Linzi Page, una mujer escocesa de 36 años fue a ver a su médico de cabecera en enero del año pasado después de semanas de movimientos intestinales "extraños" y sangrado rectal.
Según explicó a BBC Escocia, su médico no la tomó en serio y dijo que probablemente se trataba del síndrome del intestino irritable.
El médico realizó un análisis de sangre rutinario y una muestra de heces, pero no apareció nada irregular.
Casi tres meses después, Linzi fue a ver a otro médico y le mandaron hacer una "colonoscopia urgente".
A fines de abril le diagnosticaron cáncer de colon en etapa IV, y desde entonces le han dado dos años de vida.
Linzi, que tiene dos hijos pequeños, cree que su pronóstico hubiese sido mejor si le hubiesen detectado antes el cáncer.
"Creo que los médicos deben ser más conscientes de que las personas menores de 50 años también tienen cáncer de intestino", afirma.
"Hablé con mis médicos y fui muy sincera. Les dije que si hubiese ido con los mismos síntomas a los 60 años me habrían mandado una colonoscopia inmediatamente".
"Pero porque tengo 35 años no se lo tomaron en serio y no lo resolvieron con la suficiente rapidez".
El cáncer de colon es el segundo tipo de cáncer más letal de Escocia.
Cerca de 3.700 personas son diagnosticadas con esta condición cada año, pero solo unas 200 tienen menos de 50 años.
Según Claire Donaghy de la ONG Bowel Cancer UK, es difícil para los médicos reconocer el cáncer de intestino en las personas más jóvenes, especialmente dada la prevalencia del síndrome del intestino irritable y otras afecciones.
"En toda su vida un médico suele ver tan solo a una persona de menos de 50 años que tenga cáncer de colon", dice.
Donaghy dice que los pacientes más jóvenes normalmente no tienen de qué preocuparse, pero deberían anotar sus síntomas y regresar al médico si no mejoran.
Linzi dice que su diagnóstico la dejó "destrozada".
Desde entonces ha descubierto que tiene tumores en el hígado y que el cáncer se ha extendido a los pulmones.
"En diciembre me dijeron que era incurable y me dieron uno o dos años de vida", dice.
Actualmente está tratando de recaudar fondos para un medicamento llamado Avastin, que no está disponible en el sistema de salud escocés, pero que espera que pueda prolongar su vida.
A Linzi le gustaría que los médicos tuviesen más en cuenta el riesgo de cáncer intestinal en las personas jóvenes.
El sistema de salud en Escocia actualmente tiene un programa de detección para personas mayores de 50 años.
Linzi ha pedido que la evaluación se extienda a las personas menores de 50 años, pero el gobierno escocés aseguró que no había pruebas suficientes de que esto fuera necesario.
Liz dice que no quiere perder el tiempo quejándose de los médicos, sino que quiere concienciar a los jóvenes sobre la condición.
"Lo verdaderamente precioso para mí es pasar tiempo con mis hijos", dice.
"Pensar que podría no estar en la vida de mis hijos me hace querer llorar. No puedo pensar en eso. Intento vivir día a día".
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