Ana María para mi es tanto mi ‘’Abu’’ o mi ‘’Abuelita’’ (como la hemos llamado siempre), como mi gran mentora. Es la persona que hizo que me enamorara de la dietética y, sobre todo, de querer ayudar a las personas. Trabajar con ella, codo con codo, durante todos estos años en los que hemos compartido los casos más complicados nos ha acercado tanto a nivel personal como profesional. Es gracias a ella que hoy disfruto de mi trabajo y, además, tengo todo el conocimiento y he podido conocer facetas de ella que posiblemente no hubiese conocido nunca.
¿Cómo describirías el legado de Ana María Lajusticia en el campo de la salud y la nutrición?
Ana María ha construido un legado que perdurará en el tiempo, no solo por sus grandes conocimientos que ha plasmado en 12 libros que ha publicado, sino por su manera de trasmitir los conocimientos entorno a la química, la salud y la nutrición a toda la población. Este es uno de los aspectos que más me sorprende de su éxito, ya que su experiencia en educación siendo profesora, le ha permitido acercar química avanzada a sus seguidores y que éstos la entiendan. Es una fiel defensora de la importancia de mantener una dieta equilibrada donde no pueden faltar los alimentos ricos en magnesio, su mineral favorito.
¿Cuáles fueron las motivaciones iniciales de Ana María para comenzar a investigar sobre el magnesio y el colágeno?
No lo llamaría como tal una motivación sino más bien que su vida personal y su vida profesional se entrelazaron: a sus 43 años, y después de haber tenido a sus 6 hijos y llevar una alimentación poco saludable y una dieta muy poco equilibrada, empezó con muchos problemas de salud y acné, diabetes tipo II, tenía crujidos en todo el cuerpo... Todo ello la llevó a visitar varios médicos y a obligarla a llevar un corse de varillas durante varios años. Desesperada por encontrar alguna solución, acabó en sus manos un libro del Padre Puig titulado “Virtudes curativas del Magnesio”, y decidió experimentar las bondades del Magnesio de las que hablaba el libro en su propio cuerpo.
Poco a poco, fue sintiendo mejoría y, junto con sus amplios conocimientos en química, entendió el por qué el magnesio estaba ayudando tanto a su salud. Fue en este momento cuando empezó su andadura en esté mundo, estudiando primero el magnesio y más tarde sobre la importancia del colágeno, mientras asistía a diferentes simposios y leía infinidad de artículos y libros de bioquímica.
¿Cómo impactaron los descubrimientos de Ana María en su propia salud y bienestar?
Gracias a sus amplios conocimientos en química y de los múltiples beneficios del mineral magnesio, Ana María pudo recuperar la salud que había perdido. Desde entonces empezó a emplear su mantra en Dietética que se basa en la importancia de ingerir proteínas y Vitamina C en cada una de las comidas del día, así como alimentos ricos en magnesio. Poco a poco, fue recuperando su cutis que, por cierto, a sus 100 lo tiene envidiable, además de disminuir sus dolores y crujidos de huesos, así como los tics, calambres y contracturas. Claramente, en su experiencia personal queda demostrada la importancia de mantener una buena alimentación como base para cualquier dolencia.
¿Cuál es el impacto de Ana María Lajusticia como pionera en la promoción del magnesio y cómo ha contribuido esto a su apodo de "reina del magnesio"?
Desde mi punto de vista, el impacto de mi abuela en la promoción del magnesio es indudable. Si nos remontamos a sus inicios, cuando ella empezaba en el mundo de la dietética, sus pacientes y ella misma tenían que comprar el magnesio en droguerías porque no era algo que pudiera encontrarse fácilmente en los establecimientos. A medida que crecía el interés por sus libros y sus conocimientos, decidió fundar su propia marca de suplementos alimenticios en 1980. Lógicamente, el primer producto de la marca fue el Cloruro de Magnesio. Actualmente, su marca es nº1 en ventas de colágeno con magnesio y está presente en más de 20 países. El trabajo de Ana María Lajusticia para promover el uso de suplementos de Magnesio y difundir sus beneficios ha sido pionero y le ha valido el apodo de "reina del Magnesio" entre sus seguidores.
¿Qué obstáculos enfrentó Ana María Lajusticia al introducir sus ideas y productos en el mercado?
Como he mencionado anteriormente, en sus inicios el Cloruro de Magnesio se encontraba únicamente en droguerías, y eso ya nos da indicios para pensar que el sector médico no lo consideraba relevante para la salud y el organismo. A pesar de todas las investigaciones que hizo, el sector no consideraba que lo que ella explicaba tuviera relevancia. Como ella misma decía, en alguna ocasión la habían llamado “indocumentada” para desprestigiarla. Esta situación solo hizo que ella siguiera investigando para poder rebatir estas desacreditaciones con conocimientos basados en la química y conseguir que hoy en día se la reconozca como una mujer avanzada a sus tiempos; una pionera que luchó por lo que creía y como siempre menciona: “No lo digo yo, lo dice la química”.
