21 de septiembre 2024 - 9:25hs

El mítico exdirector del Washington Post no extraña el trajín de las redacciones. Martin Baron asume que el periodismo entró en una severa crisis comercial y de sentido existencial. Pero a la vez reivindica el valor social con el que todavía cuenta. Para el experimentado Baron, no existe la prensa libre e independiente sin una democracia, ni la democracia sin una prensa libre e independiente. Lo dice sin sacralizar el oficio de periodista. "No estamos en una guerra, estamos trabajando", resume ante El Observador USA.

Baron estuvo al frente del Post, del Boston Globe y del Miami Herald. Protagonizó coberturas emblemáticas como la del nenito cubano Elian que llegó en balsa a las costas de Florida y el escándalo de los abusos sexuales sistemáticos por parte de la Iglesia católica en Boston. Esa historia fue adaptada al cine en Spotlight, ganadora del Oscar a mejor película en 2016. En el film, a Baron lo interpretó la estrella Liev Schreiber.

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Liev Schreiber hizo de Martin Baron en Spotlight, película sobre una investigación que hizo The Boston Globe.

Liev Schreiber hizo de Martin Baron en Spotlight, película sobre una investigación que hizo The Boston Globe.

Con 45 años de experiencia encima, acaba de escribir el libro Frente al poder: Trump, Bezos y el Washington Post. Se trata de una aguda mezcla de crónica y reflexión sobre el ejercicio del periodismo, con sus contradicciones éticas y fricciones de intereses. En el recomendable libro revela infidencias como la incomodísima cena que mantuvo con Trump y Jeff Bezos en la Casa Blanca en 2017. Fundador de Amazon, Bezos había comprado The Washington Post en 2013. Y durante aquel encuentro el diario cubría al detalle una noticia que molestaba a Trump: una investigación sobre los negocios del yerno del entonces presidente, Jared Kushner.

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Baron habla un español fluido con un acento difícil de encasillar. Incorporó casi por ósmosis la cadencia cubana cuando vivía en Miami y estudió más formalmente el idioma en los 90 en Los Ángeles, impactado por la ola de migrantes mexicanos. Después viajó a Sevilla para perfeccionarlo y hasta hoy día toma clases online.

"Es el segundo idioma de nuestro país. Y algo que sorprende a muchos estadounidenses es que no hay ningún idioma oficial en este país. No existe ninguna previsión de la Constitución que establezca un idioma oficial", comenta.

Sobre la campaña presidencial, anticipa que las elecciones serán muy reñidas, "porque estamos en una sociedad muy polarizada". Baron agrega: "Casi 50% de los votantes apoya a Donald Trump y el 50% a los demócratas. El resultado va a depender mucho de la participación electoral, si los simpatizantes se movilizan para votar".

¿Con qué Trump nos podríamos encontrar en su segunda presidencia?

Trump habla de varias medidas que son de naturaleza autoritaria. Siempre está hablando abiertamente de sus planes. Ha trazado unas políticas que son de naturaleza autoritaria. El uso del ejército para reprimir las manifestaciones legítimas. Aprovechar el Departamento de Justicia para imputar a sus enemigos políticos. Su deseo de encarcelar a muchos periodistas. Y bueno, un gran abanico de medidas que él está recomendando.

¿Qué detalles pueden definir la elección ante un clima tan empatado?

Cuando hay elecciones reñidas, un cambio del uno por ciento de los votantes puede cambiar los resultados. Hay solamente siete estados claves porque tenemos el sistema electoral así diseñado. Y el resultado en cada estado puede cambiar debido a un cambio de un uno, dos o tres por ciento del electorado. Entonces ese porcentual podría tener un gran impacto.

¿Por qué cree que los problemas judiciales contra Trump no tienen casi peso en la campaña?

