30 de junio 2025 - 9:18hs

En un principio, España se consolaba diciendo que, después de todo, no la pasaría tan mal.

Pedro Sánchez acababa de sufrir el desplante de no ser invitado a la toma de posesión de Donald Trump, pero su guerra comercial no le sacaría el sueño.

Al fin y al cabo, el peso de las exportaciones de España a EEUU rondan poco más del 1% del PBI contra el 3% de la Unión Europea (UE) y suponen casi el 5% del total cuando en Alemania o Italia es el doble.

Más noticias

Cinco meses después, nadie se siente con ánimos de relativizar nada. Mucho menos, a días de agotarse la tregua de aranceles recíprocos de 90 días (9 de julio).

España amenazó la posibilidad de que la UE alcance un acuerdo sobre la hora (como hoy intentan Japón e India), aunque a esta altura parecía realmente bastante improbable.

Es que, en un rapto de furia contra el presidente español, Donald Trump le prometió a Europa tarifas de hasta 50%, cuando a la UE le corresponden aranceles del 20%.

El escarmiento comercial crea una grieta en la UE, que debe responder como bloque y respaldar a Sánchez.

Originado en un cruce en un ámbito diferente, en el que la negativa de Sánchez a aumentar el gasto en defensa hasta el 5% del PBI hizo estallar a Trump, y el castigo se sentirá en España, donde 18.500 millones de euros son exportados a EE.UU.

Y aunque puede que no sea tanto, como se decía inicialmente, con este aumento de los costos, esas ventas simplemente amenazan con evaporarse. O claro, encarecerse ridículamente.

Mientras tanto, a la espera de que Trump dé una de sus clásicas marchas atrás y todos vuelvan a respirar, siguen vigentes las tarifas del 50% al aluminio y al acero, 25% a los coches y 10% general al resto de productos.

image.png
Envasadora de aceite de oliva, producto clave de la economía española.

Envasadora de aceite de oliva, producto clave de la economía española.

Aceite de oliva: España desbanca a Italia como gran exportador a EEUU

EE.UU. es el sexto destinatario de los bienes españoles y el segundo fuera de la UE después del Reino Unido.

Si bien el 60% de las ventas corresponde a equipamiento y bienes semi-manufacturados (sobre todo productos químicos), los alimentos (18%) son los que explican el crecimiento de la última década, en especial los aceites y las grasas.

España viene de desplazar a Italia como primer exportador de aceite de oliva al mercado americano con un volumen el pasado año de 127.597 toneladas contra las 110.278 toneladas del otro principal jugador del mercado.

Entre ambos, concentran el 65%, aunque también tienen peso productores como Túnez y Turquía.

Turquía así como Marruecos, Australia, Argentina y Chile podrían sacar ventaja en este contexto ya que deberán pagar la mitad de aranceles. Pero lo cierto es que no tienen la capacidad para abastecer el nivel de demanda en juego.

Hoy el 80% del aceite de oliva que se consume en EE.UU. viene de Europa.

Adelantar compras para acumular stock, la estrategia aceitera

La industria es una de las que más activamente vino anticipándose al nuevo escenario de aranceles. Un cuadro distinto al del 2021 cuando Trump estableció una tarifa del 25% sólo a España en la UE.

Las exportaciones crecieron el año pasado un 58% hasta sobrepasar por primera vez en la historia los 1.000 millones de euros (un 14% fue aumento de volumen, el resto fue efecto precio), según los datos del Ministerio de Agricultura.

En los primeros meses de este año las empresas del sector -Deoleo, Dcoop, Acesur y Borges- estuvieron adelantando compras al punto de llegar a enviar en un mes el equivalente a lo que solían vender en seis meses.

Esto se reflejó en Andalucía, una de las regiones que se verá más afectada, ya que es donde se origina casi la mitad de las exportaciones.

En el primer trimestre de este año marcó un récord de ventas al exterior, con el aceite de oliva como protagonista.

El volumen creció 32%, superando las 200.000 toneladas en sólo tres meses, si bien las exportaciones descendieron 16,2% en valor a 964 millones de euros por la caída del precio.

Las aceiteras vienen intentando acumular un buen stock en EE.UU. para no quedarse sin producto y confiesan que evalúan, de ser necesario, trasladar la logística del envasado.

El mercado estadounidense presenta un enorme potencial: los españoles tienen el mayor consumo per cápita de aceite de oliva, unos 12 litros por habitante, mientras que un norteamericano apenas consume 1,2 litros al año.

La industria cuenta con algo de viento a favor. Por un lado, la buena producción de esta campaña, equivalente a lo producido en las dos anteriores campañas juntas.

Y por el otro, el hecho de que los precios en origen cayeran prácticamente a la mitad respecto a la campaña anterior, lo que podría suavizar la necesidad de incrementos al consumidor.

Claro que si efectivamente se termina con un arancel del 50% todas estas previsiones servirán de poco. Habrá que buscar otros mercados. O mirar el mercado interno. Todo cortesía de la "tarifa Sánchez".

Temas:

pedro sánchez tarifa Donald Trump exportaciones tregua OTAN Aranceles España Italia aceite de oliva Estados Unidos

Seguí leyendo

Más noticias

Te puede interesar

Más noticias de Uruguay

Más noticias de Argentina

Más noticias de Estados Unidos