¿Cómo ha evolucionado la marca Ana María Lajusticia desde su creación en los años 80?
La marca Ana María Lajusticia® es una marca familiar en la que actualmente trabajamos 3 generaciones: mi abuela, mi padre, y mi hermano y yo. Su evolución ha sido gradual, tanto a nivel de desarrollo de productos como de capacidad de producción en la fábrica. Algo que podemos destacar es que no nos guiamos por modas. Además, algo que no ha cambiado en todos estos años es que mi abuela sigue siendo quién diseña, revisa y aprueba todas las fórmulas de los productos de su marca.
¿Qué valores o principios han guiado a la familia Lajusticia en la dirección de la empresa?
Los tres pilares estratégicos en los cuáles se dirige la empresa son: la tradición, la rigurosidad y el entorno. En cuanto a tradición, destacamos que es una marca con historia y raíces. Ligada a la vida de su fundadora, que ha sabido eliminar las fronteras de la hoja de ruta. Consciente de su pasado como un valor añadido para el futuro. Con un legado que supone una ventaja competitiva. Con unos valores humanos y una personalidad real que se traducen en valores de marca. Por otro lado, el rigor científico es la base de la actividad de la marca. La calidad define el filtro de exigencia para la formulación, elaboración y entrega de todos nuestros productos. En este sentido, destacamos la honestidad en nuestras formulaciones, ya que para nosotros es más importante saber que nuestro producto funciona a simplemente seguir una moda. Este es un principio que Ana María siempre nos ha inculcado. Finalmente, somos consciente que todo lo que hacemos tiene un impacto en las personas y en el planeta, por ello, el entorno y la sostenibilidad guían cada decisión de la marca.
¿Cuál es el proceso de investigación y desarrollo detrás de los productos de la marca?
En los inicios de la marca, era la propia Ana María quién, de su puño y letra, formulaba los productos. Actualmente, y como parte de la evolución de la marca, contamos con un departamento de I+D que los desarrolla bajo sus directrices. Es un departamento muy importante para nosotros ya que entienden perfectamente la filosofía de la marca. De esta manera, nos aseguramos que el día en el que Ana Maria ya no esté más con nosotros, su legado en formulación y sus principios continuarán manteniendo la misma esencia de ahora.
¿Cómo ha sido la recepción de los productos de Ana María en América Latina, especialmente en Uruguay?
En América Latina, y especialmente en Uruguay, la recepción ha sido excelente. Los consumidores han mostrado un alto nivel de satisfacción con la calidad y eficacia de los productos. Recibimos muchas muestras de cariño y de confianza por parte de los clientes uruguayos. Eso es algo que nos llena de orgullo y nos da mucha fuerza para superarnos en el día a día.
¿Cómo ha sido la colaboración con Rinque Pharma para introducir los productos en Uruguay?
Una experiencia maravillosa. Encontramos en Rinque Pharma un socio estratégico que comparte los mismos valores que nosotros. Con la conexión que hemos generado, todo resulta más fácil y los resultados por encima de los que imaginábamos. Junto a Rinque Pharma organizamos actividades de formación y eventos para dar a conocer el legado de la marca y sus productos. También logramos una presencia extraordinaria de los productos en todos los puntos del país y para nosotros es fundamental. Quiero aprovechar para agradecerles a todos los clientes confían en los suplementos de Ana Maria Lajusticia y a todos los profesionales que lo recomiendan a sus pacientes.
¿Qué consejos o lecciones de vida importantes aprendieron de Ana María Lajusticia que guían el negocio hoy en día?
Personalmente, por un lado, me marcó mucho la importancia de creer en lo que haces. Por otro lado, la pasión con la que ella transmite siempre sus conocimientos. En definitiva, no dejar que nadie merme tu confianza. No podemos olvidar que ella es una mujer que siempre ha destacado en un sector liderado por hombres y nunca ha dejado de creer en sí misma, a pesar de las múltiples adversidades con las que se encontró. Creo que esto es algo que va en el ADN de la marca.
El legado de Ana María Lajusticia trasciende el ámbito de la química y la nutrición, abarcando una influencia que ha moldeado la forma en que entendemos la suplementación dietética y la salud en general. Su incansable trabajo para divulgar los beneficios del magnesio y el colágeno, junto con la creación de una marca de renombre global, refleja una dedicación profunda a mejorar la vida de las personas. Más allá de sus logros científicos, Ana María ha dejado una marca imborrable en la comunidad, inspirando a generaciones futuras a perseguir el conocimiento y la excelencia con la misma pasión y determinación que ella mostró a lo largo de su vida. Su legado vive no solo en sus descubrimientos y publicaciones, sino también en la influencia positiva que ha tenido en la vida de quienes la han conocido y aprendido de ella.