El informe elaborado por el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) que recopila los datos desde 2010 hasta la fecha, muestra a la pobreza en los niveles más alto de todo el periodo. Según el estudio el 62,9% de los chicos y adolescentes que viven en la Argentina son pobres y el 16,2% se encuentran en la indigencia.
El informe va en sintonía con la publicación realizada por UNICEF hace unos días, en la que marca que más de 1 millón de niños se van a dormir sin comer y advierte que casi 5 adultos saltean al menos una comida por fía.
El estudio de la UCA advirtió que “el esfuerzo de los hogares y la cobertura de las políticas públicas han tenido un papel crucial en la mitigación de la pobreza, pero persisten desafíos estructurales en la economía que requieren atención, y que ejercen un fuerte impacto en las estructuras de oportunidades de los hogares y sus miembros niños, niñas y adolescentes”.
El trabajo lleva por título: "Trazando el Camino: Privaciones Estructurales, Avances y Desafíos en los Derechos de la Infancia y Adolescencia. Argentina 2010-2023″. Allí se marca claramente el camino del deterioro en los niños y adolescentes en las posibilidades de satisfacer las necesidades mínimas, como la comida y el acceso a una vivienda.
En los últimos 13 años, el relevamiento llega hasta 2023, el problema se agravó, más allá de mejoras momentaneas. En ese marco, el estudio detalla que la proporción de hogares y personas con dificultades para acceder a una canasta básica alimentaria subió casi de manera permanente.
La medición de la pobreza
Además, el estudio realizado por la UCA, suma un carácter multidimensional, es decir que la evaluación de la condición social va más allá de lo que se puede medir por ingresos. En ese marco, se seleccionaron seis dimensiones de derechos: alimentación, saneamiento, vivienda, salud, información y estimulación/educación. A partir de estas variables se determinó que el 56,3% de los chicos y adolescentes fue pobre multidimensional el año pasado.
Además, el 16,1% sufre pobreza multidimensional de manera severa, mientras que el 16,2 padece indigencia monetaria infantil, cifras que eran mayores en 2010. Desde el Barómetro de la Deuda Social de la Infancia de la UCA alertaron: “En este sentido, estamos en presencia de mejoras, particularmente en la pobreza multidimensional medida de acuerdo con el umbral severo. Esto es debido a los avances en indicadores del hábitat como el hacinamiento y la calidad de la vivienda y en materia de escolarización”.
El informe de la UCA que advierte que el 63% de los chicos y adolescentes son pobres y el 16,2% son indigentes, así como que el 32,2% de los chicos y adolescentes en la Argentina Urbana actual sufren inseguridad alimentaria.
Desde la UCA que el problema es más grave de los que muestran los números. Si no fuera por los programas sociales la inseguridad alimentaria en los menos de 17 años superaría al 60,5% de este grupo hasta los 17 años. Las ayudas sociales compensan casi el 50% de la situación.
Entre 2010 y 2017 la inseguridad alimentaria se mantuvo estable en cerca del 20%. Luego escaló en 2018 y llegó a un tercio de la población infantil. Quienes padecen inseguridad alimentaria en condiciones severas representaron el 13,9% en 2023.