Una jubilada de 75 años desapareció el 28 de agosto en su residencia en José León Suárez, lo que desencadenó una búsqueda intensiva. Tras varios días de búsqueda, la policía encontró su cuerpo sin vida en un tambor de petróleo de 200 litros escondido en la terraza de su casa, revelando que había sido asesinada.
La investigación reveló que el cuerpo de la víctima estaba sepultado bajo una capa de tierra, cal y cemento. Después de las pruebas forenses efectuadas por la DDI San Martín, el nieto de la víctima, Lucas Pedraza de 27 años, confesó a los agentes que había asesinado a su abuela a golpes.
En la residencia de la víctima, se encontraban tres edificios separados: la vivienda principal, donde habitaba la anciana, y dos apartamentos adicionales, uno ocupado por su nieto y otro por un inquilino. Cuando la hija de Estrella Domínguez visitó su casa, el joven informó, “Hace 15 días que no veo a la abuela”. Sin embargo, la mujer no encontró rastro de su madre en hospitales ni en otros lugares, lo que despertó sus sospechas y la motivó a iniciar una búsqueda exhaustiva.
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Tres días después de la desaparición de Domínguez, se publicó un llamado a la solidaridad en la página de Facebook de la víctima. El mensaje, que incluía su foto y un número de contacto, decía: "Estrella Domínguez está perdida. Ella es del partido de San Martín. Si alguien la ve, comunicarse por privado".
Lucas Pedraza lanzó un apelo público en las redes sociales, exigiendo ayuda para encontrar a su abuela desaparecida. En su publicación, escribió: "Por favor, ayúdenme a difundir, buscamos a mi abuela".
Con el correr de las horas, la testimonial de varios testigos cuestionó la versión de los hechos presentada por el joven, quien inicialmente había manifestado estar preocupado por la desaparición de la jubilada, “había discutido con su nieto Lucas y desde entonces no tuvieron más noticias de ella”.
Estrella era originaria de Asturias, España, un detalle que su nieto, Lucas, intentó utilizar como coartada para desviar la atención de su desaparición. En la comisaría, Pedraza confirmó que había tenido un altercado con su abuela el 20 de agosto y que ella había abandonado su casa con su pasaporte y documentación en mano. Asumió que probablemente había regresado a su tierra natal en Asturias, pero las autoridades no se lo creyeron y decidieron seguir adelante con la investigación.
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En el curso de la investigación, el fiscal Ernesto Farber, de la Unidad Fiscal Intermedia N° 6 de San Martín, decidió realizar un allanamiento en la residencia de la víctima, en busca de pistas. Durante la operación, los agentes descubrieron un tambor que contenía el cadáver de la mujer. Posteriormente, Lucas Pedraza, sospechoso principal, se quebró en llanto, confesó los hechos y fue detenido y acusado de homicidio agravado por su vínculo con la víctima.
El fiscal también ordenó realizar un allanamiento en la tercera construcción donde reside el inquilino, quien fue detenido. Se desempeña en una carnicería y tiene supuestamente una amistad con el acusado. Después de analizar su testimonio, se encontró que contenía algunos contradicciones y su rostro presentaba marcas de posible defensa, lo que generó sospechas sobre su posible involucramiento en el caso.
El fiscal Ernesto Farber, de la Unidad Fiscal N°6 de San Martín, está a cargo de la investigación. Dentro del mismo proceso judicial en el que se detuvieron los sospechosos, se encontró un búho de madera que se cree que fue utilizado en el comisión del crimen.
