La investigación en curso contra el ex diputado provincial Germán Kiczka por acusaciones de pedofilia, tomó un nuevo rumbo con el allanamiento realizado en la residencia de sus suegros.
La Unidad de Cibercrimen de la Policía de Misiones realizó un operativo en el que se confiscaron dos netbooks pertenecientes a un plan educativo nacional, así como un disco rígido, una CPU y tres teléfonos celulares. Estos elementos serán objeto de peritajes para determinar si contienen material relacionado con el abuso sexual infantil.
El juez de Instrucción Miguel Ángel Faría emitió una orden de allanamiento para investigar al ex legislador de 44 años, quien se encuentra en prisión preventiva debido a la acusación de pedofilia. En el centro penitenciario, el misionero, comparte espacio con su hermano Sebastián, de 47 años, quien también enfrenta cargos por el mismo delito.
A primera hora, los agentes llegaron a la vivienda ubicada en la intersección de las calles Venezuela y Alem, en el partido de Apóstoles, donde se encontraban los objetivos de la operación.
75NCLVEXKVC5TN2ZOMRESTLSUI.avif
Poco después de la llegada de los agentes, la pareja de Germán Kiczka apareció en escena, expresando su disgusto por el desarrollo de la situación.
En el patio de la residencia, una investigación reveló que dos computadoras portátiles del Plan Conectar Igualdad y el cargador de un teléfono móvil, que no correspondía a los dispositivos secuestrados en la vivienda, habían sido escondidos en una bolsa de alimento para mascotas, oculta entre las plantas.
Mientras se llevaba a cabo el operativo policial, los suegros de Kiczka experimentaron una descompensación y necesitaron recibir atención ambulatoria en el lugar, proporcionada por un equipo del hospital de Apóstoles.
El equipo investigador obtuvo información valiosa a partir de los dispositivos electrónicos secuestrados en la residencia del legislador, lo que permitió desarrollar un procedimiento en el lugar. Durante el análisis, se encontró una conversación en WhatsApp entre Germán y su pareja, en la que se discuten los planes de eliminación de una notebook marrón porqué “puede haber material viejo” y que “no sea cosa que un día caigan a casa o algo”. La mujer le advierte a Germán, “rompela o llevala a lo de Clarita”.
La conversación telefónica se remonta a abril del pasado, dos meses después de que la Justicia hubiera ordenado el allanamiento de la residencia del padre del diputado, en virtud de una orden emitida por una fiscalía porteña. En ese contexto, Germán intenta transmitir una sensación de tranquilidad a su pareja, “Ok china, pero yo tengo fueros”. Luego, explica: “No pueden entrar a mi casa de ninguna forma... no hay juez que pueda”.
A medida que la conversación continúa, Germán no se satisface con las respuestas de su pareja y sugiere “meter en una bolsa y la llevamos a lo de mi mamá”. Esta sugerencia llevó a la Justicia a tomar medidas, ordenando el allanamiento de la casa, aunque dejó claro que no se consideraba a los jubilados involucrados en la investigación.
La conversación revela que la esposa de Germán, Kiczka, parece estar al corriente de los materiales de abuso sexual que éste estuvo consumiendo. Germán se dirige a ella con un tono de sorpresa y admisión: “Aaaah mirá cómo revisaste todo eh... no se te escapó nada”. La respuesta de la esposa es categórica y directa: “Lo del aparato me contaste vos, que pusiste las fotos ahí”. La conversación se cierra con una nueva indirecta de la mujer, quien le asegura, “Yo ya no reviso esas pavadas, me voy a las cuentas del banco”.
En el marco de la investigación, se está explorando la posible implicación de la mujer en el consumo de material de pedofilia. A través de los chats, se estableció que estaba al corriente del hecho de que su pareja, el entonces diputado, poseía y compartía material de abuso sexual infantil a través de la plataforma eMule.
En el contexto de la investigación sobre la causa de pedofilia relacionada con los hermanos Kiczka, la Justicia está también examinando la posible implicación de una funcionaria del Juzgado de Paz de Apóstoles, cuya relación con el defensor de los hermanos Kiczka en la causa fue establecida.
El diputado, durante su período como prófugo en el mes de agosto pasado, utilizó el teléfono de un cuidador del camping municipal de Loreto, en la provincia de Corrientes, para mantener varias comunicaciones con desconocidos.
Germán Kiczka perdió su inmunidad el 22 de agosto, pero solo seis días después fue detenido después de que una mujer denunciara su paradero en la localidad de Loreto. En tanto, su hermano Sebastián Kiczka fue capturado dos días después en una zona rural a unos 30 kilómetros de Apóstoles, donde se encontraba vagando y subsistiendo con limones como única fuente de alimentación.
Después de ser detenidos, los hermanos Kiczka fueron inicialmente llevados a la comisaría segunda de Apóstoles, pero posteriormente, el juez Faría ordenó su traslado a la Unidad Penal de Cerro Azul, donde están actualmente retenidos en celdas individuales, con aislamiento total del resto de los reclusos.