Anne with an E, la serie que Netflix quiere cancelar pero sus fanáticos buscan impedirlo

Esta serie original de Netflix basada en una saga de libros para adolescentes publicada entre 1908 y 1921 empezó en 2017 y se volvió, con el tiempo, viral. Tras el estreno de su tercera temporada, todavía no se sabe cuándo tendrá un final real, porque recientemente la plataforma anunció su cancelación.

Al igual que la Alicia de Lewis Carrol y las hermanas March de Louisa May Alcott, Anne Shirley –protagonista de la serie y de la saga literaria en la que se inspira– es una de las grandes heroínas de la literatura universal. Desde su primera publicación en 1908, los libros Anne of Green Gables (Ana de las Tejas Verdes) escritos por la canadiense Lucy Maud Montgomery acompañó, generación tras generación, el ingreso al mundo de los libros de las pequeñas y jóvenes lectoras de todo el mundo.

Como sucede con Alicia en su país de las maravillas y la revolucionaria Josephine 'Jo' March, Anne Shirley es un personaje sumamente disruptivo, inspirador y adelantado a su época: eso es lo que diferencia a las princesas de los cuentos –las que esperan– de las verdaderas heroínas –las que hacen–.

Con una producción a la altura de la historia original, la adaptación de Netflix llevó a la entrañable pelirroja desde las páginas gastadas por madres e hijas hasta la pantalla en 2017, y recientemente estrenó su tercera (y hasta el momento última) temporada.

¿Pero qué es lo que hace que una narración de hace más de un siglo se haya convertido en un éxito audiovisual y en una de las series más vistas en Netflix? Para empezar, la actuación de Amybeth McNulty, quien interpreta a esta niña huérfana que llega al ficticio pueblo de Avonlea, en la Isla del Príncipe Eduardo, tras ser adoptada por los hermanos de avanzada edad Marilla y Matthew Cuthbert.

A pesar de que los Cuthbert esperan en lugar de Anne a un niño que los ayude a trabajar la granja de Green Gables, no tardan en darse cuenta de que esta niña es sin dudas muy particular. Además de McNulty, sus coprotagonistas Geraldine James (Marilla) y R.H. Thomson (Matthew) convierten a este trío en uno de los más entrañables que se hayan visto en los últimos tiempos en una serie.

Otro de los aspectos más destacables de Anne with an E es la recreación de época (principios del siglo XX) con su ambientación, vestuarios y costumbres que trasladan a los espectadores, al menos por un rato, a un mundo de iluminación a vela, corsetería bajo los vestidos y carruajes antiguos.

A pesar de la primera impresión que puede generar enfrentarse a un momento histórico tan distante, los conflictos e ideas que se ponen en juego parecen indicar que por más avances sociales y tecnológicos que haya habido, al fin y al cabo las cosas no han cambiado tanto.

Porque por fuera de la trama de esta alegre soñadora con una imaginación sin precedentes, Anne with an E toca temas que interpelan el presente: la desigualdad social, la diferencias de oportunidades entre géneros, el racismo y la segregación, la diversidad sexual, los derechos humanos, la discriminación y el bullying. En ese sentido, si bien está catalogada para mayores de 13 años, la serie invita a la reflexión en familia sobre cuestiones importantes: cada capítulo nos da la posibilidad de dejar una enseñanza en niños y adolescentes y disfrutar de la serie a la par.

Netflix anunció su cancelación luego del reciente estreno de la tercera temporada. Sin embargo, los seguidores de Anne with an E está llevando adelante una petición para que haya una cuarta y última entrega. Desde firmas en change.org –ya juntaron más de 1 millón– hasta el alquiler de un cartel luminoso en Times Square o en el centro de Toronto, los seguidores más incondicionales de Anne Shirley están realizando distintas acciones e intervenciones públicas por la renovación de la producción que los conquistó.

Y ella es la niña que habla con los árboles, que bautiza a los animales, que adora los libros y las aventuras. La pelirroja de trenzas que vivió demasiado para su corta edad y puede recitar Jane Eyre de memoria. La del cabello de fuego, la bondad y la generosidad en persona. La heroína de su propia historia, como se nombra a sí misma. Ella es Anne Shirley: la que enseña a amar la vida a través de las pequeñas cosas, y a pesar de las dificultades.

El Observador y El Cronista