Ocho canchas del estadio centenario llenas de residuos reciclables: ese fue el volumen que gestionó Depósito Pedernal en 2024. La cifra (en concreto 19,6 millones de kilos) no solo da cuenta de la magnitud de su operación, sino también de un cambio paulatino en la conciencia de las empresas uruguayas sobre su rol en la gestión de residuos.
Pero aún queda camino por recorrer. “Muchas empresas todavía no tienen claro que son responsables por los residuos que generan. Nos consultan cuando ya están acumulados o cuando tienen una inspección inminente”, explica Matías Silva, gerente comercial de Depósito Pedernal. La empresa, que opera como gestor habilitado y operador clasificador, se especializa en transformar un problema en una oportunidad. “Nuestra tarea es resolverles esa situación, garantizar la trazabilidad y mostrar que con una buena gestión no solo se cumple la normativa, sino que también se pueden optimizar costos”, añade.
Depósito Pedernal
Foto: Leonardo Carreño
Cada vez más compañías comprenden que su reputación también depende del modo en que manejan sus residuos. Y que ya no basta con deshacerse de ellos: hay que demostrar cómo, cuándo y a través de quién se gestionaron. Esa trazabilidad es uno de los pilares del trabajo de Depósito Pedernal.
“La conciencia real se construye con información, pero también con responsabilidad empresarial concreta. En el mercado actual, ser una empresa consciente y responsable con la gestión de sus residuos ya no es solamente un requisito que cumplir: hoy es parte de lo que los clientes evalúan a la hora de elegir con quién trabajar”, afirma Silva.
El servicio de Depósito Pedernal comienza en el momento en que una empresa reconoce que necesita ayuda. Desde allí se despliega un abanico de soluciones que incluye recolección, clasificación, compactación, destrucción segura de materiales fuera de uso, acondicionamiento de zonas de acopio, y trazabilidad documentada para cumplir con la normativa.
“Recibimos principalmente cartón, plásticos, nylon stretch, chatarra, papel, madera, residuos electrónicos y documentación confidencial”, enumera Silva. Muchos de estos residuos, correctamente separados y acondicionados, tienen un potencial de valorización que las empresas no siempre perciben. Pero si no se tratan adecuadamente, terminan convertidos en pasivos ambientales.
Depósito Pedernal
Foto: Leonardo Carreño
Soluciones para residuos especiales
Uno de los puntos más críticos para las empresas son los denominados residuos especiales, como electrónicos, químicos o mobiliario en desuso. “No tienen infraestructura ni conocimiento para gestionarlos, y es lógico porque no es su negocio, sino una consecuencia de su actividad. Ahí es donde entra Depósito Pedernal: somos gestores profesionales, con habilitaciones, tecnología y experiencia para resolver lo que para ellos es un problema sin salida”, asegura el gerente comercial.
Además de los residuos comunes y especiales, la empresa ofrece soluciones específicas para grandes superficies, como cadenas de supermercados o centros logísticos. Estos clientes requieren un enfoque personalizado que combine eficiencia operativa, cumplimiento normativo y flexibilidad. Pedernal lo garantiza con flota propia y equipos técnicos capacitados.
Silva es enfático en señalar que una buena gestión de residuos puede representar ahorro, cumplimiento y reputación. Pero también es una pieza clave de un sistema más amplio: la economía circular. Para eso, el cambio debe empezar desde el origen.
“Trabajamos para generar conciencia a largo plazo de que la gestión responsable de residuos que hace cada empresa impacta en su entorno, en su barrio, en la sociedad. Y que también es clave para su reputación”, destaca.
Depósito Pedernal
Foto: Leonardo Carreño
Depósito Pedernal se posiciona así como algo más que un operador: es un socio estratégico para las empresas que quieren hacer las cosas bien. La gestión eficiente ya no es un lujo, sino una responsabilidad y, cada vez más, una ventaja competitiva.
El vidrio, el punto ciego del reciclaje
A pesar del volumen total procesado por Depósito Pedernal, el vidrio sigue siendo uno de los grandes desafíos en la gestión de residuos en Uruguay. Su peso, volumen y baja rentabilidad lo convierten en un material difícil de valorizar.
“No existe una política nacional clara que permita su valorización efectiva, y termina siendo un residuo con muy baja recuperación”, advierte Matías Silva. La logística que implica su traslado y la falta de infraestructura de reciclaje local agravan el problema. El resultado: grandes cantidades de vidrio se acumulan sin un destino viable, generando costos y ocupando espacio.
Desde Pedernal insisten en la necesidad de una estrategia nacional coordinada que involucre a generadores, gestores y autoridades para revertir esta situación. Mientras tanto, el vidrio permanece como uno de los puntos ciegos de la economía circular uruguaya.
