Leonardo Carreño

Al Thornton, de la NBA al aguatero

Nació en un pueblito de 8.000 personas, jugó con Curry y enfrentó a Lebron y hoy es el líder de Aguada en las finales

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19 de mayo de 2019 a las 05:00

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Al Thornton tiene 35 años y muchas heridas de guerra. Una serie de lesiones malograron una carrera en la NBA que había arrancado en forma notable. Una rotura de ligamentos en China también lo frenó cuando tomaba un nuevo impulso fuera de fronteras. Llevaba ocho meses fuera de las canchas cuando recibió el llamado de Aguada para venirse a Uruguay.   

Del Staples Center de Los Angeles, a la calle San Martín. De pasarse la bola con Blake Grifin o Stephen Curry a los barrios de la Liga Uruguaya de Básquetbol. Ahí está Thornton, un 2,03 m que guía a Aguada al sueño de ser campeón. Aunque por delante esté nada menos que Malvín. 

Leonardo Carreño

“Cuando llegué no estaba en mi mejor forma basquetbolística. Fue duro el comienzo, tuve que bajar varios kilos. Venir acá fue asumir una gran presión porque el objetivo es salir campeones. Sabía que venía a un equipo grande. Pero vamos por buen camino”, cuenta a Referí en la cancha de Aguada previo a una jornada de entrenamiento. 

Humilde, profesional y muy talentoso, Thornton revela sus orígenes para explicar que Montevideo tiene un aire familiar para él: “Me gusta, vengo de un pueblo pequeño, estoy cerca de la playa, en Pocitos, es tranquilo, divertido, tengo varios restaurantes para ir y los hinchas son increíbles. Son locos, pero son fantásticos, son apasionados. Y me hacen recordar a la pasión que siento de niño por este deporte”. 

Thornton nació en Perry, una ciudad de 8.000 habitantes ubicada en el estado de Georgia.

Leonardo Carreño
 

“Es un pueblo muy chico, todos nos conocemos y la familia está siempre cercana”, explica. 

Ahí, en canchas de asfalto y cadenas en lugar de redes, comenzó a jugar al básquetbol. Claro, después de probar con el fútbol americano.  

“En esa zona del país, el fútbol americano es muy popular y mi padre quería que jugara. Pero cuando vi jugar a Michael Jordan y Dominique Wilkins quise ser jugador de básquetbol. No era muy bueno de chico, pero fui desarrollándome”, cuenta a las risas.

“Vengo de una familia pobre, de padres trabajadores que se encargaron de que saliera adelante en la vida. Tenían dos y a veces hasta tres trabajos pero felizmente nunca me faltó nada”.  
Conseguir una beca para asistir a la Universidad Estatal de Florida fue entonces una razón de felicidad para toda la familia.

“Fue una gran experiencia. La Universidad tenía mejor equipo en fútbol americano, pero en básquetbol fuimos progresando con el correr de los años”, recuerda. 

Thornton no logró graduarse. Sin embargo, hace cuatro días retomó las clases on line para obtener su título en Ciencias Sociales: “Nunca es demasiado tarde”, dice.  

Su entrenador Leonard Hamilton lo marcó y le dejó esas enseñanzas que duran de por vida: “Cada vez que tengo algún problema o alguna indecisión llamo para consultarlo”.

Leonardo Carreño

En su último año universitario explotó y eso lo llevó, en 2007, a quedar en el draft de la NBA. 

Fue elegido en el lugar número 14 por Los Angeles Clippers por detrás de nombres de la talla de Kevin Durant (número 2), el dominicano Al Horford (3), Mike Conley (4) o Joachim Noah (9).  
“Definitivamente fue un sentimiento increíble, representar tu nombre en la camiseta; fue el reconocimiento más grande que tuve para mi familia y para mi ciudad”, comenta. 

Sin embargo, reconoce que su carrera en la NBA estuvo llena de “subidas y bajadas”. Y que las lesiones tuvieran un papel preponderante para que en 2011 se terminaran esos años dorados.  
En 2007-2008, su año como rookie (novato), fue titular en 31 de los 79 partidos que jugó promediando 12,7 puntos. 

Al final de la temporada fue elegido en el mejor quinteto de novatos junto con Al Horford (Atlana Hawks), Kevin Durant (Seattle SuperSonics), Jeff Green (también de Seattle SuperSonics) y el argentino Luis Scola (Houston Rockets).

“Una noche, contra Memphis Grizzlies anotó 39 puntos, fue mi noche más memorable en la NBA”, dice con un aire a nostalgia. 

En su segunda temporada fue titular en 67 de los 71 partidos del equipo, promedió en cancha 37,4 minutos y firmó sus mejores promedios en puntos (16,8) y en rebotes (5,2).  

En su tercera temporada, bajó su promedio a 10,7 puntos y terminó transferido en un negocio a tres bandas hacia Washington Wizards para jugar la temporada 2009-2010.  

“Ahí sufrí una grave lesión de rodilla. Si bien fue una buena experiencia al equipo no le fue bien”, dice.  

Leonardo Carreño

La siguiente temporada la empezó en los Wizards y la terminó en Golden State Warriors donde compartió equipo con una de las máximas estrellas actuales de la NBA: Stephen Curry. 

“Era un joven Curry, pero ya sabía tirar”, dice y vuelve a reír. “Siempre humilde, se quedaba a trabajar en el gimnasio y en la cancha, pero más importante que eso es que es mejor persona”.  

“Jugué junto a jugadores muy talentosos, probablemente Blake Griffin fue el más talentoso con el que compartí equipo. Pero fui bendecido de tener la posibilidad de competir con jugadores que marcaron una era como LeBron James, Kobe Bryant o Dwayne Wade”, explica.

En 2012, empezó su nuevo camino de ex NBA. Jugó en Puerto Rico, China, Filipinas, Argentina y Japón, antes de llegar a Aguada.

“En Filipinas y Japón se juega un básquetbol muy sucio, extremadamente físico, mucho más que en Uruguay. En China les gusta el entretenimiento, las hundidas, el show”. Ahí se rompió los ligamentos de la rodilla, en 2012.  

Le encantó jugar en el ANTEL Arena y el clima de fiesta que le pusieron las hinchadas de Aguada y Nacional: “Es un estadio al estilo NBA aunque allá son para 20 mil o 25 mil personas”. 

En su paso por Filipinas –donde el básquetbol es el deporte nacional al igual que en Lituania– llegó a anotar un récord personal de 69 puntos y compartió equipo con Zach Graham, nuevo refuerzo de Aguada. De su mano, el rojiverde sueña en grande y viene bien: 2-0 al mejor de siete ante Malvín. 

Cifras

18,3 puntos promedia desde su llegada a Aguada en 18 partidos. En la primera final contra Malvín estampó su mejor marca goleadora con 39 tantos.  
6,1 rebotes promedia en el aguatero con 28,2 minutos en cancha por partido. 
39 puntos marcó con Los Angeles Clippers el 29 de marzo de 2008 en su año rookie (novato) contra Memphis Grizzlies. “Fue mi noche más memorable en la NBA”, 
expresó. 

Su equipo ideal

Base: Baron Davis, compartió equipo con él en su primera temporada en Los Angeles Clippers. 
Ayuda base: Tim Pickett con el que jugó en sus dos primeros años universitarios y que hizo su carrera en el extranjero. 
Ala-pívot: Blake Griffin con el que fue compañero en su última temporada en los Clippers porque estuvo una sin jugar por una lesión. 
Pívot: DeAndre Jordan, quien llegó a los Clippers en su segunda temporada. 
Alero: "Ahí juego yo", dijo con otra sonrisa. 

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