Telefónica ha contratado a AZ Capital, el banco de negocios fundado y dirigido por Jorge Lucaya, para trabajar en la reflexión estratégica en la que se ha embarcado la compañía que preside Marc Murtra. El objetivo de AZ Capital es asesorar a Telefónica en su estrategia de crecimiento por medio de adquisiciones de activos en los sectores en los que compite la teleco española. Entre esos objetivos Telefónica ha identificado la evaluación de las posibilidades y las ventajas que le aportaría la compra de Vodafone España, el tercer operador del mercado español, como informó EXPANSIÓN el pasado 3 de mayo.
Vodafone España está controlada, desde hace algo más de un año por Zegona, un grupo financiero británico fundado por Eamon O'Hare y Robert Samuelson, dos ex directivos de Virgin Media. Zegona acordó la compra de Vodafone España con el grupo británico Vodafone el 31 de octubre de 2023 por un precio de 5.000 millones de euros. Y siete meses después, el 31 de mayo de 2024, se formalizó la compra-venta después de haber recibido el visto bueno del Gobierno español.
La compra de Vodafone España, que está en una etapa temprana del análisis y tardaría meses o incluso más de un año en ejecutarse, está en línea con la estrategia anunciada por Marc Murtra que ha incidido en muchas ocasiones en la necesidad de que las operadoras europeas se consoliden para crear grupos con mayor escala. Pero siempre ha señalado que es imprescindible que esa consolidación se inicie con fusiones dentro de cada país, que son las integraciones que realmente proporcionan sinergias y mejoras de márgenes.
La operación con Vodafone España supondría la consolidación más importante que se ha dado en el mercado español junto con la reciente fusión de MásMóvil y Orange para crear Masorange. Pero la integración de Vodafone España y Movistar tendría consecuencias muy importantes para todos los actores del sector de telecomunicaciones español. Si Telefónica lograse la integración de Vodafone España las perspectivas y valoraciones de las grandes operadoras españolas de telecos cambiarían a mejor sustancialmente.
Fuerte creación de valor
Con una operación en la que el número de operadores pasase de cuatro (Telefónica, Masorange, Vodafone y Digi) a tres (Telefónica, Masorange y Digi) previsiblemente ocurrirían varias cosas que mejorarían automáticamente las perspectivas de todo el sector, sin necesidad de que se produjeran subidas de precios: al desaparecer un actor, el robo de clientes (conocido como churn) se reduciría sustancialmente y eso tendría un impacto directo en la reducción de la inversión (capex) comercial.
Ahora, cada vez que una teleco gana un cliente de fijo+móvil, debe gastar una media de 400 euros de antemano en captarlo. Se trata del coste de enviar al técnico al hogar, al que hay que sumar el del router, el del descodificador de TV o incluso el del teléfono móvil, si incluye subvenciones. Y con una cifra de portabilidades millonaria, ese coste total es muy elevado para los operadores.
FUENTE: RIPE - EXPANSIÓN