Los rugbiers franceses Oscar Jégou y Hugo Araudou, acusados de abuso sexual en Mendoza, están a un paso de regresar a Francia tras la autorización concedida por los tres fiscales que intervienen en el caso. Sin embargo, la decisión final depende de la jueza de garantías, Eleonora Arenas, quien podría aprobar la medida en una audiencia programada para este martes. La audiencia también abordará pedidos presentados por la querella, que podrían influir en la resolución.
Según fuentes cercanas al caso, los fiscales de la investigación, así como los de Género y Cámara, coincidieron en permitir el retorno de los imputados a Francia, pero con la condición de que cumplan con ciertas medidas de conducta. Estas medidas incluyen presentarse en el consulado argentino cada vez que sea requerido por la Justicia y fijar un domicilio legal y virtual. Sin embargo, la autorización aún no es efectiva, ya que depende de la firma de la jueza Arenas, quien podría resolver la situación durante la audiencia de este martes.
El avance de los rugbiers hacia la posibilidad de regresar a su país generó una reacción inmediata de la querella, que este lunes presentó una recusación contra los fiscales de instrucción Darío Nora y Daniela Chaler, jefa de la Unidad Fiscal de Delitos Contra la Integridad Sexual. Los abogados de la denunciante, Mauricio Cardello y Natacha Romano, argumentaron que los fiscales han favorecido a los imputados con sus dictámenes, poniendo en riesgo el proceso judicial y dejando a la denunciante en una situación de desprotección.
En su escrito, los querellantes señalaron que los fiscales habían recomendado el levantamiento de medidas impuestas a los acusados, como la prisión preventiva y la prohibición de salir del país, sin considerar suficientemente la perspectiva de género en su análisis. "Los dictámenes de los señores fiscales enuncian llamativamente falta de elementos de convicción suficientes para sostener la ocurrencia del hecho en las circunstancias en que fue denunciado, en total contradicción de su propio criterio cuando ordenaron la captura y la imputación de los denunciados", afirmaron Cardello y Romano.
Dudas sobre la denunciante
La situación se complica aún más debido a las ausencias de la denunciante en audiencias clave. La semana pasada, la joven no asistió a una audiencia importante, ni a otra programada previamente. Tras estas ausencias, presentó una carta en la que alegó haber sido sometida a "un apriete psicológico" y expresó su frustración con el proceso judicial. "Me arruinaron la vida, manejando a la prensa despiadadamente con una condena social en mi contra", escribió en la carta, agregando que no se encuentra en condiciones de enfrentar la etapa judicial en la que se realizarían las pericias psicológicas.
Los hechos denunciados ocurrieron el 7 de julio pasado, luego de un partido de rugby entre la Selección francesa y Argentina en Mendoza. La denunciante y Hugo Araudou se conocieron en un bar y luego se dirigieron al Diplomatic Hotel, donde Araudou compartía habitación con Jégou. Según el testimonio de la joven, ambos jugadores la golpearon, mordieron, ahorcaron y abusaron de ella en repetidas ocasiones. Sin embargo, los rugbiers fueron liberados por la Justicia provincial dos semanas después debido a supuestas contradicciones en el relato de la víctima.
A pesar de su liberación, los acusados permanecieron en Mendoza bajo prisión domiciliaria con tobillera electrónica durante 48 días. Durante ese tiempo, se radicaron en una casa de la ciudad acompañados por sus familiares. A mediados de agosto, la fiscalía decidió que los rugbiers continuarían imputados, pero en libertad.
El fiscal adjunto en lo penal, Gonzalo Nazar, informó que los rugbiers deberán someterse a una pericia psiquiátrica como condición para regresar a Francia, tal como lo solicitó la querella. Los abogados de la denunciante argumentaron que los dictámenes de los fiscales, que consideran que los acusados no presentan trastornos en la faz sexual ni impulsividad, colocan en riesgo el proceso judicial. En respuesta, los fiscales señalaron que, aunque existen contradicciones en el relato de la denunciante, los hechos deben seguir siendo investigados y, por el momento, no hay pruebas suficientes para justificar una prisión preventiva.
Entre las supuestas contradicciones mencionadas por los fiscales se encuentran detalles sobre la dinámica del encuentro entre la denunciante y los rugbiers, como el motivo por el cual accedió a ir al hotel y su comportamiento posterior al incidente. También se refirieron a una serie de audios en los que la denunciante describe a uno de los jugadores de manera positiva, lo que según los fiscales, podría generar dudas sobre la veracidad de las acusaciones.
En uno de los audios, la denunciante comenta: "Tremendo el pendejito. Un chabón re enamoradizo, tremendo el morocho, hermoso, unos ojos…". En otro mensaje, agradece a una amiga por haber cuidado a su hija, lo que le permitió salir a bailar. Estas grabaciones fueron incorporadas al expediente y utilizadas por los fiscales para cuestionar la consistencia del testimonio de la joven.
La querella, por su parte, sostiene que el abuso fue real y que la denunciante tomó conciencia de lo sucedido al llegar a su casa y percatarse de las lesiones que había sufrido. Insisten en que el caso debe ser investigado con perspectiva de género y que la falta de pruebas físicas contundentes no descarta la posibilidad de un abuso.
