Montevideo, donde enfretarían a “Los Teros”, el seleccionado uruguayo.
Tras la detención, los jugadores fueron trasladados a Mendoza para las pericias ordenadas por la Justicia. Luego, fueron formalmente imputados por la Unidad Fiscal de Delitos Contra la Integridad Sexual de Mendoza por abuso sexual con acceso carnal agravado, debido a la presunta participación conjunta en una violación grupal.
El abogado, hermano del ministro de Justicia de la Nación, Mariano Cúneo Libarona, negó las acusaciones de la víctima, afirmando que se trató de una relación consentida.
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Después de la detención de los jugadores de rugby franceses en Buenos Aires, Oscar Jégou (21) afirmó su inocencia durante una conversación con su familia. El jugador admitió haber mantenido relaciones íntimas con la denunciante, pero subrayó que estas fueron consensuadas por ambas partes.
"Soy inocente, no hice nada", fue el mensaje que Jégou transmitió a su hermano a través de comunicación electrónica.
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Sin embargo, el testimonio del chofer de una aplicación de viajes que trasladó a la mujer que denunció a los rugbiers franceses, Oscar Jégou y Hugo Araudou, sembró dudas sobre la versión que dio la mujer de 39 años presuntamente violada. El conductor de Cabify que había trasladado a la víctima desde el Diplomatic Hotel hasta su domicilio aseguró ante la fiscalía que el recorrido fue “normal” y negó haber visto signos de violencia en la presunta víctima. Sin embargo, el chofer no fue concluyente, ya que dijo que la mujer viajó en el sector trasero del automóvil.
En un giro inesperado, los jugadores de la Selección francesa de rugby, Oscar Jégou y Hugo Auradou, obtuvieron el beneficio de la prisión domiciliaria gracias a un planteo presentado por su abogado defensor, Rafael Cúneo Libarona.
De acuerdo con el Ministerio Público Fiscal mendocino, “Teniendo en cuenta el nivel de prueba alcanzado y la inexistencia de riesgo procesal, resulta viable el otorgamiento de la detención domiciliaria con una caución personal para cada uno de ellos. Asimismo, ambos contarán con pulseras de movimientos".
Ahora, el abogado defensor de los jugadores se centra en utilizar las filmaciones de las cámaras de seguridad y varios testimonios para impulsar un sobreseimiento del caso.