Hija de un jamaiquino y una mamá india, Harris tiene mayor complejidad étnica que el afroestadounidense arquetípico. ¿Cómo puede pesar eso?
Kamala Harris representa una identidad multicultural en un sentido moderno y refleja también hacia dónde va la diversidad en Estados Unidos. Ella es hija de un jamaicano y de una mujer india, pero cuando creció casi no había diferencias. Nadie se fijaba mucho. Ella era brown, marrón, pero no había la sutileza que creo que sí que tenemos ahora. Otro punto de su identidad más sofisticada, múltiple y que la diferencia es que es hija de inmigrantes, algo que no han tenido otros en su posición.
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Ramírez relata que Harris creció en un estado bastante blanco, republicano y conservador.
Moeh Atitar
¿Esa "identidad brown" de Kamala Harris representa un riesgo doble: sufrir racismo y que a la vez el voto afro no termine de empatizar con ella?
Probablemente los más radicales de la base de Trump, que tampoco es la base republicana, sino un grupo más racista y misógino, ya estén movilizados. Pero ese grupo no hace la diferencia. La historia es hasta qué punto Harris puede movilizar a sectores clave para el Partido Demócrata. Las mujeres afroamericanas, que fueron determinantes para que Joe Biden gane en 2020, sí pueden sentirse identificadas con Kamala Harris y su experiencia. Otra cosa son los hombres afroamericanos. Una parte de ellos se ha acercado a Trump. También está pasando con los hombres latinos.
Las mujeres afroamericanas, que fueron determinantes para Joe Biden gane en 2020, sí pueden sentirse identificadas con Kamala Harris. Otra cosa son los hombres afroamericanos. Una parte de ellos se ha acercado a Trump. También está pasando con los hombres latinos Las mujeres afroamericanas, que fueron determinantes para Joe Biden gane en 2020, sí pueden sentirse identificadas con Kamala Harris. Otra cosa son los hombres afroamericanos. Una parte de ellos se ha acercado a Trump. También está pasando con los hombres latinos
La crianza de Kamala Harris en un entorno blanco y conservador
¿Qué experiencias racistas vivió Harris en su infancia en California en los 60 y 70?
Cuando Harris creció en el norte de California, en Oakland, era realmente otro mundo, muy distinta a la California actual. En los 60 y 70 todavía era un estado bastante blanco, republicano y conservador. Pero en la parte donde ella creció, en Oakland, en Berkeley, estaba un poco el movimiento de cambio.
Shyamala Gopalan Harris, madre de Kamala Harris, en una protesta por los derechos civiles en Berkeley, California
Shyamala Gopalan Harris, madre de Kamala Harris, en una protesta por los derechos civiles en Berkeley, California
Harris formó parte de los experimentos de integración estudiantil de aquellos años. ¿Cómo resultó para ella?
Ella es un producto de ese momento en el que había un intento de integración y que los jóvenes estudiantes en muchas ciudades de EEUU eran enviados en autobús a otro barrio para intentar que estuvieran más mezclados, cuando había mucha segregación en la práctica. Su madre, que era una profesora universitaria, una investigadora del cáncer muy brillante, a menudo sufría prejuicios. A su madre la confundían muy a menudo con la señora de la limpieza cuando iba a dar clase. Era la imagen que se creaba por el color de su piel. Eso lo cuenta Kamala. También, que a veces se reían del acento indio de su madre. Hablaba inglés perfecto, pero pues como se habla el inglés en India.
A su madre la confundían muy a menudo con la señora de la limpieza cuando iba a dar clase. Era la imagen que se creaba por el color de su piel A su madre la confundían muy a menudo con la señora de la limpieza cuando iba a dar clase. Era la imagen que se creaba por el color de su piel
¿Cómo construyó una personalidad segura de sí misma en ese entorno?
