En los últimos años hubo al menos cuatro aeronaves que ingresaron al territorio uruguayo de forma ilegal vinculadas con el tráfico de drogas, que desencadenaron operaciones ejecutadas por la Dirección General de Represión al Tráfico Ilícito de Drogas, en coordinación con el Ejército, la Fuerza Aérea y la justicia.
También hubo otros casos de detenciones de vuelos ilegales, en los que no se encontró cargamento sospechoso. Uno de ellos ocurrió en Durazno en el año 2015, cuando dos aviones de la Fuerza Aérea interceptaron a una avioneta que volaba sobre territorio nacional sin autorización. Tras la intervención de las autoridades nacionales y al no encontrar narcóticos o contrabando, el aparato fue liberado y los dos tripulantes puestos en libertad, informó en ese entonces El País.
En tanto, este domingo fue encontrada una avioneta en Morató, Paysandú, sin cargamento ni pasajeros. Llegó desde Bolivia sin ser detectada por las autoridades, y dos extranjeros –un brasileño y boliviano– fueron imputados por delitos de conducción indebida o clandestina de aeronaves.
El vocero de la Fuerza Aérea, Leonardo Blengini, dijo a El Observador que la mayoría de los vuelos que intentan ingresar al territorio de forma ilegal son detectados por alguno de los cuatro radares disponibles, pero si la aeronave vuela a una altura más baja o circula por fuera del radio de cobertura -450 kilómetros- es posible evadir los controles.
Estas fueron algunas de las operaciones que desbarataron bandas de narcotraficantes que ingresaban droga a través de avionetas.
Tras meses de investigación de inteligencia, en agosto de 2007 la Brigada Antidrogas llevó a cabo la Operación San Francisco en una estancia en Puntas de Valentín, localidad situada a 80 kilómetros de la ciudad de Salto. En el predio, de unas 2.300 hectáreas, se encontraron 500 kilos de cocaína, un avión bimotor y vehículos.
La droga estaba lista para ser enviada a Europa, que sería su destino final. El caso, que en su momento fue uno de los principales golpes contra el narcotráfico, derivó en los procesamientos de siete personas -cinco colombianos y dos brasileños-, dispuestos por el entonces juez penal de Salto, Francisco Massita.
La droga ingresó a territorio uruguayo en una avioneta empadronada en Brasil, que aterrizó a unos 1.000 metros del casco de la estancia. Luego de aterrizar, la droga fue bajada por los colombianos y mientras los pilotos hacían guardia a cada lado del avión, la droga era trasladada a un galpón del gran establecimiento.
La droga tenía como destino final Holanda, donde se estima que se pagaría por todo el cargamento unos US$ 30 millones de aquella época. El pasaje por nuestro país sería para acondicionarla y luego trasladarla en contenedores.
En febrero de 2008, en el marco de la Operación Pájaros Pintados, fueron detenidas 11 personas vinculadas con el cártel mexicano Manzanillo, de las cuales diez fueron procesadas con prisión. Entre los detenidos había seis mexicanos, tres bolivianos y dos uruguayos. Se incautaron 142 kilogramos de cocaína, además de US$ 10 mil en efectivo.
Este cártel tenía conexión con el de Sinaloa, liderado en ese entonces por Joaquín, "El Chapo" Guzmán.
La droga llegaba desde Bolivia por vía aérea hasta una propiedad junto al río Uruguay, en Soriano. Luego era transportada hasta Montevideo, al deposito en La Aguada, donde era acondicionada en contenedores que cargaban con merluza o carne para después salir al exterior por el puerto capitalino.
Las autoridades estimaban que los narcos se habían instalado un año antes en Uruguay, haciendo envíos desde México hacia Europa.
El operativo fue realizado en abril de 2009 cerca de la Escuela Rural Nº 9, a 10 kilómetros de la ciudad de Paysandú.
Una avioneta fue interceptada en una pista de carreras a caballos que lindaba con la escuela. Dos vehículos, un Chevrolet S10 y un Corsa, cargaron los 80 kilogramos de cocaína en la aeronave, junto con 600 litros del solvente químico tolueno, que se utiliza para el procesamiento de la cocaína en sus primeras etapas,
Por este caso se procesó a siete personas.
En julio de 2013, la Operación Wayra de la Brigada Antidrogas detuvo una avioneta y a 22 personas -16 en Montevideo y 6 en Canelones y Rocha- que transportaban 500 kilogramos de marihuana. La brigada antidrogas detectó una pista de aterrizaje clandestino, la avioneta con la droga y un camión en el que sería transportada en un campo de Cebollatí, departamento de Rocha.
En ese entonces, la jueza Adriana de los Santos procesó a diez personas con prisión y dos con medidas sustitutivas, y las restantes quedaron en libertad.
El radar de la Fuerza Aérea captó dos avionetas que ingresaron de forma irregular a territorio nacional por Bella Unión, provenientes de Paraguay. De inmediato despegaron dos aviones para interceptarlos. Una logró evadirse pero otra fue obligado a aterrizar en la base aérea de Durazno.
Mientras que en Rocha, la policía antidrogas atrapó a una banda de narcos que tenían una avioneta fumigadora con droga, en Cebollatí.
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