El influencer y youtuber uruguayo Yao Cabrera, quien cuenta con más de 25 millones de seguidores en sus redes sociales, fue arrestado por la Policía Federal Argentina (PFA) en Córdoba para comenzar a cumplir su condena de cuatro años de prisión. La sentencia fue dictada tras ser hallado culpable del delito de trata de personas con fines de explotación sexual, laboral y reducción a la servidumbre.
La condena fue impuesta en abril del año pasado por el Tribunal Oral Federal (TOF) N°3 de San Martín, en un juicio unipersonal presidido por la jueza Nada Flores Vega, con el fiscal general Eduardo Codesido y la fiscal auxiliar María José Meincke Patané como representantes del Ministerio Público.
Aunque Cabrera no fue detenido de inmediato debido a que la condena no había quedado firme, la Cámara Federal de Casación Penal desestimó un recurso de la defensa y ordenó su arresto, el cual se llevó a cabo el jueves pasado en Córdoba.
Marcos Ernesto Cabrera Rodríguez, el verdadero nombre del youtuber, nació el 18 de febrero de 1997 en Montevideo, Uruguay. A través de sus publicaciones en redes sociales, logró acumular una gran cantidad de seguidores, en su mayoría jóvenes de entre 5 y 14 años, quienes siguen sus bromas de mal gusto y retos, que incluyen simulaciones de muertes y secuestros.
A lo largo de los años, Cabrera acumuló varias denuncias por delitos como abuso sexual, corrupción de menores, parafilia y trata de personas. Algunas de las denuncias fueron interpuestas por su exmanager, Jorge Zonzini, en octubre de 2020, así como por la exdiseñadora gráfica Giovanna De Mitole y los exeditores Mariano Fernández y Joaquín Apesteguía, quienes trabajaron en la organización VIRAL/WIFI dirigida por el influencer.
La causa por la cual Cabrera fue condenado se tramitó en el Juzgado Federal de Campana, a cargo del juez Adrián González Charvay, quien le impuso la prohibición de salir del país y un embargo millonario.
Según Zonzini, él y los exempleados de Cabrera presentaron en el juicio pruebas sobre el uso de sistemas de multiestafas dirigidos a niños vulnerables y sus padres, abusos sexuales, corrupción y facilitación de la prostitución de menores, además de posibles indicios de venta de estupefacientes en eventos.
Giovanna De Mitole, quien fue víctima de trata, declaró en Cámara Gesell ante la Procuraduría de Trata de Personas (Protex) y la Oficina de Violencia Doméstica (OVD) de la Corte Suprema, así como ante el Departamento de Trata de la PFA, y debió vivir bajo protección en un refugio para víctimas. Según su testimonio, Cabrera la redujo a la servidumbre, ofreciéndole un lugar para vivir y comida a cambio de su trabajo, y la mantuvo bajo su control entre diciembre de 2019 y enero de 2020. De Mitole logró escapar de la "Mansión WIFI" tras su salud deteriorarse y ser llevada al hospital.
Existen más causas pendientes en su contra, entre ellas una por delitos sexuales contra menores en Escobar, que incluye abuso sexual y otros casos relacionados con tráfico de drogas.
La defensa de la víctima fue patrocinada por la Defensoría de Víctimas de Trata de la Provincia de Buenos Aires, representada por la abogada Inés Jaureguiberry.
Zonzini afirmó que, tras la detención de Cabrera, el influencer enfrentará más años de prisión debido a las numerosas causas federales y provinciales que tiene en su contra.
Según la sentencia, los delitos por los que fue condenado se cometieron en un country de Escobar entre diciembre de 2019 y enero de 2020. El acusado sometió a la víctima a condiciones laborales precarias, dándole alimentos insuficientes y en mal estado, bajo la promesa de un salario, vivienda y comida. Para lograr su objetivo, aprovechó la vulnerabilidad de la víctima.
En su alegato, el fiscal Codesido señaló que la víctima estaba en una situación de gran vulnerabilidad, y Cabrera la sometió a largas jornadas laborales de más de 12 horas, a veces sin descanso. La jueza también ordenó una compensación de 6.000.000 de pesos a la víctima como parte de la reparación integral.