Tenían una identidad bastante fuerte y orgullosa. Crecieron en una comunidad donde hicieron muy buena relación con otras mujeres afroamericanas de una experiencia más tradicional en Estados Unidos, y de alguna forma se empoderaron bastante para la época. Ella era muy segura de sí misma. De pequeña le explicaba a la gente cómo pronunciar correctamente su nombre, no se avergonzaba de ello como podría ser típico de una niña.
Los 70, de Nina Simone a Aretha Franklin
¿Qué incorporó en su práctica política actual de la lucha fuerte por los derechos civiles de los 60, de los 70?
Ella lo vio bastante en directo en Oakland en los 70. Estaban en una comunidad que realmente estaba luchando. Ella iba a las manifestaciones, a las protestas con su madre. Iba al lugar donde cantaba Nina Simone. Realmente estaba rodeada de esos referentes. Cuenta que a Aretha Franklin le dio confianza en sí misma. Vio una parte relativamente positiva del momento, creyendo que las cosas iban a cambiar hacia mejor. No sufrió la persecución que sí sufrieron las personas brown en el sur de Estados Unidos y a la vez vio que esa lucha daba algún fruto. Sufrió la discriminación, pero a la vez tuvo también esa experiencia positiva de una lucha que estaba cambiando al país.
¿Qué marca le dejó la ausencia del padre en su crianza y formación?
Es uno de los puntos de conexión que hacemos con Obama de manera un poco superficial. Pero haber sido criada por una madre fuerte en solitario la marcó a ella y a su hermana. Su padre no desapareció como el padre de Obama. No es una experiencia tan radical. Era también un profesor universitario, si bien no fue una ruptura total, estaba muy ausente. Harris creció en una comunidad muy marcada por mujeres independientes, en un momento donde todavía eso estaba cuestionado. Eso le enseñó a valerse por sí misma porque no había una familia patriarcal tradicional como experimentaban otras personas.
Kamala Harris el día en se recibió de abogada, junto a su maestra de primaria Frances Wilson
Kamala Harris el día en se recibió de abogada, junto a su maestra de primaria Frances Wilson
Harris no tiene hijos biológicos. ¿Cómo puede influir ese dato en una campaña con una polarización cultural fuerte y posiciones morales conservadoras tan explícitas en juego?
En realidad, hasta ahora ningún presidente de los Estados Unidos dio a luz. En eso se parecen (se ríe). Su marido tiene hijos que ya son mayores con los que ella tiene muy buena relación y son parte de la familia. O sea, no creo que sea tan distinto. Otra cosa es que se utilice con ataques sexistas, como se suele decir sobre las mujeres: se opina sobre el pelo, sobre cuánto tiempo gastan en arreglárselo, en la ropa o si tienes o no tienes hijos.
Kamala Harris, ¿conservadora o progresista?
Usted destaca que, pese a la fama de liberal que tiene, Harris tuvo un perfil más bien de mano dura cuando era fiscal de estado, incluso persiguiendo consumidores de marihuana. ¿Es progresista o conservadora?
Es curioso, ella recibe ataques de la izquierda y de la derecha, según convenga. Es verdad que es otro momento. Siendo fiscal cumplía otro papel distinto al de senadora o en la vicepresidencia. Ella fue fiscal general en California en un momento donde todavía había una visión bastante conservadora de cómo actuar en el caso del crimen. Y aunque ella durante esos años también evolucionó, al principio fue dura. Luego fue evolucionando hacia posiciones más progresistas.
¿Recibió críticas desde la comunidad negra por su mano dura como fiscal?
Muchos en la comunidad afroamericana recuerdan que algunas de sus posiciones contribuyeron a una encarcelación masiva de los hombres negros en particular. Porque eran perseguidos por delitos relacionados con el consumo de drogas y que luego derivaban en una situación peor. Ella evolucionó, pero viene de ahí. Y es curioso que ahora sea vista de otra manera.
¿Cómo la define ideológicamente?
Si miramos el conjunto de su actuación y sus políticas recientes, es una política más bien centrista, bastante parecida a Biden y a Obama. Puede ser algo más progresista o más insistente en algunos asuntos concretos, como la igualdad y los derechos reproductivos, porque lleva más tiempo en eso. Pero realmente su marco ideológico general se parece bastante al centro del Partido Demócrata.