Hay una gran diferencia de opinión entre los analistas sobre el impacto de su condena por un delito grave. Él quedó calificado como delincuente y fue encontrado culpable de 34 cargos. Pero la mayoría de los seguidores de Trump lo apoya, no importa lo que haya pasado en el juicio. Es casi un culto a la personalidad. Y hace la vista gorda de lo que había hecho antes y piensa que el gobierno de Biden politizó la justicia para socavar e inhabilitar la candidatura de Trump.

Radiografía de Trump y de sus votantes

En el libro usted hace una caracterización muy negativa de la figura de Trump. ¿Qué lectura hace de la sociedad estadounidense que lo apoya?

Trump nunca tuvo el apoyo de una mayoría de los votantes estadounidenses. Y se pueden ganar las elecciones sin una mayoría por el sistema electoral que tenemos. Y hay muchos ciudadanos de a pie que guardan rencor. Piensan que las élites no prestan atención a sus luchas, a sus esperanzas, a sus expectativas y que desprecian sus valores tradicionales. Entonces piensan que Trump va a arreglar las cosas por fin. También hay una alarmante disminución en el apoyo a la democracia. Muchos ciudadanos, como en otros países, piensan que la democracia no ha dado resultados y no mejora de su vida cotidiana.

¿El fenómeno de Trump es global o tiene características muy propias de EEUU?

Por desgracia, hay una gran brecha entre las vidas de los ricos y las vidas de los pobres o las personas de clase media. Los ricos se hacen cada vez más ricos. Y las personas de la clase media y los pobres, están luchando. Es muy difícil para ellos. Entonces, en muchos países la gente quiere vengarse de lo que ocurre. Quieren que alguien, como Trump y otros líderes autócratas en el mundo, aplasten a sus supuestos enemigos políticos. Aplasten a los culpables de sus crisis.

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Para el ex director del Washington Post, el fanatismo por Trump es casi un culto a la personalidad.

Para el ex director del Washington Post, el fanatismo por Trump es casi un culto a la personalidad.

¿Esos ciudadanos de EEUU y otros países tienen razón en estar enojados con la política tradicional?

Sí, hay un gran fracaso en la política tradicional. Tenemos que dedicarnos a dar oportunidades de mejorar su vida a las personas. Y ellos sienten que no hay oportunidad de salir adelante. Si no hay oportunidades laborales para sus hijos, que trabajan por un sueldo cada vez más bajo y sólo para pagar las viviendas y las hipotecas, y están descontentos con la tasa de inflación, tienen el derecho a votar por alguien que supuestamente pueda, a su modo de pensar, arreglar las cosas.

El voto latino, prejuicios y mudanza al Partido Republicano

¿La mudanza gradual del voto latino al Partido Republicano puede hacer que un republicano gane por primera vez ese segmento?

No creo que gane la mayoría, pero puede ganar un nivel de apoyo más alto que antes. Y el motivo es preguntarse por qué los inmigrantes vinieron a los Estados Unidos. Lo hicieron para mejorar su vida y encontrar trabajo. Si piensan que la economía no está funcionando, que tienen que pagar más por la gasolina, para comprar una casa y obtener una hipoteca, van a apoyar a Trump. Y también hay una cultura en varios países de América Latina de apoyo a los hombres fuertes que puede arreglar las cosas. La mayoría de los latinos estadounidenses tienen valores tradicionales. Son miembros de sus iglesias católicas o evangélicas, y se sienten más alineados con los republicanos en comparación con los demócratas.

¿Se hacen generalizaciones un poco burdas sobre los latinos en EEUU?

Sí, hay una gran diversidad entre los latinos de los Estados Unidos. Hay cubano-americanos en Florida, también venezolanos, mexicanos en el sur de California o Texas. Tenemos una mala costumbre en los Estados Unidos de hablar de "los latinos", pero en América Latina hay una gran diferencia entre las culturas de los países. Hablan el mismo idioma pero hay muchas diferencias entre comunidades.

Cuando la política apunta al votante latino, se cae en la versión estereotipada de lo que se presume como ser latino, ¿coincide?

