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A los 67 años, murió el actor Claudio Rissi, actor de El Marginal
Claudio Rissi, conocido por su destacada participación en la serie El marginal, falleció recientemente en un sanatorio en Buenos Aires. A sus 67 años y tras una extensa carrera en cine, teatro y televisión, se encontraba luchando contra el cáncer. La triste noticia fue confirmada por su novia, Natalia Ojeda, a La Nación. Claudio Rissi estaba siendo atendido en la clínica Los Arcos, en el barrio de Palermo.
La noticia de su fallecimiento generó una profunda conmoción tanto en el mundo artístico como entre el público en general. La Asociación Argentina de Actores y Actrices anunció su partida a través de un comunicado en sus redes sociales, expresando: "Despedimos con gran tristeza a nuestro afiliado, el actor Claudio Rissi. Durante su trayectoria de más de cuatro décadas se destacó en televisión, cine y teatro. Acompañamos a sus seres queridos en este duro momento".
Además de su reconocido papel como Borges, líder de una de las bandas carcelarias en El marginal, el actor fue reconocido por sus interpretaciones como Galván en Los simuladores, El Fletero en Okupas y el comisario Filpi en El puntero.
En el ámbito teatral, su actuación como Tatita en Terrenal (Pequeño misterio ácrata), la obra de Mauricio Kartún que aborda el mito de Caín y Abel, lo consagró como uno de los grandes actores argentinos, obteniendo importantes premios y el reconocimiento unánime de la crítica especializada.
Nacido y criado en Boedo, Claudio Rissi proviene de un hogar humilde, donde su madre trabajaba como costurera y su padre desempeñaba diversos oficios, desde trabajador en el Hipódromo hasta aparador de calzado, entre otros. A pesar de la oposición de su padre, fue su hermana mayor y su madre quienes le brindaron el primer apoyo para seguir su vocación por la actuación.
Desde temprana edad, a los diez años, descubrió su pasión por la actuación en los actos escolares, pero no fue hasta los 18 que comenzó a estudiar teatro en el Club River Plate, y luego ingresó en la Escuela Nacional de Arte Dramático, donde recibió formación de destacados maestros como David di Nápoli y Lorenzo Quinteros.
“Yo arranqué en la Escuela Nacional de Arte Dramático haciendo humor. Después, por determinadas razones que son cuestión de terapia, me quedó este rostro adusto. Siempre jodo con esto de que cuando los productores necesitan un personaje que sea un criminal, dicen: ‘Llámenlo a Rissi que ya el muerto se lo trae de la casa’. Sé hacer muchos de esos, y además me divierte”, bromeaba.
En 1979, Claudio Rissi firmó su primer contrato con el Teatro Presidente Alvear, marcando así el inicio de su carrera como actor teatral. Poco a poco, comenzó a transitar un extenso camino en el mundo del teatro, el cine y la televisión, participando en obras como Terrenal y Kilómetro Limbo, películas como Lugares comunes, Aballay, La novia del desierto, La sombra del gallo y series de TV como Poliladron, Okupas, El puntero, Maradona sueño bendito, El jardín de bronce, Un gallo para Esculapio, En terapia, Los vecinos en guerra, Epitafios, Valientes, Tiempo final, Gasoleros, Chiquititas, entre otras, experimentando los altibajos propios de la profesión.
"Cuando aún no trabajaba en televisión me iba a ver grabaciones, a ver cómo grababan estos grandes actores, como Miguel Angel Solá o Gerardo Romano. Esos tipos me incentivaban el deseo de hacer este laburo. Me gusta mucho actuar, me gusta mucho el escenario. Actuar para mí es sanador, muy vivificante. Y hasta hoy disfruto mucho del trabajo de mis compañeros", expresó en febrero de 2022.
Para Rissi, el arte dramático lo era todo: "A pesar de esta cosa dura que tengo, también soy bastante payaso, payaseo todo el tiempo, hago cosas raras con el cuerpo, y esos juegos son como ropa que guardo en el placard. Así, cuando me toca hacer un personaje, lo saco y digo, ‘Ah, esta camisa por ahí me sirve, y aquel pantalón también, o esos zapatos’. Son herramientas, emociones o comportamientos que están guardados allí y nunca sobran".
En pareja con Natalia Ojeda, Rissi apostó por la convivencia cuando la pandemia lo sorprendió en Resistencia, Chaco, en la casa de su novia. A pesar de no tener hijos, dedicó el 100% de su vida a su pasión por la actuación y su carrera.
