Los hogares uruguayos evitan aumentar su endeudamiento
Las familias son más reticentes a contratar nuevos préstamos y más allá del desempeño puntual de algunas instituciones
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29 de agosto de 2018 a las 14:45
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El segundo trimestre terminó con un mercado del crédito al consumo estancado y con una leve inclinación a la baja. Los hogares son más reticentes a contratar nuevos préstamos y más allá del desempeño puntual de algunas instituciones, tanto bancos como administradoras de crédito se enfrentan a una escenario similar.
El Índice de Crédito al Consumo de El Observador (ICC-EO) tuvo una caída de 0,6% al cierre del segundo trimestre del año en relación a 12 meses atrás. El indicador mide el volumen de crédito vigente que mantienen los hogares con bancos públicos y privados, casas financieras, cooperativas y administradoras de crédito, que tuvo por destino el consumo final.
El monto es considerado en pesos constantes –se corrige el efecto de la inflación– y se excluyen los créditos que tienen por objetivo la compra de un inmueble o un vehículo, por considerarse bienes duraderos y por tanto, inversión. Los datos son procesados por El Observador a partir de información que recopila el Banco Central (BCU) de las propias instituciones.
La leve caída del último año en el crédito al consumo muestra un escenario de estancamiento que no es nuevo para el mercado. Si se considera únicamente los datos cerrados a cada trimestre, el financiamiento a las familias no cae o se contrae a tasas mayores a 1% desde el tercer trimestre del año pasado, cuando mostró un deterioro interanual de 1,8%.
El stock de crédito al consumo que mantienen vigentes los hogares con las instituciones financieras alcanzó en junio US$ 2.335 millones.
Coyuntura
El relativo estancamiento del crédito al consumo se da en un escenario en el cual el salario real se mantiene en los niveles del año pasado debido a un aumento más lento del ingreso de los trabajadores y una aceleración de los niveles de inflación.
Al mismo tiempo, la pérdida de puestos de trabajo en distintos sectores de la economía y un aumento brusco del dólar durante el segundo trimestre afectó la confianza de los consumidores, con un impacto directo en su propensión a la toma de crédito.
En el promedio del segundo trimestre del año, el Índice de Confianza del Consumidor de la Cátedra SURA de la Universidad Católica y Equipos Consultores tuvo una caída de 7,7% respecto al primer cuarto del año y de 9,3% si se compara con igual período de 2017.
El consumo de los uruguayos fue uno de los principales motores de la economía en el arranque del año. Su crecimiento de 2,8% interanual en el primer trimestre explicó dos puntos de la expansión de 2,2% que tuvo la actividad en su conjunto.
Instituciones
Entre las distintas instituciones que prestan a los hogares, no hay grandes diferencias en cuanto a la evolución del stock de crédito vigente. Sin embargo, los bancos privados destacan por tener cierto dinamismo en comparación con el resto.
El crédito al consumo en esas instituciones aumenta a una tasa interanual de 1,2% medido en pesos constantes. De esta manera, acumulan cinco trimestre consecutivos de expansión.
En tanto, en el Banco República –que concentra prácticamente la mitad del mercado de financiamiento a las familias para el consumo– hubo una caída de 1,4% interanual y el escenario de retroceso se remonta al último trimestre de 2016.
Por su parte, las administradoras de crédito mostraron un leve retroceso de 0,4% en el segundo trimestre del año, lo que implicó un tercer trimestre consecutivo de contracción.
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