Un equipo de científicos realizó un hallazgo revelador en las Islas Malvinas
Un estudio, basado en fósiles descubiertos en Puerto Argentino, reveló que el archipiélago estuvo cubierto por una selva tropical hace 30 millones de años.
Un estudio, basado en fósiles descubiertos en Puerto Argentino, reveló que el archipiélago estuvo cubierto por una selva tropical hace 30 millones de años.
Hace millones de años, las escarpadas y ventosas Islas Malvinas albergaban un entorno sorprendentemente distinto. Un nuevo estudio realizado por un equipo internacional de científicos reveló que, en lugar del paisaje desolado que caracteriza al archipiélago argentino en la actualidad, una frondosa selva tropical cubría estas tierras durante la era Cenozoica.
La investigación, liderada por la Dra. Zoe Thomas de la Universidad de Southampton de Gran Bretaña en una obra en construcción en Puerto Argentino, desafía la visión tradicional del clima del Atlántico Sur y abre nuevas preguntas sobre los cambios ambientales que moldearon la región.
Thomas reveló en el estudio que el archipiélago del Atlántico Sur estuvo cubierto hace 30 millones de años por un bosque similar al que se encuentra en la actualidad en Tierra del Fuego.
Los resultados de la investigación fueron publicados de forma reciente en la revista Antarctic Science, bajo el título “Evidencias de una selva tropical florísticamente diversa en el archipiélago de las Malvinas, en el remoto Atlántico Sur, durante el Cenozoico medio y tardío”.
Los investigadores comenzaron a realizar el estudio luego del hallazgo de restos fósiles de árboles prehistóricos perfectamente conservados y de polen en una obra en construcción, a principios de 2020 en Puerto Argentino, la capital del archipiélago.
“Estábamos en las Islas Malvinas realizando investigaciones para otro proyecto cuando un colega, quien vive allí, mencionó que un amigo suyo conocía a un constructor que había desenterrado ‘algo interesante’”, explicó Thomas.
Los trabajadores de la constructora, que estaban realizando las excavaciones para una residencia llamada Tussac House en Puerto Argentino, se toparon con una enorme capa de turba repleta de troncos y de ramas en tal estado de conservación que “parecía que habían sido enterrados el día anterior” cuando en realidad llevaban millones de años bajo tierra.
“Nuestro interés se despertó de inmediato, ya que encontrar restos de árboles allí era desconcertante. Desde hace al menos miles (y probablemente millones) de años, las Islas Malvinas no albergan árboles porque hay demasiado viento y el suelo es demasiado ácido. Esta situación planteó una pregunta intrigante sobre cuántos años tendría esa madera”.
Con la ayuda de miembros del Instituto de Investigación Medioambiental del Atlántico Sur (SAERI, por sus siglas en inglés) de la capital de las islas, se extrajeron muestras de las capas y de los depósitos de turba del yacimiento. Y estas fueron transportadas cuidadosamente al laboratorio de la Universidad de Nueva Gales del Sur, Australia, donde se realizaron los análisis sobre los sedimentos y la madera.
Los restos de los árboles resultaron ser demasiado antiguos como obtener datos concluyentes en la datación de edad por carbono-14, y por esa razón se utilizaron las esporas de polen. De esta manera, los científicos analizaron diversas esporas compactadas que se encontraban en las mismas capas de turba que la madera y el estudio fue concluyente: los troncos y las ramas de los árboles tenían entre 15 y 30 millones de años.
Las Islas Malvinas, que están formadas por los dos archipiélagos principales y 778 más pequeños, son conocidas por ser húmedas, frías, ventosas, y con condiciones meteorológicas muy cambiantes. Pero hace decenas de millones de años, el clima del Atlántico Sur era mucho más cálido y húmedo que el actual como para albergar una selva tropical. Y aunque era más frío que las selvas tropicales actuales, como la selva amazónica, era capaz de poseer un ecosistema rico y diverso de vida vegetal y animal.
Hasta el momento, los científicos no tienen certezas sobre las causas exactas que provocaron la desaparición de la selva tropical en las islas y su posterior transformación en turberas. Sin embargo, coinciden en que el cambio climático y la llegada de condiciones más frías y secas en la región jugaron un papel determinante en este proceso.
Respecto al clima futuro de las Malvinas, Thomas advirtió que es muy improbable que el archipiélago recupere el paisaje forestal que alguna vez tuvo. “Las proyecciones actuales indican que la zona será más cálida, pero también más seca, lo que genera preocupación por el riesgo de erosión en las turberas, que son especialmente vulnerables al cambio climático”, concluyó.