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Cámara de avícolas enfatiza que no hay motivos para comer menos pollo y huevos
La existencia de un brote de gripe aviar en Uruguay, detectado hace una semana en la zona de la Laguna Garzón, en Maldonado, no altera en nada la seguridad que hay para que los consumidores en todo el país ingieran carne aviar o huevos.
Eso afirmó Federico Stanham, director ejecutivo de la Cámara Uruguaya de Procesadores Avícolas (Cupra).
“La gripe aviar es una enfermedad de las aves, no de los humanos, con alto impacto en la actividad productiva, es lo opuesto al covid, donde el riesgo era alto para las personas e insignificante para la producción”, remarcó.
La gripe aviar no se trasmite al ser humano por el consumo de carne o huevos, se trasmite por un contacto directo de la persona con una ave infectada.
Pese a esa verdad, dijo, en todos los casos hay que ser higiénico y cocinar bien. “Eso es algo que vale siempre, para todos los casos, no solo para carne aviar y huevos”, puntualizó.
Lo que nunca hay que hacer
Stanham enfatizó que “nunca” hay que tocar un ave, sea silvestre, de patio o doméstica, porque genere curiosidad encontrarla muerta o porque genere “ternura” verla debilitada, con poca vivacidad, por ejemplo con imposibilidad de volar.
"Eso vale para una gallina que tengamos en el fondo de casa para poner huevos o una mascota que tengamos en una jaula, como puede ser un canario o un cardenal, por citar algunos ejemplos. El caso de las palomas en las plazas también es importante, tenemos la costumbre de darles de comer y eventualmente recoger alguna pluma del piso. La pluma no nos va a a contagiar, pero podemos llevar el virus de un lugar a otro", detalló.
Stanham señaló como “relevante” evitar que aves silvestres que puedan llegar a un sitio donde las personas tengan sus aves de patio o como animales de compañía terminen bebiendo o alimentándose en los mismos lugares.
Por ejemplo, si alguien tiene algunas gallinas o pollos, debe buscar la forma de aislar el sitio donde beban o coman, de modo que las palomas no puedan llegar a esos mismos lugares.
6.000 casos y un humano infectado
Stanham recordó que existe un solo foco en Uruguay, en la zona de la Laguna Garzón y que el agua es un ámbito en el cual el virus tiene mayor persistencia. Por lo tanto, instó a que toda persona que esté en esa zona y regrese tras las vacaciones a sus hogares y tengan aves o trabajen en predios productivos con aves desinfecten sus prendas y calzado antes de tomar contacto con sus aves.
En los predios productivos
El director ejecutivo de Cupra señaló que las áreas de mayor riesgo sanitario es donde están las reproductoras y las plantas de incubación, pero allí tradicionalmente hay medidas de prevención muy importantes.
Por ejemplo, toda persona que ingresa debe pasar por un área en la que se debe duchar y vestirse con ropa y calzado especial. Todos los trabajadores de esas granjas, además, no pueden tener en sus casas pollos o gallinas. “Eso es tradicional”, remarcó.
En todos los casos, además, también en donde se realiza la actividad de engorde de pollos, hay mallas antipájaros, una medida de bioseguridad que dado este caso detectado se ha comenzado a controlar, de modo que no haya filtraciones.
También se estimuló el uso de lavapies, desinfección de vehículos previo al ingreso y al salir y cambio de indumentaria cuando se va a realizar la labor en los galpones, para evitar que el virus llegue a los galpones.
“Estamos reforzando todas las medidas, la enfermedad puede provocar un daño muy importante a la producción. Venimos creciendo en producción y consumo de carne aviar en nuestro país, lo mismo sucede con la producción y consumo de huevos. Se está trabajando con el gobierno para desarrollar y mejorar el sector apuntando a la exportación, y sería muy negativo padecer un retroceso en este camino por esta enfermedad. Es necesario un trabajo muy fuerte en las próximas semanas, aunado entre el gobierno y el sector para evitar daños”, concluyó.