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AP Foto/LM Otero
La decepción con su performance como vicepresidenta
Su libro relata la expectativa que generó el ascenso de Harris a la vicepresidencia. Cuatro años más tarde, muchos demócratas quedaron desencantados con su performance. ¿Coincide?
Sí, como pasa siempre cuando tienes las expectativas muy altas. Y en ella se pusieron muy altas. Así es más fácil la decepción. Es cierto que es muy difícil brillar como vicepresidente. Es un papel complicado, que no tiene ninguna tarea fija, más allá de estar esperando por si le pasa algo al presidente. Los vicepresidentes intentan hacerse un hueco.
¿La tarea de controlar la frontera sur era una suerte de misión imposible?
A Harris le tocó o aceptó meterse en dos temas muy complicados. En particular la migración de Centroamérica. También, parte de la gestión de la crisis de las drogas en Estados Unidos. Dos asuntos muy complicados para cualquiera. En otros asuntos que ella ha tomado le ha ido mejor, por ejemplo, la salud reproductiva, la mortalidad materna y el derecho al aborto. En asuntos más relacionados con las mujeres, su voz es más auténtica y a la vez es más fácil que gestione bien ese mensaje.
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Kamala Harris en los jardines de la Casa Blanca, en Washington, el 22 de julio de 2024
AP
¿En qué se equivocó Harris siendo vicepresidenta?
Es difícil separar los errores, que sí ha cometido, con la percepción de que es una mujer negra, que le otorga un plus de dificultad. Por otra parte, a ella no le gusta demasiado la prensa y rehúye preguntas, una manera equivocada de gestionar cuando hay dudas sobre ti. No le gusta posicionarse sobre muchos asuntos, solamente los que ella elige. Tras las expectativas muy altas, en cuanto empezaron las críticas se replegó. Pero ahora es otro momento. Cuenta con el apoyo de los líderes del partido y buena parte de los votantes.
La pelea contra Trump
¿Cómo imagina el debate de Harris con Trump y la dinámica de esa rivalidad en estos meses de campaña?
Una dinámica muy distinta a la que estábamos acostumbrados a ver, porque Biden y Trump ya son dos viejos conocidos. Son dos hombres blancos, mayores y cascarrabias. Ahora vamos a tener una confrontación diferente. Un hombre y una mujer, un señor mayor, una mujer más joven, una mujer con mucha capacidad retórica, a la que le encanta interrogar de manera dura; un hombre que no dice cosas gramaticalmente a veces correctas, pero no del todo ciertas a veces. Dos personas muy distintas, no solamente desde el punto de vista ideológico. No los hemos visto mucho juntos, así que será interesante ver cómo se relacionan en el debate. Harris es buena oradora, pero Hillary Clinton sabe bien lo difícil que es gestionar un debate con Trump y su tono avasallador.
¿Qué impronta y qué dificultades enfrentaría una posible presidencia de Kamala Harris?
Si gana, que será difícil, va a ser muy justo. Lo primero que tendría es un momento de crisis en la transición parecido al de hace cuatro años. Es fácil imaginar otra vez a los votantes de Trump, o el propio Trump más otros líderes republicanos no aceptando una derrota. Puede haber riesgo de violencia y un país dividido. Ese escenario será complicado de gestionar. El gran reto será volver a unir al país que realmente está en una situación muy parecida a la de hace 40 años con una gran división. En los años 60 y 70 Estados Unidos vivió momentos de mucha división y violencia política, pero desde entonces no había nada parecido de la dimensión que tenemos ahora.
¿Gestionar la división social sería el gran reto de Harris?
El reto de Harris, aunque también el de Trump, es calmar al país y luego todo lo demás. Por ejemplo, la desigualdad en una economía que mejora pero no para todo el mundo. La ausencia de sanidad, de cobertura real para las personas que todavía están excluidas. Hay muchos retos socioeconómicos en el país, pero el primero es la calma.