La embajadora venezolana en Madrid, Gladys Gutiérrez, ya ha abandonado España tras ser llamada a consultas el jueves por el Gobierno de Nicolás Maduro, que denunció unas declaraciones "insolentes, injerencistas y groseras" por parte de la ministra de Defensa, Margarita Robles.
Horas después de que Robles se refiriese al Gobierno de Venezuela como una "dictadura", el Ministerio de Exteriores anunció que convocaba al embajador español en Caracas, Ramón Santos, y llamaba a consultas a su representante en Madrid, sin entrar en más detalles.
La embajadora venezolana ya ha partido desde España, según fuentes conocedoras del viaje consultadas por Europa Press, mientras sigue pendiente en Caracas la reunión del embajador español con algún representante de la Cancillería venezolana.
Esta represalia diplomática se suma al llamamiento por parte del presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Jorge Rodríguez, a revisar las relaciones bilaterales con España en respuesta a la aprobación en el Congreso de los Diputados de una proposición en la que se insta a reconocer al dirigente opositor Edmundo González como presidente electo. Rodríguez equiparó esta iniciativa con una "declaración de guerra".
ALBARES ES MÁS CONCILIADOR
"Convocar a un embajador y llamar a consultas son decisiones soberanas de cada Estado y por lo tanto, no hay nada que comentar" "Convocar a un embajador y llamar a consultas son decisiones soberanas de cada Estado y por lo tanto, no hay nada que comentar"
, se limitó a comentar el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, en una entrevista con la cadena pública Radio Nacional.
El jefe de la diplomacia española insistió en la voluntad del Ejecutivo de buscar "las mejores relaciones posibles con el pueblo hermano de Venezuela" y de velar por los intereses de la comunidad y las empresas nacionales en el país suramericano.
Un mensaje de tranquilidad al que se sumó hoy el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, que garantizó que el Gobierno español "defenderá sus intereses en caso de que esto fuera necesario".
EL COMIENZO DE LA ESCALADA DIPLOMÁTICA
La escalada de tensión de Caracas con Madrid se produce después de que el presidente del Gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, recibiera el jueves al excandidato presidencial opositor venezolano, Edmundo González Urrutia, que ha pedido asilo político en España.
Sánchez no reconocerá, por el momento, a González Urrutia como presidente electo de Venezuela, tal como ha pedido el Congreso español, que esta semana aprobó la propuesta a instancias del conservador Partido Popular, la ultraderecha y grupos nacionalistas.
Alineado con Bruselas, Sánchez insiste en que Maduro debe mostrar las actas de las elecciones del 28 de julio que, según la oposición venezolana, acreditan la derrota del chavismo.
FUENTE: Con información de agencias