El asesinato de Susana Montoya, quien era viuda de Ricardo Fermín Albareda, un subcomisario de la División Comunicaciones de la Policía de Córdoba con vínculos con el ERP, tomó un giro sorprendente. En las últimas horas, su hijo Fernando, miembro del grupo HIJOS, fue detenido bajo la acusación de haber cometido el homicidio.
El caso fue tratado con un estricto secretismo. La decisión del fiscal Juan Pablo Klinger de proceder con la detención de Fernando se basa en las sospechas que surgieron dentro del círculo cercano a Susana Montoya, asesinada el 1 de agosto en su hogar en Córdoba. Un indicio clave fue que no hubo signos de violencia en los accesos de la vivienda.
La pista decisiva fue el hallazgo de una pintura en una pared de la propiedad, aparentemente hecha con labial rojo, que decía: “Los vamos a matar a todos. Ahora vamos por tus hijos #Policía”. Esta amenaza resultó ser crucial para avanzar en la investigación. El informe preliminar del Área de Grafocrítica de Policía Judicial reveló que “los manuscritos presentan grafocinetismos afines con algunos de los grafismos de los anónimos analizados con motivo de las amenazas denunciadas el 8 de diciembre del año 2023 por el imputado, presentando ambas características similares a las de Fernando Armando Albareda”.
En diciembre pasado, Fernando había denunciado la aparición de carteles amenazantes en la puerta de su casa, que contenían mensajes como: “Sos hijo de terrorista. Se terminaron los amigos de la Policía”; “No vayas más a la escuela ni a Jefatura”, “Va a morir”; “Te vamos a juntar con tu papito”, junto con seis balas calibre .22.
Así, se estableció que tanto la pintada en la escena del crimen de Montoya como los carteles amenazantes fueron realizados por la misma persona: Fernando Albareda. Ahora, falta conocer el resultado de la pericia definitiva.
Fernando fue trasladado al penal de Bower, y el fiscal Klinger está a la espera de su traslado a la sede judicial para la indagatoria por homicidio agravado por el vínculo. La investigación cuenta con la participación de la Unidad Judicial de Homicidios, la Brigada de Investigación de Homicidios –dependiente de la Dirección General de Investigaciones Criminales de la Policía de la Provincia– y los gabinetes científicos del Ministerio Público Fiscal de Córdoba.
El asesinato de Susana Montoya
Susana Beatriz Montoya, una jubilada de 74 años, fue hallada sin vida en su hogar de Córdoba en una escena perturbadora. La mujer, viuda de Ricardo Fermín Albareda—un subcomisario que sufrió torturas y asesinato tras ser desaparecido en 1979—y madre de Fernando Albareda, activista de H.I.J.O.S, fue encontrada con un arma blanca incrustada en el cuello, acompañada de manchas de sangre y la huella de su mano izquierda en el lugar del crimen.
El hallazgo del cadáver este sábado causó conmoción. Después del asesinato, distintos organismos de Derechos Humanos exigieron que la Justicia de Córdoba y el Poder Ejecutivo investiguen el caso con celeridad y garanticen la protección del hijo de la víctima.
Los grupos de Derechos Humanos de Córdoba publicaron un comunicado en el que manifiestaron su preocupación y desasosiego por el asesinato de Montoya, pidiendo una pronta resolución del caso.