Sí, claro. Estoy de acuerdo. Tenemos que hablar de la comunidad, entre comillas, latina, con matices, con más sutileza, inteligencia y conocimiento.

Martin Baron
Para Baron, el resultado electoral va a depender de la participación, "si los simpatizantes se movilizan para votar".

Para Baron, el resultado electoral va a depender de la participación, "si los simpatizantes se movilizan para votar".

La crisis del periodismo y el avance de los populismos

¿El periodismo está en crisis? ¿Cuál es la magnitud y el tipo de crisis en la que se encuentra?

Sí, claro. Los medios están en crisis. Están sufriendo escasez de ingresos. Hay menos oportunidades de ganar dinero. Las plataformas tecnológicas ganaron la mayoría de la publicidad. Y va a empeorar, porque Google va a cambiar su sistema de búsquedas, utilizando la inteligencia artificial generativa. Pocas personas van a ir a los enlaces. La mayoría va a recibir las respuestas directamente de Google. Y segundo, hay una crisis de confianza en la prensa.

¿A qué se debe la crisis de confianza en la prensa?

Hay muchos sitios de internet que pueden reforzar los puntos de vista preexistentes de cada persona. En algunos casos para reforzar sus chifladas teorías de conspiración. Los niveles de aprobación de la prensa han bajado mucho. Ahora vivimos un momento donde no podemos ponernos de acuerdo sobre los hechos, ni sobre cómo establecer qué es un hecho, cuáles son los elementos necesarios para establecer un hecho. Antes utilizábamos varios elementos: la educación, la experiencia, los conocimientos, las pruebas, pero se han devaluado.

¿La desconfianza excede al periodismo y alcanza a las voces autorizadas en general?

Sí, hay menos confianza en todas las instituciones políticas. En Estados Unidos, menos confianza en el Congreso, en la presidencia, en el sistema judicial, en los negociantes, en la religión institucionalizada y en casi todas las instituciones democráticas. Es un terreno abonado para el populismo y para los autócratas o aspirantes a serlo.

¿Ese nivel relativismo casi absoluto en el que todo es opinable llegó para quedarse un buen tiempo o será algo circunstancial, visto en perspectiva histórica?

No estoy seguro, no puedo prever el futuro. Pero todo el mundo tiene que trabajar para arreglar las cosas, para fortalecer la confianza en las instituciones democráticas. Es importante que esas instituciones hagan todo lo que puedan para mejorar las vidas de la gente. Y no deberíamos despreciar los valores de la gente. Debemos prestar atención a sus luchas sin ser condescendientes ni condenarlas.

¿Es un desafío ejercer el periodismo crítico con figuras como Trump en el poder sin ser sesgado, condescendiente o no siendo ecuánime en la cobertura?

Tenemos que ser profesionales, no combatientes. No estamos en una guerra, estamos trabajando. Y cada persona tiene sus propias opiniones, sus preexistentes puntos de vista. Tenemos que mantener una mente abierta, escuchar con generosidad, buscar la evidencia y los documentos pertinentes, conversar con todas las personas relevantes, mantener nuestra independencia, ejercer el periodismo con honestidad, reconociendo que muchas veces nuestros preexistentes puntos de vista no se basan en hechos. Un periodista verdadero está dispuesto a sacrificar sus propias opiniones a favor de los datos.

¿La pérdida de entusiasmo y de épica, en el contexto de la precarización, no es riesgo para los periodistas?

Sí, claro, claro, hay muchos periodistas que se han ido de la profesión. No pagan mucho, siempre hay presión, hay que trabajar todo el tiempo. Cuando me jubilé, ya el trabajo era la atención a cada minuto. Hay que centrarse en las alertas y los consumidores que esperan recibir su información instantáneamente, con una gran competencia. Es un oficio muy difícil. Pero es una misión, es una misión importante.

¿Sigue siendo una misión importante el periodismo?

