Contexto
¿Qué es la economía azul y por qué es importante para Barcelona?
La economía azul se refiere al uso sostenible de los océanos, mares y recursos marinos para generar valor económico, social y ambiental. Para Barcelona, la economía azul representa ya el 5% de su PIB y ha sido clave en su crecimiento económico, con un volumen de negocio de 15.000 millones de euros. Esta apuesta está alineada con la importancia estratégica que los mares tienen en la lucha contra el cambio climático.
¿Qué implicaciones tiene para la ciudad ser sede del DCC de la Unesco?
La elección de Barcelona como sede del DCC pone a la ciudad en el centro de un esfuerzo global para transformar la economía oceánica, promoviendo la innovación en sostenibilidad y la investigación científica. Este centro será un “think tank” que impulsará redes internacionales y servirá como repositorio de proyectos relacionados con la economía azul. Además, con la creación de este centro, se fortalecerán los esfuerzos para combatir la contaminación oceánica y fomentar una gestión más eficiente de los ecosistemas marinos.
¿Qué papel jugará el DCC en la investigación y desarrollo de la economía azul?
El DCC tiene como objetivo facilitar la cooperación entre gobiernos, empresas y la comunidad científica. Entre sus actividades más destacadas se encuentra el impulso de eventos internacionales sobre economía azul y la creación de un Fondo de Inversión de Impacto. Este centro no solo fomentará el conocimiento sobre los océanos, sino que también buscará aplicar dicho conocimiento en proyectos reales que beneficien la sostenibilidad global.
¿Cómo beneficiará este centro a la comunidad científica y empresarial de Barcelona?
Barcelona ya cuenta con una fuerte infraestructura científica y empresarial relacionada con la economía azul, como el BlueTech Port y el Parque de Tecnología Marítima. La llegada del DCC consolidará esta red, promoviendo aún más la colaboración y la inversión en innovación tecnológica en el sector marino. A su vez, se facilitarán oportunidades para startups y empresas que busquen innovar en el ámbito de la economía oceánica.
¿Qué desafíos enfrenta el proyecto?
Uno de los principales retos es lograr una colaboración efectiva entre los diferentes actores involucrados, incluyendo el sector público, privado y la comunidad científica. Además, la protección del litoral barcelonés y el compromiso de proteger el 30% del litoral para 2030, aunque ambicioso, requerirá de una implementación eficaz de políticas medioambientales y una infraestructura adecuada.
Cómo sigue
El DCC en Barcelona, se instalará en la Fundación Barcelona Capital Náutica en el Port de Barcelona. Este centro será un hub de conocimiento y acción para la economía azul, que también fomentará la colaboración a nivel global entre países que enfrentan desafíos similares relacionados con los océanos.
A partir de 2027-2028, se espera que otros proyectos clave, como el Parque de Tecnología Marítima y el centro Barcelona Mar de Ciencia, entren en funcionamiento. Estos proyectos, que contarán con una inversión global de 142 millones de euros, reforzarán el ecosistema de innovación de la ciudad y facilitarán la investigación aplicada en tecnologías sostenibles para el sector marino.
Con la creación del grupo de trabajo para proteger el litoral, Barcelona también continuará con su compromiso de proteger el entorno marino local, implementando soluciones innovadoras como la regeneración de la biodiversidad marina a través de estructuras como los diques sumergidos en el Port Olímpic.
FUENTE: El OIbservador