¿Qué efectos tiene la política de Trump contra los migrantes?

No cumplió su promesa del año 2015 de construir un muro en la frontera con México, pero nadie niega que el mandatario despliega esfuerzos más allá de la razón para lograrlo.

En los últimos días, Trump dio órdenes de acelerar las redadas y la deportación de los inmigrantes indocumentados en EEUU y anunció una nueva regla que prohíbe a los migrantes buscar asilo en EEUU si han pasado por un tercer país en su camino. Esto se suma a otras medidas que venía tomando, como la reducción del programa de reasentamiento de refugiados. 

No hay duda de que el tema de la migración es una problemática mundial, pero lo que es cuestionable es la forma en que Trump quiere “solucionarlo”. 

“Este cambio de reglas es el último de una serie de programas agresivos e ilegales propuestos por la administración de Trump que buscan reducir drásticamente los derechos de las personas que buscan asilo en EEUU”, dijo Geoff Thale, vicepresidente de Programas de la Oficina de Washington para América Latina (WOLA, por su sigla en inglés). 

El Observador consultó a Peter Hakim, presidente emérito del Centro Diálogo Interamericano con sede en Washington, quien dijo que “si las redadas son legales será decidido por las cortes norteamericanas, posiblemente con la decisión final de la Suprema Corte. Estimo que se determinará la legalidad, particularmente porque son dirigidas a personas que han recibido órdenes de deportación. Pero lo que la administración de Trump quiere es legislar que cruzar la frontera ilegalmente o exceder el tiempo de una visa sean delitos graves. También busca finalizar con el estatus de protección temporal (TPS)”.

En este momento el foco está puesto en si las medidas restrictivas están bajando los índices de inmigración, o si están generando más caos e historias humanas dramáticas. 

Por ahora, la baja de migrantes en las últimas semanas no muestra que el plan del mandatario esté alcanzando las metas fijadas. Según el Washington Post, “el plan de deportaciones es más que nada un show”. Sin embargo, habrá que esperar un poco más para sopesar mejor el impacto. 

Lo cierto es que las deportaciones fueron más cuantiosas durante la administración de Barack Obama. Durante su primer año como presidente, Trump deportó 177 mil menos inmigrantes que Obama en 2009 (su primer año en la Casa Banca), según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EEUU. 

En sus ocho años de gobierno, la administración de Obama expulsó del país a más de 2,5 millones de inmigrantes irregulares, más que todos los presidentes del siglo XX juntos. Aun así, los analistas coinciden en que la política migratoria de Trump es mucho más dañina que la de su predecesor.

Según un informe de WOLA, la migración declinó en el pasado junio en comparación con el mes anterior, pero la crisis humanitaria está lejos de ser resuelta. De hecho, los traficantes de migrantes siguen impulsando a las personas a abandonar sus países y adoptan nuevas rutas para llegar a EEUU. 

El estudio asegura que las solicitudes de asilo en México casi se han duplicado cada año desde 2014 y que están en camino de hacerlo nuevamente al cierre de 2019. 

Las investigaciones en Estados Unidos indican que, históricamente, cuando las medidas restrictivas son más fuertes, la migración baja en el corto plazo pero luego suben nuevamente. 

Según surge del análisis de WOLA, publicado la semana pasada, las políticas duras en el control de migrantes en 2014, un severo plan en la frontera sur de EEUU, tuvo un efecto inmediato a la baja de migrantes, pero luego comenzó a crecer mes a mes. 

“La razón (...) es que los migrantes y los traficantes de migrantes se ajustan. Adoptan nuevas rutas (...). Los contrabandistas corrompen a los funcionarios en los puestos de control, con casi una total impunidad. Hay pocas razones para esperar que esta vez no sea diferente, ya que las fuerzas que impulsan a las personas a abandonar América Central siguen siendo tan intensas como siempre”, afirma WOLA.

Por su parte, Randy Capps, un demógrafo que es director de investigación del Instituto de Políticas de Migración. advirtió en un artículo publicado en Foreign Affairs, esta semana, que la retórica incendiaria de Trump, lejos de desestimular la inmigración, podría acelerarla en el corto plazo ante el temor a que se construya el muro en la frontera con México o a que las condiciones de ingreso se vuelvan incluso más duras.

Otro tema a observar es que la migración ha ido cambiando con el correr de los años. Durante gran parte de la década de 1990 y principios de la década de 2000, la Patrulla Fronteriza de EEUU detuvo a más de 100 mil migrantes cada mes, la mayoría hombres adultos que viajaban solos, y pocos solicitaban asilo. En cambio, actualmente 75% de los migrantes son familias enteras y buena parte solicita asilo. Además, la vulnerabilidad de los recién llegados a EEUU es más profunda, debido al aumento de la conflictividad o pobreza en sus países de origen. 

Es por esto que las medidas de Trump son más graves desde el punto de vista humanitario, en especial cuando en 2018 la Patrulla Fronteriza separó a miles de familias, procesó a los padres y envió a muchos niños a refugios. Trump rescindió esa política al poco tiempo, pero la impronta del hecho y la política de “tolerancia cero” se mantienen.

El miércoles 10 de julio, el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes celebró una audiencia titulada Niños en jaulas: tratamiento inhumano en la frontera, que da cuenta de las condiciones miserables y el maltrato a los inmigrantes en las instalaciones de detención de los EEUU.

La gente presente en la audiencia llevó calcomanías con el hashtag #JusticeforMariee, una niña de un año y medio que murió poco después de enfermarse en una instalación de ICE (el Servicio de Inmigración y Aduanas de EEUU) en Texas.

Como forma de mitigar los movimientos migratorios, WOLA propone que se ayude a los países africanos y centroamericanos a resolver sus crisis internas, para que la gente pierda el deseo de emigrar. 

En este contexto, el secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, tiene previsto viajar a Ciudad de México, este domingo 21, y reunirse con el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, para evaluar la evolución de las migraciones luego de las medidas acordadas entre ambos países, así como asuntos de comercio y el Plan de Desarrollo Integral para Centroamérica.  

Discriminación contra los venezolanos