Me he dedicado toda mi carrera al periodismo. Creo que tiene un papel esencial en la democracia. No podemos tener una prensa libre e independiente sin una democracia, pero tampoco podemos tener una democracia sin una prensa libre e independiente. Tiene un papel esencial y espero que la gente lo reconozca y no de por sentado la misión del periodismo. Si la prensa pierde su libertad, toda la gente la va a perder también.

Las presiones de Trump a Jeff Bezos, dueño de Amazon y Washington Post

¿El buen ejercicio del periodismo tiene que estar por definición en contra del poder, sea político o económico?

Siempre me he dedicado al periodismo investigativo. Y creo que la misión del periodismo es darle al público la información que necesita y merece saber para gobernarse a sí mismo. En el corazón de esa misión existe la obligación de pedir cuentas a los poderosos. A los políticos, a los gobernantes, a los empresarios que influyen en la política del país y de las comunidades. La primera enmienda de la Constitución garantiza la libertad de prensa y expresión. Su autor, James Madison, dijo que la prensa tiene el derecho de examinar libremente a los personajes públicos y sus decisiones. La palabra examinar refiere que no somos taquígrafos. Tampoco activistas. Somos periodistas. Tenemos la obligación de examinar a las personas que ponen en marcha o influyen en las políticas que afectan la vida cotidiana de las personas. Saber por qué y con qué intención lo hacen.

En su libro usted cuenta que Jeff Bezos, uno de los empresarios más ricos del mundo, defendió la independencia del Washington Post frente a Trump. Pero podría no haberlo hecho...

Tuvimos suerte porque el propietario no se metía en nuestra cobertura. Nos daba toda la independencia que necesitábamos y se comportaba con integridad. Si él hubiera censurado nuestras historias, yo habría renunciado. Afortunadamente él mantuvo su integridad bajo mucha presión de Trump.

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Jeff Bezos, dueño de Amazon y The Washington Post:

Jeff Bezos, dueño de Amazon y The Washington Post: "Mantuvo su integridad bajo mucha presión de Trump", elogia Baron.

¿Cuáles fueron las presiones que Trump ejerció sobre Amazon?

Trump quería socavar a la empresa al aumentar los precios de entrega de los paquetes, perjudicando a Amazon. Y además se metió en un gran contrato de 10.000 millones de dólares del Departamento de Defensa. Quiso asegurar que Amazon no se beneficiara de ese contrato. Pero Jeff Bezos no se metió ni se quejó de nuestra cubertura. Y cubrimos también las maniobras de Amazon en tanto empresa, sus intromisiones en la intimidad y prácticas laborales. Jeff Bezos nunca la impidió ni me llamó para quejarse. Supongo que él tendría sus opiniones sobre nuestras coberturas, pero nunca se las pregunté. No quería conocerlas tampoco. Tuvimos suerte. Otros propietarios no hubieran mantenido la misma integridad.

Trump quería socavar al Washington Post, perjudicando a Amazon. Pero Jeff Bezos no se metió ni se quejó de nuestra cubertura. Y cubrimos también las maniobras de Amazon, sus intromisiones en la intimidad y prácticas laborales Trump quería socavar al Washington Post, perjudicando a Amazon. Pero Jeff Bezos no se metió ni se quejó de nuestra cubertura. Y cubrimos también las maniobras de Amazon, sus intromisiones en la intimidad y prácticas laborales

¿Encuentra formas de comunicación novedosas que le resulten atractivas, como los relatos breves de TikTok?

TikTok no, porque no se puede comunicar lo que está sucediendo en el mundo con ese formato. Pero hay algunos medios que han tenido éxito con un formato comunicativo más informal, más distendido o coloquial, como si se estuviera hablando con un amigo.

¿Quién o qué medio le gusta más en ese género más informal?

Diría que el New York Times va por el buen camino con una estrategia que funciona bien. Su iniciativa de juegos, de cocina, de salud. Tiene ahora un espectro más amplio de productos. Muchos no tienen nada que ver con las noticias tradicionales, pero sí con propuestas que vinculan a sus lectores con la vida cotidiana. Encontraron una buena estrategia.

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