María Eugenia Scognamiglio
Periodista de actualidadNacional > DENUNCIA AMBIENTAL
Desvío del río Santa Lucía: Industria clausuró y multó a arenera
A nueve kilómetros de San Ramón, sobre la ruta 12, en Canelones, una portera de madera con muros de piedra conduce hacia un solitario camino de tierra en dirección al río Santa Lucía. A la arenera que trabaja en ese predio es posible llegar con indicaciones precisas, porque no hay un cartel que la identifique como a otras que trabajan en la misma zona.
La empresa fue denunciada por el intendente Yamandú Orsi ante el Ministerio de Ambiente por haber cambiado el cauce del río en algunos puntos y haber construido pasajes de camiones artificiales.
Orsi le entregó este miércoles la denuncia frente a la prensa, en la Torre Ejecutiva, al subsecretario de Ambiente, Gerardo Amarilla. Al día siguiente las autoridades se desplegaron. Entre las 9 de la mañana y las 13 horas, la arenera recibió a un equipo del Ministerio de Ambiente que llegó junto a técnicos de la Intendencia de Canelones, según explicó el dueño de la arenera a El Observador.
Más tarde, otro equipo de la intendencia, que incluyó la presencia de una abogada, concurrió al lugar para notificarle que el impacto ambiental que se registró en su predio es pasible de una sanción de 2 mil UR, es decir, unos 3 millones de pesos, pero, aún falta la instancia de los descargos del responsable de la arenera.
Sobre las 14:30 horas, cuando El Observador estaba en el lugar, dos inspectores del Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM) llegaron en busca del dueño del establecimiento. La visita de ese ministerio surgió casi de casualidad. Cuando Orsi llegó a la Torre Ejecutiva para entregarle la denuncia al Ministerio de Ambiente, el subsecretario del MIEM, Walter Verri, llegaba al edificio.
El intendente y Verri conversaron brevemente sobre la denuncia de la que luego el MIEM pidió más información y terminó clausurando el establecimiento por encontrar minería ilegal.
Los técnicos del MIEM bajaron de la camioneta oficial y a unos metros una retroexcavadora se apagó. Un empleado de la empresa manifestó a El Observador que estaba trabajando en los tajamares y pidió a los periodistas que se retiraran del predio.
Los técnicos sacaron un dron y otro equipamiento del vehículo. Mientras, el empleado llamó al dueño del establecimiento para explicarle que estaba la prensa y la inspección del ministerio.
El auto oficial continuó camino adentro hacia el río. El objetivo era revisar si, más allá del cambio del cauce del río, se había realizado explotación minera en los alrededores. Verri explicó a El Observador que la extracción de arena de los cursos de agua navegables son competencia de hidrografía (Ministerio de Transporte) y no de su cartera, sin embargo, esta arenera extraía el material de un arroyo Pilatos, que es afluente del río Santa Lucía que no es navegable.
"Ya se lo había multado por estar actuando de forma clandestina. Ahora se detectó que seguía operando en condiciones de clandestinidad y sin permisos de extracción" de arena, señaló Verri. La empresa también deberá pagar una multa que le impondrá el MIEM, que puede ir desde las 10 mil hasta las 100 mil Unidades Indexadas, es decir, desde los 55 mil hasta casi $ 600 mil. Sin embargo, el costo aún está en evaluación de los técnicos.
El ambiente y las areneras
El río Santa Lucía es la principal fuente de agua potable del país, en total abastece a un 60%. Pero, además, también es fuente de explotación para las areneras que trabajan a lo largo de su cauce. Y para hacerlo necesitan habilitaciones que tienen limitaciones ambientales.
En la arenera vecina aseguraron que cuentan con los permisos correspondientes. Pero, aún así, las imágenes impactan. En algunos puntos el río mide unos tres o cuatro metros de ancho y los 300 metros restantes son montañas de arena, pese a que el mapa marca que allí debería haber agua.
En otros, es posible cruzar el río caminando sin mojarse los pies, aunque sí pisando arena y tierra seca producto de la explotación y la falta de lluvias. En dueño de la segunda arenera, que no está incluida en las denuncias según constató El Observador, explicó que la arena se saca de los bancos "naturales" que se forman contra el río con la creciente del agua, pero que algunas areneras hacen caminos para "entrar y meterse", algo que está prohibido "y más en esta época de seca", criticó el arenero.
Consultado sobre el impacto de las areneras en el río Santa Lucía, el director general de Gestión Ambiental de la Intendencia de Canelones, Leonardo Herou, señaló: "Hay areneras que tienen permisos, pero obviamente no de cualquier forma. Este predio hizo un tapón en el río, arrasó con la vegetación, hizo un destrozo. Areneras con permiso hay. ¿Son un tema las areneras? Son. Pero, tampoco podes prohibir todo, hay que regularlas y controlarlas, cosa que hacemos".
El director nacional de Minería y Geología, Marcelo Pugliesi, consideró, sin embargo, que "es discutible" que las areneras dañen el medio ambiente porque "a veces es necesario dragar para que el curso de agua no se tape y corra".
El Ministerio de Ambiente estaba enterado de la situación desde octubre del año pasado, dado que el director de Gestión Ambiental de la Intendencia de Canelones, Leonardo Herou, le había enviado una carta al director nacional de Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos (Dinabice), Gerardo Evia, en la que le informaba de lo que habían detectado.
Pugliesi contestó que no sabe por qué se demoró "tanto" en tomar la medida de avisar la situación al MIEM parte de la Intendencia de Canelones porque en el código de minería está prevista la prohibición de extraer arena de cursos de agua no navegables, como sucedió en este caso. "Se podría haber actuado antes", concluyó Pugliesi.
