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El anteproyecto de reforma de la seguridad social incluye en su articulado un plan de ahorro por consumo. Prevé que los 2 puntos porcentuales de IVA que se devuelve a los consumidores por las compras que pagan con tarjetas de débito pasen a las cuentas previsionales de los beneficiarios. Se estima que con esa medida, una persona pueda generar un ahorro para su jubilación de hasta 10%.
El texto fue elaborado por el Poder Ejecutivo —tras recibir un informe de la Comisión de Expertos en Seguridad Social (CESS)— propone un plan de ahorro por consumo que permite la devolución de 2 puntos porcentuales del IVA para las enajenaciones de bienes y prestaciones de servicios efectuadas a consumidores, siempre que las compras se efectúe mediante tarjeta de débito o instrumentos de dinero electrónico.
La asignación también regirá para las enajenaciones de bienes efectuadas a los socios de las cooperativas de consumo que registren electrónicamente, siempre que a transacción no se financie en cuotas.
En el artículo sobre la administración del plan de ahorro se explica que las emisoras de tarjetas de débito transferirán al Banco de Previsión Social (BPS) los importes que correspondan a los recursos, con la respectiva identificación de sus beneficiarios en forma mensual y sin costo.
Después de recibida la devolución, el BPS distribuirá los importes en las entidades administradoras de las cuentas de ahorro voluntario y complementario de los beneficiarios. Esas entidades estarán integradas en los sistemas de pago automatizados y cámaras compensadoras.
El presidente de la comisión de expertos, Rodolfo Saldain, explicó en entrevista con Telemundo que “esos 2 puntos porcentuales de IVA que el Estado renuncia de recaudación para incentivar el uso de la tarjetas pasen a las cuentas de las personas para mejorar su situación de ahorro”.
Añadió que se estima un ahorro de entre 5% y 10% para las personas que tengan un uso intenso de las tarjetas de débito.
El anteproyecto también aclara que en los casos en que los beneficiarios no contaran con cuenta de ahorro voluntario y complementario, la administración de los fondos correspondientes se asignará a la AFAP de la fuera afiliado y, en forma subsidiaria, el BPS abrirá y mantendrá la cuenta correspondiente.
Además, faculta al Poder Ejecutivo a establecer que las personas puedan optar que el ahorro pasa a su cuenta propia o a la de un tercero.
Quedan excluidos las contraprestaciones efectuadas por jubilados o mayores de la edad que se determine por la reglamentación.
Agregó que las personas físicas no residentes no quedan comprendidas en el plan de ahorro por consumo.
El borrador para la reforma de la seguridad social le insumió a la Comisión de Expertos siete meses de redacción previa a su entrega al Poder Ejecutivo.
El Poder Ejecutivo presentó el anteproyecto a los demás integrantes de la coalición el miércoles pasado y este vienes hizo lo propio con el Frente Amplio (ver página anterior).
La operativa con tarjetas de débito tuvo un total de 146 millones de operaciones en la segunda mitad de 2021, lo que representó un crecimiento de 17% con respecto al semestre anterior. El monto operado fue de $ 171.802 millones (unos US$ 3.938 millones), según los últimos datos publicados por el BCU.
El parque de tarjetas de débito emitidas al cierre del segundo semestre de 2021 era de 3,06 millones.
En tanto, las tarjetas de dinero electrónico eran 2,7 millones. En el segundo semestre de 2021 hubo 33,2 millones de operaciones por $ 53.094 millones (US$ 1.217 millones).
En los últimos años una buena parte de los uruguayos adquirió paulatinamente el hábito de utilizar la tarjeta de débito como medio de pago para distintos compras del día a día, y con ello dejó de ser un instrumento destinado exclusivamente para retirar efectivo en los cajeros automáticos.
La ley de Inclusión Financiera, promovida en el gobierno del Frente Amplio, contempla el descuento permanente de 2 puntos de IVA para las ventas que se cobren con tarjetas de débito o instrumentos de dineros electrónicos que funcionan de manera similar al pago contado (tickets de alimentación o tarjetas prepagas).
En 2014 durante el primer año de implementación de la ley el beneficio era de 4 puntos, en 2015 pasó a 3 puntos y en 2016 a 2 puntos. En enero de 2017 se volvió al descuento de 4 que estuvo vigente hasta marzo de 2020 cuando el gobierno de Lacalle Pou optó por reducirlo a 2 puntos.
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